07 Jan, 2018, 12:56 PM
Aproximadamente para el año 1996, mi madre entró en contacto con los testigos de Jehová durante su conocida predicación. No sabría decir qué tema exactamente le interesó, pero aceptó un estudio bíblico. Tiene que haber sido sobre la resurrección, porque su hermana menor murió por aceptar sangre cuando apenas tenía 10 años de edad en los años 80's. Yo tenía 2 años de edad en 1996, y escuchaba atentamente el estudio bíblico, aunque no entendía nada. A mi padre no le interesaban los testigos de Jehová, aunque no tenía ningún problema con que mi madre aceptara el estudio bíblico. En poco tiempo, mi madre ya estaba asistiendo al salón del reino conmigo. Unos años después, padre intentó probar a esta secta que tanto había cautivado a mi madre y aceptó un estudio bíblico. Juntos progresaban espiritualmente y yo también asistía a la predicación. Aunque mi madre llevaba más tiempo, mi padre le igualó en espiritualidad.
Era en año 1999, yo tenía 5 años de edad, entraba a la primaria, también nacía mi hermano. Nuevos retos que ponían en juego tu fe, o mejor dicho, la fe que tus padres te imponen. Debía de rechazar todo tipo de festividades mundanas que la Biblia no apoyaba: cumpleaños, día de San Valentín, Navidad, Halloween, etc. Ya en el año 2001, mis padres se habían bautizado, yo con 7 años de edad, debía ser la próxima víctima de la secta. Cuando sucedió el atentado terrorista de las Torres Gemelas, eso les dio a mis padres más fe de que el fin del sistema de cosas estaba por terminar, y ellos se habían bautizado ese mismo año. Eso debía ser prueba o señal de Jehová, de que se bautizaran a tiempo. En los años siguientes, llegaba un hermano que daba el estudio de la Atalaya, a mi casa para elegirme una pregunta del estudio de esa semana, para que yo tomara el micrófono y contestara. Preguntas sencillas como: ¿cuál era el nombre de Dios? [‘‘Jehová, no Jesús’’ debía decir], ¿Jesús es Dios? [‘‘No, es Jehová’’ debía decir], etc., en una congregación de unas 60-70 personas aproximadamente. Al pasar los años venían preguntas un poco fuertes doctrinalmente que me harían dudar.
‘‘¡Hola!’’ o ‘‘¡Buenos Días!’’ decía yo las mañanas de los sábados mientras mi espiritualidad iba en aumento. Todos los ancianos de mi congregación siempre querían que yo fuera su acompañante, varias veces fui con el superintendente de circuito. ¡Qué privilegio! ¿No? En la reunión para organizar la predicación vi cosas que no me cuadraban, una de ellas era que, si no había un hermano bautizado presente, la hermana debía llevar un velo en la cabeza para tener autoridad sobre la predicación. Me pareció como machismo, pero estaba en la Biblia (1ª Corintios 11:4-10), así que no cuestioné. De camino a cada predicación oraba a Dios para que no me tocara la zona donde podía haber amigos de la escuela, me sentía abochornado que mis amigos me vieran. ‘‘¡Ojalá no salga nadie que conozca!’’ decía yo en mi mente, cuando tocaba la puerta de un amo de casa. Yo nunca me auto-consideré un publicador no bautizado.
Durante el año 2005, la hermana que había dado el estudio bíblico a mi madre, me traía una propuesta, entrar a la escuela del ministerio teocrático. No tenía opciones, y acepté la asignación número uno, lectura bíblica. Aprendí todas las técnicas de la oratoria y hasta llegué impresionar al superintendente de circuito, recuerdo que era de nacionalidad española. Él me recomendó el bautismo, entrar en la construcción de panteones, digo salones del reino, y si fuera posible, llegar al Betel de Puerto Rico. Me dijo que me ayudaría, pero que primero debía bautizarme. Mi congregación no tenía jóvenes para tomar cargos de autoridad, así que todos miraron en mí. Constantemente me visitaban los ancianos para animarme al bautismo, yo siempre decía que lo estaba pensando, estaba entrando en plena adolescencia, y no veía algunas creencias de los testigos de Jehová como correctas, eso me hacía detenerme.
En el año 2009 todo cambió. Mis padres me regalaron mi primera computadora, lo que sería mi pasión. No tenía Internet, pero iba a casa de mis amigos mundanos, mis padres nunca los vieron como una amenaza directa, ya saben, nosotros no debemos entablar amistad con los del mundo. Buscaba información sobre cuál era el pasado de los testigos de Jehová, encontré un pasado lleno de falsas profecías, mentiras, cambios doctrinales, etc., algo que siempre me ocultaron. Sobre todo, había una doctrina del año 1914, que analicé profundamente. Estaba tan impactado, que hasta pensé en dejar la secta, pero mientras fuera menor de edad, debía obedecer a mis padres y su sistema sectario, a la vez, no tenía cómo salir de la escuela del ministerio teocrático. Encontré en YouTube a un ex-testigo de Jehová en inglés, que se llamaba ''The Snarky Apologist'' y me dijo que siguiera asistiendo, hasta que lograra independizarme. Así que simplemente me mantuve en silencio, iba a las reuniones sin ganas, obligado a escuchar algo en lo que ya no creía. Pensaba en que Dios haría algo para que mis padres abrieran los ojos, pero nada sucedió. Mi hermano que también estaba en la escuela del ministerio teocrático, ya tampoco creía en la secta. En este año, amis 14 años de edad, dejé de predicar.
Durante el año 2011, decidí subír un video a YouTube conocido como ‘‘Las 35 verdades de los testigos de Jehová’’, allí oficialmente me convertí en un activista en contra de las mentiras de los testigos de Jehová, y siempre a favor de Dios y la Biblia. Me consideraba un cristiano que no pertenecía a ninguna religión, aunque a la misma vez tenía que prepararme para la escuela del ministerio teocrático. Varios años pasaron y mi video recibió insultos, amenazas de muerte, entre otros de algunos testigos de Jehová molestos que no podían defender sus creencias, más de 10 mil comentarios obtuve en este video que aún lo puedes encontrar en YouTube. También llegué a participar en otros canales como ‘‘Lavasori’’ y foros como ‘‘extj.com’’. También leí el libro de ‘‘Crisis de Conciencia’’.
En el año 2012 me había graduado de la escuela, con 18 años de edad entré a estudiar una carrera corta, yo pensaba que así tendría un trabajo rápidamente y poder independizarme y salir de una vez de la secta. Con mira a salirme de la secta, llegó la parte del noviazgo, una chica de mi congregación de la que me enamoré a primera vista. El punto fue que, en vez de yo tratar de salirme de la secta, ahora quería asistir más a las reuniones, solo para verla a ella. Aunque yo no creía en los testigos de Jehová, tenía fe en que podía ser mi primera novia. Ya para este tiempo conocí unos buenos amigos en Facebook del mundo ‘‘apóstata’’, aun somos amigos y actualmente estamos a cargo de páginas y grupos más grandes de habla hispana.
En el año 2013 me di la tarea de leer la Biblia cronológicamente, este libro ya no me parecía un ‘‘libro de ciencias’’ como se me había enseñado en la congregación, ni siquiera tenía sentido en cuanto a la creación o cómo las cosas funcionaban en la realidad. También tenía demasiada injusticia, falta de moral, genocidio, a favor de la esclavitud, profecías fallidas, etc. Cada quien daba su interpretación de los hechos, por eso inicié mi búsqueda de los principios de la cristiandad, cuáles eran las interpretaciones primitivas y las evidencias para apoyarlas. Encontré muchas cosas, ‘‘Jehová’’ no estaba en el Nuevo Testamento, los libros apócrifos, sobre todo, la cristiandad misma parecía más un judaísmo helenizado. Aprendí más sobre el Islam, y leí un poco el Corán, también busqué en el Budismo y el Hinduismo, todo me parecía un invento humano. La Biblia misma presentaba a un Dios cambiante de época en época, no solo la Biblia lo testifica, la arqueología lo confirma que lo que llaman Dios no es más que un producto humanamente elaborado. Cada día encontraba más y más información, ya al final del año 2013, me consideraba agnóstico. El día que me topé con el libro ''Una historia de Dios: 4000 años de búsqueda en el judaísmo, el cristianismo y el Islam'' por Karen Armstrong, fue el día que me convertí en ateo.
A principios del año 2014, tenía una gran pasión por la ciencia y la verdad, en especial la astronomía, que luego me serviría para estudiar a fondo el tema del año 1914 y el ‘‘Tiempo de los Gentiles’’ (Lucas 21:24). En este año decidí no volver más a la escuela del ministerio teocrático, el anciano coordinador me comunicó que me sacaría de dicha escuela. Sentí un alivio, las cargas desaparecieron, y tenía más libertad. Un anciano que me estaba dando un estudio bíblico desde el 2014, le pasó el estudio a un siervo ministerial, éste último duró un año completo y se cansó al ver que yo no progresaba espiritualmente, trató de lavarme el cerebro con el típico miedo que usan las religiones: ‘‘el fin del mundo está cerca, tienes que bautizarte como testigo de Jehová para salvarte’’ o ‘‘los hermanos jóvenes van de cine y a la playa, pero sin ti, ya que no eres bautizado.’’. No funcionó, ya estaba decidido, en mayo llenaría una solicitud para entrar a la universidad. Quería estudiar ‘‘Ciencias de la Computación’’ y así lo hice. Como muchos sabrán, los estudios universitarios están prohibidos por los testigos de Jehová, así que a la congregación no le gustó para nada que deparaba mi futuro. Hacía siete años que no iba a predicar y nunca me bauticé, ¿Qué más? Ahora entrar a la universidad. Eso no le gustó a la congregación, unos me decían que era mucho tiempo, que el fin podría venir antes, que no prestes mucha atención a la filosofía impartida allí, ya ustedes saben, las típicas excusas. A quien no le gustó mucho mi decisión fue a la hermana que me gustaba, ella estaba progresando espiritualmente, mientras que yo hacía rápidamente lo opuesto. Ella decidió cortar conmigo, se me partió el corazón.
Durante el año 2015, mi primer año universitario fue difícil, se me hacía algo complicado tener amigos, su pérdida aún me dolía. Esperé un tiempo a ver si ella entraba a la misma universidad, pero nunca ocurrió. La secta de los testigos de Jehová le lavó el cerebro, así como lo hizo con mis padres hace casi dos décadas. Me decidí a dedicarme profundamente a los estudios universitarios y pasar la página con ella. El viernes, 3 de abril de 2015, fue mi última conmemoración, como siempre, vi el pan y el vino, como en mi mente diciendo: esto no hace sentido en nada. Ella me dio el último saludo, con una idea de que volveríamos lo antes posible si yo me bautizaba y me dedicaba a predicar. Salí a las afueras, y vi la Luna llena, vi algunas estrellas en el firmamento, estaba solo en el estacionamiento, decidí salir lo más rápido posible de la conmemoración cuando finalizó. Y así mirando ese hermoso universo que todos pertenecemos, me dije a mi mismo: ‘‘¡Mi futuro vale más que mis recursos dados a una secta!’’.
Y nunca más volví a pisar un panteón del reino. Ahora todo este tiempo, me he dedicado a los estudios universitarios y ayudar a otros a salir de la secta desenmascarando a la Watchtower.
Soy uno de los actuales administradores de El cuento sin fin, varios grupos de ayuda como VERDADERAS EXPERIENCIAS, mi página web y mi canal de YouTube:
Niñez
Era en año 1999, yo tenía 5 años de edad, entraba a la primaria, también nacía mi hermano. Nuevos retos que ponían en juego tu fe, o mejor dicho, la fe que tus padres te imponen. Debía de rechazar todo tipo de festividades mundanas que la Biblia no apoyaba: cumpleaños, día de San Valentín, Navidad, Halloween, etc. Ya en el año 2001, mis padres se habían bautizado, yo con 7 años de edad, debía ser la próxima víctima de la secta. Cuando sucedió el atentado terrorista de las Torres Gemelas, eso les dio a mis padres más fe de que el fin del sistema de cosas estaba por terminar, y ellos se habían bautizado ese mismo año. Eso debía ser prueba o señal de Jehová, de que se bautizaran a tiempo. En los años siguientes, llegaba un hermano que daba el estudio de la Atalaya, a mi casa para elegirme una pregunta del estudio de esa semana, para que yo tomara el micrófono y contestara. Preguntas sencillas como: ¿cuál era el nombre de Dios? [‘‘Jehová, no Jesús’’ debía decir], ¿Jesús es Dios? [‘‘No, es Jehová’’ debía decir], etc., en una congregación de unas 60-70 personas aproximadamente. Al pasar los años venían preguntas un poco fuertes doctrinalmente que me harían dudar.
Predicación
‘‘¡Hola!’’ o ‘‘¡Buenos Días!’’ decía yo las mañanas de los sábados mientras mi espiritualidad iba en aumento. Todos los ancianos de mi congregación siempre querían que yo fuera su acompañante, varias veces fui con el superintendente de circuito. ¡Qué privilegio! ¿No? En la reunión para organizar la predicación vi cosas que no me cuadraban, una de ellas era que, si no había un hermano bautizado presente, la hermana debía llevar un velo en la cabeza para tener autoridad sobre la predicación. Me pareció como machismo, pero estaba en la Biblia (1ª Corintios 11:4-10), así que no cuestioné. De camino a cada predicación oraba a Dios para que no me tocara la zona donde podía haber amigos de la escuela, me sentía abochornado que mis amigos me vieran. ‘‘¡Ojalá no salga nadie que conozca!’’ decía yo en mi mente, cuando tocaba la puerta de un amo de casa. Yo nunca me auto-consideré un publicador no bautizado.
Durante el año 2005, la hermana que había dado el estudio bíblico a mi madre, me traía una propuesta, entrar a la escuela del ministerio teocrático. No tenía opciones, y acepté la asignación número uno, lectura bíblica. Aprendí todas las técnicas de la oratoria y hasta llegué impresionar al superintendente de circuito, recuerdo que era de nacionalidad española. Él me recomendó el bautismo, entrar en la construcción de panteones, digo salones del reino, y si fuera posible, llegar al Betel de Puerto Rico. Me dijo que me ayudaría, pero que primero debía bautizarme. Mi congregación no tenía jóvenes para tomar cargos de autoridad, así que todos miraron en mí. Constantemente me visitaban los ancianos para animarme al bautismo, yo siempre decía que lo estaba pensando, estaba entrando en plena adolescencia, y no veía algunas creencias de los testigos de Jehová como correctas, eso me hacía detenerme.
Adolescencia
En el año 2009 todo cambió. Mis padres me regalaron mi primera computadora, lo que sería mi pasión. No tenía Internet, pero iba a casa de mis amigos mundanos, mis padres nunca los vieron como una amenaza directa, ya saben, nosotros no debemos entablar amistad con los del mundo. Buscaba información sobre cuál era el pasado de los testigos de Jehová, encontré un pasado lleno de falsas profecías, mentiras, cambios doctrinales, etc., algo que siempre me ocultaron. Sobre todo, había una doctrina del año 1914, que analicé profundamente. Estaba tan impactado, que hasta pensé en dejar la secta, pero mientras fuera menor de edad, debía obedecer a mis padres y su sistema sectario, a la vez, no tenía cómo salir de la escuela del ministerio teocrático. Encontré en YouTube a un ex-testigo de Jehová en inglés, que se llamaba ''The Snarky Apologist'' y me dijo que siguiera asistiendo, hasta que lograra independizarme. Así que simplemente me mantuve en silencio, iba a las reuniones sin ganas, obligado a escuchar algo en lo que ya no creía. Pensaba en que Dios haría algo para que mis padres abrieran los ojos, pero nada sucedió. Mi hermano que también estaba en la escuela del ministerio teocrático, ya tampoco creía en la secta. En este año, amis 14 años de edad, dejé de predicar.
Comienza el Activismo
Durante el año 2011, decidí subír un video a YouTube conocido como ‘‘Las 35 verdades de los testigos de Jehová’’, allí oficialmente me convertí en un activista en contra de las mentiras de los testigos de Jehová, y siempre a favor de Dios y la Biblia. Me consideraba un cristiano que no pertenecía a ninguna religión, aunque a la misma vez tenía que prepararme para la escuela del ministerio teocrático. Varios años pasaron y mi video recibió insultos, amenazas de muerte, entre otros de algunos testigos de Jehová molestos que no podían defender sus creencias, más de 10 mil comentarios obtuve en este video que aún lo puedes encontrar en YouTube. También llegué a participar en otros canales como ‘‘Lavasori’’ y foros como ‘‘extj.com’’. También leí el libro de ‘‘Crisis de Conciencia’’.
En el año 2012 me había graduado de la escuela, con 18 años de edad entré a estudiar una carrera corta, yo pensaba que así tendría un trabajo rápidamente y poder independizarme y salir de una vez de la secta. Con mira a salirme de la secta, llegó la parte del noviazgo, una chica de mi congregación de la que me enamoré a primera vista. El punto fue que, en vez de yo tratar de salirme de la secta, ahora quería asistir más a las reuniones, solo para verla a ella. Aunque yo no creía en los testigos de Jehová, tenía fe en que podía ser mi primera novia. Ya para este tiempo conocí unos buenos amigos en Facebook del mundo ‘‘apóstata’’, aun somos amigos y actualmente estamos a cargo de páginas y grupos más grandes de habla hispana.
Ciencia y Ateísmo
En el año 2013 me di la tarea de leer la Biblia cronológicamente, este libro ya no me parecía un ‘‘libro de ciencias’’ como se me había enseñado en la congregación, ni siquiera tenía sentido en cuanto a la creación o cómo las cosas funcionaban en la realidad. También tenía demasiada injusticia, falta de moral, genocidio, a favor de la esclavitud, profecías fallidas, etc. Cada quien daba su interpretación de los hechos, por eso inicié mi búsqueda de los principios de la cristiandad, cuáles eran las interpretaciones primitivas y las evidencias para apoyarlas. Encontré muchas cosas, ‘‘Jehová’’ no estaba en el Nuevo Testamento, los libros apócrifos, sobre todo, la cristiandad misma parecía más un judaísmo helenizado. Aprendí más sobre el Islam, y leí un poco el Corán, también busqué en el Budismo y el Hinduismo, todo me parecía un invento humano. La Biblia misma presentaba a un Dios cambiante de época en época, no solo la Biblia lo testifica, la arqueología lo confirma que lo que llaman Dios no es más que un producto humanamente elaborado. Cada día encontraba más y más información, ya al final del año 2013, me consideraba agnóstico. El día que me topé con el libro ''Una historia de Dios: 4000 años de búsqueda en el judaísmo, el cristianismo y el Islam'' por Karen Armstrong, fue el día que me convertí en ateo.
A principios del año 2014, tenía una gran pasión por la ciencia y la verdad, en especial la astronomía, que luego me serviría para estudiar a fondo el tema del año 1914 y el ‘‘Tiempo de los Gentiles’’ (Lucas 21:24). En este año decidí no volver más a la escuela del ministerio teocrático, el anciano coordinador me comunicó que me sacaría de dicha escuela. Sentí un alivio, las cargas desaparecieron, y tenía más libertad. Un anciano que me estaba dando un estudio bíblico desde el 2014, le pasó el estudio a un siervo ministerial, éste último duró un año completo y se cansó al ver que yo no progresaba espiritualmente, trató de lavarme el cerebro con el típico miedo que usan las religiones: ‘‘el fin del mundo está cerca, tienes que bautizarte como testigo de Jehová para salvarte’’ o ‘‘los hermanos jóvenes van de cine y a la playa, pero sin ti, ya que no eres bautizado.’’. No funcionó, ya estaba decidido, en mayo llenaría una solicitud para entrar a la universidad. Quería estudiar ‘‘Ciencias de la Computación’’ y así lo hice. Como muchos sabrán, los estudios universitarios están prohibidos por los testigos de Jehová, así que a la congregación no le gustó para nada que deparaba mi futuro. Hacía siete años que no iba a predicar y nunca me bauticé, ¿Qué más? Ahora entrar a la universidad. Eso no le gustó a la congregación, unos me decían que era mucho tiempo, que el fin podría venir antes, que no prestes mucha atención a la filosofía impartida allí, ya ustedes saben, las típicas excusas. A quien no le gustó mucho mi decisión fue a la hermana que me gustaba, ella estaba progresando espiritualmente, mientras que yo hacía rápidamente lo opuesto. Ella decidió cortar conmigo, se me partió el corazón.
Actualidad
Durante el año 2015, mi primer año universitario fue difícil, se me hacía algo complicado tener amigos, su pérdida aún me dolía. Esperé un tiempo a ver si ella entraba a la misma universidad, pero nunca ocurrió. La secta de los testigos de Jehová le lavó el cerebro, así como lo hizo con mis padres hace casi dos décadas. Me decidí a dedicarme profundamente a los estudios universitarios y pasar la página con ella. El viernes, 3 de abril de 2015, fue mi última conmemoración, como siempre, vi el pan y el vino, como en mi mente diciendo: esto no hace sentido en nada. Ella me dio el último saludo, con una idea de que volveríamos lo antes posible si yo me bautizaba y me dedicaba a predicar. Salí a las afueras, y vi la Luna llena, vi algunas estrellas en el firmamento, estaba solo en el estacionamiento, decidí salir lo más rápido posible de la conmemoración cuando finalizó. Y así mirando ese hermoso universo que todos pertenecemos, me dije a mi mismo: ‘‘¡Mi futuro vale más que mis recursos dados a una secta!’’.
Y nunca más volví a pisar un panteón del reino. Ahora todo este tiempo, me he dedicado a los estudios universitarios y ayudar a otros a salir de la secta desenmascarando a la Watchtower.
Soy uno de los actuales administradores de El cuento sin fin, varios grupos de ayuda como VERDADERAS EXPERIENCIAS, mi página web y mi canal de YouTube: