01 Jul, 2018, 05:21 AM
Hola.
Tengo 48 años. Estuve unos 20 años sirviendo a la Sociedad: 14 años como precursor y dos años como anciano. Fui un testigo de Jehova convencido.
Siempre tuve alguna duda; pero ya sabéis. La respuesta era siempre la misma: seguro que a su debido tiempo lo entenderé... y aquí afloraba en archiconocido texto de proverbios...
Durante un par de años, aún siendo todavía testigo de Jehova, decidí analizar varios temas que a un hermano carnal mío le habían llamado la atención. El ya llevaba algún tiempo desengañado. Yo tenía el propósito de ayudarle. Así que analicé en profundidad cada uno de esos temas: la sangre, 1914, 1925, 1975, la generación, la expulsión, etc.
Ya sabéis lo que pasó, ¿verdad? Fueron dos años horribles. No solo por lo que había descubierto; sino porque era imposible tratar estos temas. Hacerlo me exponía a ser expulsado...
La puntilla llegó cuando, al cabo de esos dos años me llegó el nombramiento como anciano. ¿Como era posible que el Espíritu Santo fuese tan torpe como para nombrarme anciano cuando peor estaba en sentido "espiritual"? La razón era clara: siempre había sido muy sincero y, en cierto sentido, era como una piedra en el zapato para un cuerpo de ancianos muy acomodado. Pero durante esos dos años me relajé totalmente... ahora, al parecer, sí satisfacía los requisitos...
EN fin, en un ejercicio de hipocresía y curiosidad, acepté. Tuve la oportunidad de estudiar el libro de los ancianos y las cartas, desde una perspectiva diferente. Eso fue demoledor. Cuando llegue al tema de cómo tratar el abuso de menores, ya no pude más. Tras varios intentos infructuosos tratando este tema con alguno testigos del depto legal de Betel, entendí que no podía seguir sirviendo como anciano. Presenté mi dimisión por motivos personales, adopté un perfil bajo y me fui "enfriando" poco a poco para no perder a parte de mi familia y amigos...
Afortunadamente mis padres, a día de hoy, ya lo han dejado; pero mi hermano pequeño (tengo dos) todavía sigue ahí...
Tengo varios objetivos. Pero uno de ellos es poner mi granito de arena en desenmascarar a esta Organización. Por estar razón he estado buscando foros como este. Espero que podamos aprovechar sinergias y que entre todos podamos ayudar a muchos.
Campañas informativas, organización de congresos, reuniones de ex miembros para compartir experiencias... son algunas de las actividades que creo que merece la pena plantear...
Quedo a vuestra disposición!
Un saludo a todos!
Tengo 48 años. Estuve unos 20 años sirviendo a la Sociedad: 14 años como precursor y dos años como anciano. Fui un testigo de Jehova convencido.
Siempre tuve alguna duda; pero ya sabéis. La respuesta era siempre la misma: seguro que a su debido tiempo lo entenderé... y aquí afloraba en archiconocido texto de proverbios...
Durante un par de años, aún siendo todavía testigo de Jehova, decidí analizar varios temas que a un hermano carnal mío le habían llamado la atención. El ya llevaba algún tiempo desengañado. Yo tenía el propósito de ayudarle. Así que analicé en profundidad cada uno de esos temas: la sangre, 1914, 1925, 1975, la generación, la expulsión, etc.
Ya sabéis lo que pasó, ¿verdad? Fueron dos años horribles. No solo por lo que había descubierto; sino porque era imposible tratar estos temas. Hacerlo me exponía a ser expulsado...
La puntilla llegó cuando, al cabo de esos dos años me llegó el nombramiento como anciano. ¿Como era posible que el Espíritu Santo fuese tan torpe como para nombrarme anciano cuando peor estaba en sentido "espiritual"? La razón era clara: siempre había sido muy sincero y, en cierto sentido, era como una piedra en el zapato para un cuerpo de ancianos muy acomodado. Pero durante esos dos años me relajé totalmente... ahora, al parecer, sí satisfacía los requisitos...
EN fin, en un ejercicio de hipocresía y curiosidad, acepté. Tuve la oportunidad de estudiar el libro de los ancianos y las cartas, desde una perspectiva diferente. Eso fue demoledor. Cuando llegue al tema de cómo tratar el abuso de menores, ya no pude más. Tras varios intentos infructuosos tratando este tema con alguno testigos del depto legal de Betel, entendí que no podía seguir sirviendo como anciano. Presenté mi dimisión por motivos personales, adopté un perfil bajo y me fui "enfriando" poco a poco para no perder a parte de mi familia y amigos...
Afortunadamente mis padres, a día de hoy, ya lo han dejado; pero mi hermano pequeño (tengo dos) todavía sigue ahí...
Tengo varios objetivos. Pero uno de ellos es poner mi granito de arena en desenmascarar a esta Organización. Por estar razón he estado buscando foros como este. Espero que podamos aprovechar sinergias y que entre todos podamos ayudar a muchos.
Campañas informativas, organización de congresos, reuniones de ex miembros para compartir experiencias... son algunas de las actividades que creo que merece la pena plantear...
Quedo a vuestra disposición!
Un saludo a todos!