Información que me proporcionó mi psicóloga y me sirvió para entender lo que pasé:
Perverso narcisista: 13 señales para detectarlo
Una persona con un perfil de perverso narcisista es aquella que sólo piensa en su propio bien y se siente poderosa manejando indirectamente a sus víctimas. Aparentemente no tiene sentimientos ni empatía, por lo que no puede amar a otras personas ni mantener relaciones sanas.
Estos individuos son incapaces de soportar los fracasos, por lo que manipulan a las personas de su alrededor para conseguir todos sus objetivos de manera egoísta. Cuando sus deseos no se cumplen, hacen sentir culpabilidad y tristeza a sus víctimas, aunque éstas no tengan nada que ver.
Un perverso narcisista elige víctimas con las que mantiene algún vínculo familiar, profesional o de pareja; ya que necesita esta proximidad para ser influyente. No es capaz de ejercer ningún efecto en público, por eso siempre actúa en privado. Impide que estas personas se alejen de él a través de diversas estrategias en las que miente, finge, seduce y culpa a los demás de sus propios errores.
Este tipo de personas puede llegar a hacer mucho daño, ya que suelen ser celosos, infieles, critican continuamente, y se sienten fuertes menospreciando a sus víctimas. Cuando están tristes o frustrados, procuran “contagiar” su malestar a las víctimas.
Realmente lo que esconde un perverso narcisista es una visión negativa de sí mismo y una baja autoestima que intenta aumentar a expensas de los demás. Así, para sentirse mejor, somete, exprime y degrada a sus víctimas.
Pero, te preguntarás ¿por qué las víctimas se dejan manipular de esa forma? Sencillamente, un perverso narcisista no siempre hace sentir mal a los demás. Más bien, al principio de la relación son unos actores excelentes: son encantadores, seductores y halagadores.
Una vez que han conquistado a su víctima, poco a poco pasan a manejarla como a una marioneta. Entonces irán alternando la humillación y los halagos para que la víctima no se aleje nunca.
Definición de Perverso Narcisista
El término “perverso narcisista” lo acuñó el psiquiatra y psicoanalista francés Paul-Claude Racamier en 1986. Este autor decía que era una manera organizada de defenderse del dolor y de la contradicción interna expulsándolos sobre otro y sobrevalorándose a costa de los demás. Esto no sólo se acompaña de la ausencia de remordimientos, sino que también con disfrute. Es una forma de refugiarse de los conflictos internos (Racamier, 1992).
Otros autores han utilizado este concepto, aunque no está muy extendido, y lo enmarcan en la manipulación mental patológica en la que el agresor intenta hacerse pasar por la víctima.
Según Houdoy, el perverso narcisista sería como un psicótico pero sin síntomas, que buscan su equilibrio descargando sobre otros el dolor que no se permiten experimentar y las contradicciones internas que se niegan a asumir. Se sienten valiosos transfiriendo el dolor a los demás.
De hecho, ellos no hacen daño a conciencia, sino porque no saben relacionarse de otra forma. Estos individuos sufrieron algún evento traumático en su infancia y es su manera de proteger su débil autoestima.
Este trastorno se llama así por sus dos componentes, el narcisismo y la perversión.
El trastorno narcisista engloba la falta de empatía, la necesidad excesiva de ser reconocido y admirado, la envidia a los demás y la exageración de sus atributos.
Mientras que la perversión tiene una connotación de crueldad y falta de juicio moral. Estos individuos satisfacen sus necesidades y deseos a expensas de los demás. Usa a las personas como instrumentos para alcanzar sus objetivos, ignorando sus necesidades o sentimientos.
Alberto Eiguer añade al concepto que “éstos intentan de alguna manera hacer creer al otro que el vínculo de dependencia es irreemplazable, y que es éste quien lo solicita”.
Causas de la perversión narcisista
Los perversos narcisistas no se han desarrollado como individuos. De pequeños han sufrido algún tipo de disfunción en sus relaciones con los demás, sintiendo que no son suficientemente valiosos. Éstos poseen un gran vacío e insatisfacción que en vez de enfrentarlos (lo que sería su curación), se apropia de las virtudes de otros.
Así, desean de manera intensa a otras personas que parecen poseer aquello que ellos no tienen o que simplemente están satisfechas con su vida. Una vez que conquistan a estas personas y consiguen los objetivos que desean (como acceder a un grupo social o intelectual al que se quiere pertenecer), empiezan a minar su autoestima poco a poco para hundirlas.
Entonces, es como si les arrebataran las cualidades a sus víctimas, llenándolas de dudas y tristeza, en un intento por llenar su vacío.
¿Cómo actúa un perverso narcisista?
Quizás alguna vez has tenido en tu vida a un perverso narcisista y ni siquiera te has percatado de ello. Seguro que percibes ese vínculo como complicado, tóxico y difícil de romper. A su lado te sientes vulnerable, inútil y de bajo ánimo, pero a la vez te cuesta decir adiós.
Las señales que distinguen a un perverso narcisista son múltiples y variadas. Todo comienza cuando el narcisista conoce a la futura víctima y se compara con ésta. Éste se desvaloriza a sí mismo y envidia a la víctima, y trata de compensarlo con el narcisismo. A la vez intentará hundir a la víctima para que pierda las virtudes que la caracterizan.
Si la víctima se somete, se creará un vínculo de maltrato por parte del perverso en el que la víctima soportará todo tipo de vejaciones. En cambio, si reacciona ante los ataques, el perverso narcisista fingirá ser la víctima y hará sentir al otro culpable de la agresión.
¿Cómo identificar a un perverso narcisista? 13 señales para detectarlo
En este apartado podrás conocer los comportamientos típicos de estos individuos y así detectarlos antes de convertirte en una de sus víctimas.
1- Aparenta ser amable y encantador
Al principio, o cuando se le conoce poco, suele ser encantador. Poco a poco va mostrando aires de superioridad, hablando sobre sus cualidades. Paralelamente descalificará a otras personas, las ignorará y rechazará como si no merecieran su respeto. También suelen anunciar que son atractivos e interesantes para todo el mundo (aunque no sea verdad).
2- Utiliza la seducción perversa
La seducción es una estrategia fundamental en los perversos narcisistas. Sin embargo, no coquetean con el objetivo de establecer intimidad o porque se sienten atraídos por la otra persona. Por el contrario, pretende fascinar y encandilar al otro, pero sin dejarse conquistar.
Es típico que estos individuos pasen mucho tiempo hablando de sí mismos y de sus logros cuando coquetean, pero sin mostrar interés real por la otra persona.
3- Son actores excelentes
Y carecen de principios morales. Para ellos hacer lo correcto es satisfacer egoístamente sus necesidades.
4- Mienten continuamente
Son mitómanos, es decir, no tienen problemas para recurrir a mentiras elaboradas con tal de siempre tener la razón. Omiten datos importantes, magnifican otros, y moldean la realidad adaptándola a sus deseos. La mentira es un medio para lograr ignorar aquello que va contra sus intereses narcisistas.
Así, aunque existan pruebas contrarias, ellos darán la vuelta a la situación y saldrán airosos de alguna forma. Esto confunde enormemente a la víctima y puede comenzar a creer que su agresor tiene razón y es él o ella quien se equivoca. Al final, será incapaz de diferenciar la verdad de la mentira.
5- Son camaleónicos
Es decir, van adaptando su forma de ser y sus gustos dependiendo a quien quieran asombrar. En el fondo ni ellos mismos tienen una identidad definida, sino que están vacíos.
6- Es dependiente
Un perverso narcisista no tiene ningún poder si no tiene víctimas a quienes exprimir. En realidad, es absolutamente dependiente de los demás. No obstante, intenta hacer creer a la víctima que quien sufre la dependencia es esta última, mientras que él no la necesita.
7- Comunicación paradójica y ambigua
Suelen usar un discurso contradictorio, paradójico y muy ambiguo. Utilizan frecuentemente los dobles sentidos y las insinuaciones, lo que desconcierta a la víctima. Es frecuente que den por sentado ciertas cosas o que esperen que los demás lo hagan: “deberías saber ya que…” Cuando ni siquiera han expresado sus necesidades de manera clara.
8- Exije lo imposible
Cuando se muestra vulnerable o busca que alguien le atienda, se las arregla para ser imposible de satisfacer. Pide tantas atenciones que la víctima no es capaz de complacerlo (o las pide en momentos en los que ésta no puede darlas). Entonces el perverso aprovecha para darle a entender a su víctima lo inútil e incapaz que es.
9- Hace el papel de víctima
Intentar dar la imagen de víctima, teniendo un fuerte talento para tapar sus defectos y echar la culpa a los demás. Saben invertir las situaciones y se las arreglan para estar siempre en lo correcto. Es inútil tratar de razonar con ellos porque siempre encontrarán una forma de hacerte daño o llevar la razón.
10- Adoran las disputas
Les gusta la controversia, los “choques”. Se divierten creando discusiones y peleas principalmente entre la víctima y otras personas.
A veces intenta provocar a su víctima para que actúe contra él y así poder justificar sus humillaciones y ataques posteriores.
11- Buscan la destrucción de su víctima
Sienten gran placer al ver sufrir y dudar a los demás, sobre todo si él ha provocado dicho sufrimiento. Adoran comprobar que otros se someten a él, le obedecen y le dan la razón.
12- Tienen problemas emocionales
Estas personas carecen de profundidad emocional y, por tanto, ausencia de empatía. No saben distinguir sus propias emociones, por no decir que son incapaces de sentir verdadera tristeza, duelo, deseo o alegría. Si se sienten abandonados o defraudados, parecen estar depresivos. Sin embargo, en el fondo sólo es enfado, resentimiento y deseos de venganza.
13- Tienen un fuerte poder de convicción
Ya que son muy inteligentes y saben jugar con las emociones más profundas de los demás para conseguir lo que quieren. La víctima puede sorprenderse a sí misma haciendo cosas que nunca pensó que haría o que van en contra de sus intereses con tal de agradar a su agresor.
Las victimas preferidas de los perversos narcisistas
“Después de todo lo que me había dicho, terminé por creer que tal vez tenía razón: yo podía estar loca y ser una histérica. Un día, con un tono glacial y una mirada de odio, me dijo, como ya lo había hecho a menudo, que yo era una nulidad, una incapaz, inútil para la sociedad, y que sería mejor que me suicidara. Por casualidad, una vecina estaba cerca; él no la había visto. Se sintió aterrorizada y me aconsejó que lo denunciara. Para mí, fue un alivio. Alguien había entendido lo que sucedía.”
Esto es lo que afirmaba una víctima de un perverso narcisista en el libro “El acoso moral” de Marie-France Hirigoyen.
Las víctimas preferidas de este tipo de personas son aquellas que tienen cualidades positivas que el acosador envidia: energía, creatividad, alegría, extroversión… Su meta es derribar estas virtudes y transformarle en un individuo sumiso y triste.
Además, éstas suelen ser afables, generosas, dan lo mejor de sí mismas, le gustan agradar a los demás, y expresan sus éxitos. No es extraño que busquen excusas y justifiquen a su agresor, admitiendo de manera demasiado fácil la crítica.
Sin embargo, cualquiera puede ser víctimas en momentos de debilidad o cuando se tienen fuertes vínculos emocionales con el perverso. Así, estas personas pueden estar “ciegas” y no ver la realidad, sintiéndose cada vez más hundidas e inútiles.
Cómo enfrentarse a los perversos narcisistas
Una vez identificado el perverso narcisista, el objetivo principal es que sus ataques no hagan efecto. Sobre todo, se sentirá desarmado si no es capaz de provocar conflictos entre su víctima y otras personas.
Como se mencionó, un perverso narcisista no es peligroso si los demás le ignoran ya que no tiene poder sin víctimas. Algunos trucos para enfrentarse a estar personas son:
– Controlar las emociones y mantenerse siempre alerta. No caer en sus halagos o sus trampas para llamar tu atención, sé consciente que tu atención le da poder. Tampoco creer jamás que mereces sus críticas, asume que es sólo una estrategia para crear enganche y destruirte.
– Corta todo tipo de lazos. Aléjate de ellos en la medida de lo posible, por muy complicado que parezca al principio, es lo más beneficioso. Intenta no recaer en ninguno de sus intentos por volver a contactar contigo, ya que si no te ve firme alimentarás sus deseos narcisistas.
– Una forma de protección es evitar anunciar los propios éxitos delante del perverso narcisista, ya que tratará de desvalorizarlos.
– Lanzar pocas críticas a éstos, solo las precisas e indispensables. De hecho, lo mejor es evitar a toda costa discutir con ellos, ya que sacarán todas sus estrategias y mentiras para llevar siempre la razón y hacerte daño.
– No reacciones a sus provocaciones, ignóralas. Es importante que observe que no hacen efecto en ti. Para el perverso narcisista es una satisfacción verte dudar, ya que esto reforzaría sus estrategias y seguiría comportándose igual.
– Reconstruye vínculos con esas personas que realmente te han demostrado que te aprecian. Procura rodearte de personas positivas, que se alegran de tus logros y en las que puedes confiar.
– Permite que estos seres queridos conozcan los hechos. Puede que se percaten de una relación de agresor-víctima que tú aún no has visto con claridad, o que te ayuden a aclarar tus sentimientos.
– En casos extremos, recurre al ámbito legal. Si sientes que estás sufriendo daños serios, no esperes a buscar amparo en la justicia.
https://www.lifeder.com/perverso-narcisista/