07 Mar, 2020, 10:09 PM
Hace unos 5 años se analizó en este blog un video publicado en YT por un cierto "Padre Antonio", quien agregó la siguiente descripción: Un sacerdote [Carreira] destruye a un ateo en el plano intelectual. El ateo, al ver que no puede responder por falta de argumentos, trata de cambiar inútilmente el tema. Al final el sacerdote demuestra que por medio de la lógica y la física básica podemos concluir que Dios existe (o un mundo / condición que trasciende la materia), mientras que el pobre ateo reza para que se lo trague la tierra.
Ese mismo video ha sido citado recientemente en grupos de FB como una exhibición de la superioridad intelectual del fallecido cura Carreira sobre los ateos y de su demoledor argumento a favor de la vida eterna.
En esencia, Carreira afirmaba lo siguiente: si somos exclusivamente materia, sólo pueden actuar sobre nosotros las 4 fuerzas fundamentales conocidas: gravedad, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil. Pero de esas fuerzas no puede surgir la capacidad humana de entender una poesía, así que debemos ser algo más que materia, y ese algo bien puede sobrevivir a la muerte del cuerpo. Ese era su raciocinio, y le exigía al ateo una explicación.
El error de Carreira consiste en exigir explicaciones de fenómenos complejos sobre la base de fenómenos elementales.
Es como si se le exigiera al ingeniero mecánico que diseñó el motor de un automóvil una explicación de su funcionamiento a partir de la actividad de cada uno de los átomos que forman parte del motor y de su combustible, una tarea virtualmente imposible. Pero si se elige una capa descriptiva superior, el asunto deja de ser misterioso: si en lugar de fijarnos en los átomos del motor examinamos los cilindros, pistones, válvulas, bielas y cigueñal del motor, se puede justificar fácilmente el movimiento rotatorio que produce.
De la misma forma, es absurdo (o deshonesto) exigir explicaciones de la capacidad de reconocimiento de patrones (palabras, imágenes, ideas) del cerebro humano a partir de las 4 fuerzas fundamentales que actúan a escala subatómica. Esa capacidad no puede ser explicada a partir de la actividad de protones, neutrones y electrones. Pero si observamos que el cerebro está configurado como una red neuronal, y que se han reproducido artificialmente esas redes logrando resultados similares, el asunto ya no resulta tan difícil de aceptar.
El "razonamiento" de Carreira es una falacia de composición, una falacia que consiste en inferir que algo es verdadero acerca de un conjunto sólo porque es verdadero acerca de una o varias de sus partes o componentes: los átomos del cerebro no pueden comprender poesías, por lo tanto, un cerebro compuesto de átomos tampoco puede; debe existir "algo más".
El "argumento" de Carreira también podría aplicarse a animales no humanos, como los elefantes. No podemos pedirles que entiendan poesías, pero no deja de ser notable que se reconozcan a sí mismos en el espejo y que trabajen en equipo. Siguiendo la "lógica" del cura Carreira, esas capacidades no pueden explicarse a partir de las 4 fuerzas fundamentales conocidas, así que los elefantes deben ser algo más que materia, y ese algo bien puede sobrevivir a la muerte del cuerpo.
El cura Carreira tendría entonces que aceptar que los elefantes también pueden tener vida eterna, pero la iglesia a la que perteneció siempre les negó esa posibilidad. A estas contradicciones se llega cuando los dogmas se estrellan contra la realidad.
FUENTE: https://jackrational.blogspot.com/2020/02/259-la-falacia-del-sacerdote-manuel.html
Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto