02 Jun, 2018, 12:46 PM
Mucho se ha hablado sobre la llegada en abundancia de las mujeres a este H. Foro, cada una de nosotras tuvo razones personales para abandonar el pensamiento teocrático, distintas somos pero sin duda entendemos que no es fácil ser mujer dentro de la organización, la discriminación está a la orden del día, se nos trata como seres inferiores, propiedad del hombre, incluso más inferiores que un niño (yo misma llegué a cubrirme la cabeza al dirigir un estudio bíblico en compañía de uno de 11 años) destinadas a ser bonitas, inacapaces de tomar decisiones, casarnos, tener hijos que lleguen al bautismo y continuar engrosando las filas WT, atender la casa, las mujeres somos la fuerza que sostiene la predicación, las más activas que traemos más prosélitos, se nos da la idea de que nos concedieron un privilegio especial y muchas han decidido no casarse para dedicar cuerpo y alma a la obra aunque signifique quedar solterona y desamparada en la vejez.
Recordemos los peldaños teocráticos en orden descendente:
1)Jehová Dios
2) Jesucristo
3) 144 000
4) Ángeles
5) Cuerpo Gobernante
6) Comité de sucursal
7) Superintendente de circuito
8) Ancianos
9) Siervos ministeriales
10) Varones bautizados
11) Mujeres
El adoctrinamiento lleva una regla implícita: la sumisión. Que aplica a todos por igual, a las mujeres nos tocó la peor parte pues los hombres deben tolerarse entre sí pero nosotras debemos ser sumisas a todos ellos.
Por qué estamos abandonando nuestro lugar teocrático? Nos volvimos locas? Hay algo más honroso que 'ser el vaso más débil'? Ser mujer en la organización es un verdadero privilegio y no lo sabemos valorar? Qué está pasando?
Abro este hilo para que entre todos descifremos el significado espiritual de este suceso.
Recordemos los peldaños teocráticos en orden descendente:
1)Jehová Dios
2) Jesucristo
3) 144 000
4) Ángeles
5) Cuerpo Gobernante
6) Comité de sucursal
7) Superintendente de circuito
8) Ancianos
9) Siervos ministeriales
10) Varones bautizados
11) Mujeres
El adoctrinamiento lleva una regla implícita: la sumisión. Que aplica a todos por igual, a las mujeres nos tocó la peor parte pues los hombres deben tolerarse entre sí pero nosotras debemos ser sumisas a todos ellos.
Por qué estamos abandonando nuestro lugar teocrático? Nos volvimos locas? Hay algo más honroso que 'ser el vaso más débil'? Ser mujer en la organización es un verdadero privilegio y no lo sabemos valorar? Qué está pasando?
Abro este hilo para que entre todos descifremos el significado espiritual de este suceso.