02 Jul, 2018, 11:06 AM
Hola,
A continuación dejo un resumen de una conversación que tuve en su día con un "hermano" sobre este asunto, a raíz de una entrevista concedida por Aníbal Matos a un periódico nacional en la que decía que recibir una transfusión de sangre es un asunto personal... Espero que os sirva. Saludos.
¿Es la postura de los testigos de Jehová con respecto a las transfusiones de sangre una que toman de manera individual, en base a su conciencia?
A continuación dejo un resumen de una conversación que tuve en su día con un "hermano" sobre este asunto, a raíz de una entrevista concedida por Aníbal Matos a un periódico nacional en la que decía que recibir una transfusión de sangre es un asunto personal... Espero que os sirva. Saludos.
¿Es la postura de los testigos de Jehová con respecto a las transfusiones de sangre una que toman de manera individual, en base a su conciencia?
Las publicaciones del Esclavo Fiel y Discreto (o Cuerpo Gobernante) son muy claras sobre el asunto de las transfusiones de sangre. El uso de la sangre fue aceptado por los Testigos de Jehová hasta 1945 y no constituyó un delito grave de expulsión sino hasta 1961. La Atalaya (en inglés) del 1 de julio de 1951 página 416 dijo: "Los Testigos de Jehová no se oponen a que la gente utilice las transfusiones, se permite a cada uno decidir por sí mismo lo que puede hacer a conciencia". Nota la expresión “se permite” (subrayado mío). En ese tiempo, puesto que se permitía que cada uno decidiese individualmente con respecto al uso de la sangre, no se tomaba ninguna acción disciplinaria contra aquel que aceptase o donase sangre.
Sin embargo, la Atalaya del 1 de julio de 1961 págs. 414 y 415 dijo: "En vista de la seriedad de introducir sangre en el sistema humano por medio de una transfusión, si violara las santas escrituras en este respecto, ¿estaría sujeto el recibidor dedicado y bautizado de la transfusión de sangre a ser expulsado de la congregación cristiana? Las santas escrituras inspiradas responde sí.” Aquí se dejó claro que ya no se permitía que cada uno decidiese por sí mismo con respecto a las transfusiones de sangre.
Ya no era algo optativo. A continuación destaco lo que decía uno de los párrafos de dicha atalaya: “[…] El recibidor de la transfusión de sangre se está alimentando de un alma dada por Dios contenida en el medio sanguíneo de un prójimo o de prójimos. Esta es una violación de los mandamientos de Dios a los cristianos, la seriedad de la cual no debe reducirse al mínimo por medio de excusarla a la ligera como si fuera optativo para que el individuo decida en cuanto a ello según su conciencia. El decreto de los apóstoles en Jerusalén declara: “Si se guardan de estas cosas, prosperarán”. Por consiguiente el cristiano que deliberadamente recibe una transfusión de sangre y no se guarda de la sangre no prosperará espiritualmente. Según la ley de Moisés, que manifestó sombras de cosas por venir, el que recibe una transfusión de sangre tiene que ser cortado del pueblo de Dios por medio de excomunión o expulsión”.
La Atalaya del 15 de Junio de 2000 seguía manteniendo la misma postura con respecto a la sangre completa o con respecto a los denominados componentes principales, pero dejaba el uso de fracciones “menores” como decisión personal: “… En cambio, cuando se trata de fracciones de los componentes principales, cada cristiano, tras meditar profundamente y con oración, debe tomar su propia decisión en conformidad con su conciencia.”
Es evidente que la postura con respecto a las transfusiones de sangre ha cambiado radicalmente a lo largo de los años. Ahora la postura oficial es la siguiente: el testigo de Jehová debe rechazar la sangre completa y los que el EFD (Esclavo Fiel y Discreto, o Cuerpo Gobernante) llama componentes principales de la sangre. Aceptar o no lo que llaman fracciones menores de la sangre, es cuestión personal; cada testigo puede decidir en base a su conciencia. Pero el Cuerpo Gobernante no permite que cada cristiano decida por sí mismo si aceptar sangre completa o sus componentes “principales”.
Entonces, ¿qué pasa si un testigo de Jehová acepta una transfusión o alguno de los componentes “principales” de la sangre? ¿Qué le sucede a un testigo que después de informarse de los pros y los contras que conlleva la aceptación de una transfusión de sangre, decide aceptar tal tratamiento porque considera que la Biblia no prohíbe las transfusiones de sangre sino el "comerla", y entiende que trasfundir sangre a sus venas no es "comer" o "nutrir" su cuerpo, sino meramente trasplantar un órgano fluido que ha perdido por alguna razón? Pues no se le expulsa. ¿Sorprendido de esto?
En una versión anterior del actual del manual para los ancianos, el aceptar una transfusión era una de las cosas que constituían base para una expulsión. Sin embargo, en la última edición se estipula que si alguien recibe una transfusión de sangre, “y no se arrepiente”, entonces se entiende que se está desasociando (bueno, yo diría que se le desasocia). Es decir, puede haber un testigo de Jehová que no ve nada malo, tomando en cuenta lo que enseña la Biblia, en aceptar o donar sangre. Pero si lo hace, puede recibir la misma disciplina que la que recibe un expulsado. Las consecuencias son las mismas: perderá la relación con su entorno, con sus familiares y amigos. Sí, si come morcilla con sangre puede ser expulsado; pero si recibe una transfusión, entonces se desasocia. Curioso, ¿verdad?
¿Por qué se ha hecho este cambio? Es fácil de entender. Es una forma de poder decir ante los medios de comunicación que no se expulsa a nadie por aceptar una transfusión de sangre. Que es una decisión personal que toma cada testigo. Esta es la razón por la que votar y hacer la mili han pasado también a ser base para una desasociación.
Esta modificación sutil, pero sin cambios reales en las consecuencias sobre el “pecador”, ha permitido que se haya podido firmar un acuerdo con el gobierno de Bulgaria que levantó mucho ruido; incluso entre los mismos testigos de Jehová (empezando por un servidor). Te lo paso a resumir.
En un acuerdo firmado en 1998 por los Testigos de Jehová con el Gobierno de Bulgaria, ante la Comisión Europea de Derechos Humanos, el Gobierno búlgaro “accedió a introducir en su legislación, a la mayor brevedad posible, un modo de servicio civil alternativo al militar, para los objetores de conciencia, y registrar a los testigos de Jehová como religión”. Por otra parte, “la Sociedad Watch Tower se comprometió a expedir un comunicado, con respecto a su posición acerca de las transfusiones de sangre, que incluya en sus estatutos el que sus miembros deben tener libre elección en este asunto para sí mismos y para sus hijos, sin que se ejerza ningún tipo de control o sanción por parte de la Asociación” (puedes consultar este acuerdo en la página oficial ECHR –European Court of Human Rights-)
Este acuerdo armó, como puedes imaginar, bastante revuelo entre los mismos testigos de Jehová; razón por la cual la Sociedad envió cartas explicando esta postura. En la carta a las congregaciones (26 agosto 1998) se dice que: “En esa parte del acuerdo se pone de manifiesto que los testigos de Jehová deciden libre y personalmente si aceptan o rechazan una transfusión de sangre y que, si alguno aceptara una transfusión de sangre, no se le sancionaría o expulsaría por ello”. Agrega: “Todo Testigo decide por sí mismo respecto a las transfusiones de sangre sobre la base de su conciencia educada por la Biblia. No se trata de una decisión colectiva sino individual”.
Es evidente que lo que dice la Sociedad en ese acuerdo es una mentira descarada. Si el testigo de Jehová acepta una transfusión y no ve motivos por los que tenga que arrepentirse, entonces, se le dará el mismo trato que a una persona expulsada, pero no se le expulsará. Se le “desasociará”. ¿Entiendes ahora por qué aceptar una transfusión de sangre ha dejado de ser base para expulsión y ha pasado a ser demostración de desasociación?
Por lo tanto, queda demostrado que la Organización tiene un doble mensaje. Uno para los medios de comunicación: “Es una postura individual que toma a nivel personal cada testigo”, “No expulsamos a nadie por aceptar una transfusión de sangre”, etc. Y otro para los testigos.
Es demoledora la evidencia de que la postura de los testigos con respecto a las transfusiones de sangre no descansa en una decisión personal: se trata de una decisión colectiva. TODOS aceptan o rechazan las transfusiones en función de lo que enseñe el EFD. Dejan a criterio personal el tema de las fracciones “menores” que no lo entienden ni ellos. Recuerdo, cuando servía como siervo ministerial primero y luego como anciano, las muchas ocasiones en las que tenía que explicar este tema… Al final muchos me preguntaban: “¿Y qué tengo que poner entonces en este documento?”. Pobres...
Hazte estas preguntas: ¿Por qué el acuerdo con Bulgaria establece que no habrá sanciones sobre el Testigo búlgaro que acepte transfusiones de sangre cuando todos sabemos que eso no es así? ¿Por qué puedo recibir fracciones de los componentes principales de la sangre pero no la sangre completa ni sus componentes principales? ¿Dónde se enseña esto en la Biblia? ¿De dónde se obtienen esas fracciones “menores”? ¿No se obtienen de las donaciones de sangre que hacen los “mundanos”? ¿No está mal almacenar la sangre? Para obtener esas fracciones, ¿no es necesario almacenar y procesar sangre? ¿Por qué puedo aceptar fracciones de sangre pero no donar mi sangre para que se haga lo propio? Si las publicaciones del EFD reconocen que la sangre es un órgano y que los trasplantes de órganos son asunto de conciencia, ¿por qué no se deja a criterio personal el aceptar o donar sangre? Si las Escrituras prohíben la transfusión de plasma, ¿por qué se pueden transfundir todas sus partes por separado? ¿Por qué componentes como las plaquetas (0.17 % del volumen sanguíneo) y las células blancas (1 % del volumen sanguíneo) están prohibidos mientras que la albúmina, que ocupa el 2.2 % del volumen sanguíneo, está permitido? Si está permitido el tratamiento para los hemofílicos, que requiere la donación y almacenamiento de hasta 2500 unidades de sangre para un solo tratamiento, por qué se prohíbe la transfusión autóloga que supone almacenar nuestra propia sangre para una ocasión futura?
En fin, se podrían plantear muchísimas más preguntas relacionadas con “nuestra” postura con relación a este tema tanto desde el punto de vista médico y del sentido común, como desde el punto de vista doctrinal.