13 Oct, 2021, 12:56 PM
Hola amigos, hoy les quiero compartir algo que me ha pasado en los últimos meses.
Creo que ya les he contado previamente que mi madre sufrió de depresión, producto de los altos estándares que la secta impone y que hacen que la gente se sienta mal por no poder cumplirlos.
Además, la expulsión de dos de sus hijos supuso para ella un tormento al no poder dirigirles la palabra, problemas matrimoniales y demás la condujeron cerca del punto sin retorno. Aún retumban en mis oídos las palabras de un anciano refiriéndose a mis padres como un "matrimonio fallido". Evidentemente los consejos de un electricista y un mecánico no hicieron más que arruinar las cosas, sus sugerencias denotaban no solo un desconocimiento de la biblia sino de la vida en general.
En todo esto estábamos cuando decidí abordar a una amiga que es psicóloga y conozco de muchos años, y ella amablemente se ofreció a ayudarme a obtener un diagnóstico. Ella diagnosticó depresión y sin obligarme me dio la opción de buscar un terapeuta, aunque evidentemente mi madre, sorprendida de que una joven recién graduada de la universidad con 23 años tuviera más aciertos que los ancianos de mi congregación, nos pidió tomar la terapia con mi amiga.
Desafortunadamente todos los años que perdimos el tiempo con los "médicos espirituales" pasaron factura, y ya no era suficiente la terapia, tuvimos que recurrir también a la psiquiatría y tomar medicinas; afortunadamente encontramos especialistas y precios accesibles (me da no sé qué cuando en retrospectiva mi papá le da gracia a Jehová por lo mucho que ha mejorado la situación, su fanatismo le impide ver qué tal vez gracias a "Jehová" pasaron todas las cosas malas en la familia).
Pues mi madre ha mejorado demasiado, ya no necesita tomar terapia y cada vez le disminuyen más la dosis de medicina. Me da gusto que ella es muy abierta a hablar de su padecimiento con quién está en una situación similar, y no duda en recomendar acudir a un especialista si cree que eso puede ayudar a la persona.
La psicóloga hizo un excelente trabajo porque ayudó a mi madre a ver de manera equilibrada las cosas, sin necesidad de meterse con la religión, eso es muy difícil.
Hasta aquí quedaría todo, de no ser porque aún tengo hermanos menores en casa de mis padres, y se está repitiendo el mismo patrón de querer obligarlos a que hagan carrera en la organización, sigue el adoctrinamiento, la presión, al grado que uno de mis hermanos menores, quien no ha terminado ni la secundaria, ha sido canalizado a terapia también, porque nuevamente el nivel de compromiso que requiere la Watchtower le causa presión y problemas.
Yo ya no puedo permitir que ese mismo patrón se repita, y creo que pronto tendré que hablar con mi padre para declararle mi apostasía, pero mientras tanto me animé por primera vez a la psicóloga a contarle que estamos dentro de una secta, y le expliqué los motivos por los cuales la WT es una secta.
Esto sucedió porque le pedí sugerencias de una bibliografía sobre sectas y control mental, ella me comentó que no conocía ninguna bibliografía al respecto, solo algunas cosas sobre control de masas, pero nada específico a lo que yo estaba buscando.
Fue ahí cuando le hablé del libro de Steven Hassan "como combatir el control mental de las sectas", y le comenté algunos puntos relevantes.
Fue para ella una gran sorpresa, pues llegó a entender gran parte de los problemas de mi familia, tanto los pasados como presentes, ella nunca creyó que el control en esta secta es tan firme, en todo aspecto de la vida. Mi amiga creía que con eso de no tener trato con los expulsados, tal vez mi madre estaba exagerando en aplicar las reglas, pero le hice notar que no es así, la secta en realidad requiere eso de sus fieles. Tuvimos una plática más detallada y le envié el libro en cuestión en formato digital.
Me contó que ha tenido varios clientes testigos, pero ni ella ni ellos alguna vez asociaron seriamente sus problemas con la religión. Ella siempre creyó que los TJ eran buenas personas con buenas prácticas, y que la expulsión y otras prácticas eran fanatismo por parte del feligrés, no de la cúpula.
Recientemente me comentó que ese libro le ha ayudado a comprender en qué tipo de problema realmente están inmersos los testigos que acuden a su consultorio, y que ahora aplica estrategias para ayudar a romper el control mental, lo cual es un poco difícil porque tiene que ser muy disimulado.
Al final de cuentas, no es que ella intente decirles que están en una secta, solo ayuda a las personas a ver más allá de la WT, a qué no tengan miedo a preguntarse porqué creen en lo que creen, y a buscar respuesta a sus preguntas más allá de la biblioteca en línea, con acceso a la información cada persona tomará su propia decisión.
De igual forma, hace poco me abordó un joven expulsado, comentándome que está un poco desilusionado porque no le han permitido volver a la organización los que han atendido su comité. No quise hablarle de religión ni de Jehová ni nada de eso. Solo le comenté que q veces hay un vacío en nuestra vida y que es importante llenarlo, que no todo en la vida es subrayar atalayas, que cultivara un pasatiempo, saliera con amigos, practicar deporte y si se sigue sintiendo triste, buscar ayuda profesional, no le recomendé nada de oración ni le leí ningún salmo.
Me dio gusto que el joven me marcó nuevamente para agradecerme y comentarme que ya está buscando un psicólogo. Sé que si se enteran los otros ancianetes de la congregación me llamarán la atención por mi clase de consejos, pero me siento satisfecho por lo que hice.
A lo que voy con todo esto es: urge que los profesionales de la salud entiendan a qué se enfrentan cuando un TJ acude a ellos, urge que entiendan que la secta es el problema, creo que no hay información especializada desde el punto de vista médico sobre el fenómeno de los TJ, o por lo menos no he encontrado, si hay algo me lo pueden hacer saber. De momento creo que lo más cercano a un estudio que permita ayudar a un paciente en esta condición es el libro de Hassan, pero ojalá hubiera alguna tesis sobre la psicología y los TJ.
Y otra cosa importante, si acudimos al psicólogo, hablar claro nos ayudará muchísimo, y ayudará al profesional a entender qué son los TJ. La primera vez que busqué ayuda para mí madre, no le comenté nada a la psicóloga sobre nuestra religión, en parte porque aún no despertaba de lleno y no entendía la relación, pero tampoco lo hice porque creía que eso traería... ¿Qué creen? ¿Qué piensan que voy a decir? Exacto: Oprobio al nombre de Jehová.
Entonces no nos limitemos, si es necesario expresarse en los peores términos de esta secta, adelante, ellos no se miden al calificarnos con todos los adjetivos despreciables para apóstatas.
"¿Hay alguien que se sienta enfermo? Que llame a los psicólogos quienes le sanarán con terapia y Clonazepam, también, si cometió algún pecado le será perdonado".
Creo que ya les he contado previamente que mi madre sufrió de depresión, producto de los altos estándares que la secta impone y que hacen que la gente se sienta mal por no poder cumplirlos.
Además, la expulsión de dos de sus hijos supuso para ella un tormento al no poder dirigirles la palabra, problemas matrimoniales y demás la condujeron cerca del punto sin retorno. Aún retumban en mis oídos las palabras de un anciano refiriéndose a mis padres como un "matrimonio fallido". Evidentemente los consejos de un electricista y un mecánico no hicieron más que arruinar las cosas, sus sugerencias denotaban no solo un desconocimiento de la biblia sino de la vida en general.
En todo esto estábamos cuando decidí abordar a una amiga que es psicóloga y conozco de muchos años, y ella amablemente se ofreció a ayudarme a obtener un diagnóstico. Ella diagnosticó depresión y sin obligarme me dio la opción de buscar un terapeuta, aunque evidentemente mi madre, sorprendida de que una joven recién graduada de la universidad con 23 años tuviera más aciertos que los ancianos de mi congregación, nos pidió tomar la terapia con mi amiga.
Desafortunadamente todos los años que perdimos el tiempo con los "médicos espirituales" pasaron factura, y ya no era suficiente la terapia, tuvimos que recurrir también a la psiquiatría y tomar medicinas; afortunadamente encontramos especialistas y precios accesibles (me da no sé qué cuando en retrospectiva mi papá le da gracia a Jehová por lo mucho que ha mejorado la situación, su fanatismo le impide ver qué tal vez gracias a "Jehová" pasaron todas las cosas malas en la familia).
Pues mi madre ha mejorado demasiado, ya no necesita tomar terapia y cada vez le disminuyen más la dosis de medicina. Me da gusto que ella es muy abierta a hablar de su padecimiento con quién está en una situación similar, y no duda en recomendar acudir a un especialista si cree que eso puede ayudar a la persona.
La psicóloga hizo un excelente trabajo porque ayudó a mi madre a ver de manera equilibrada las cosas, sin necesidad de meterse con la religión, eso es muy difícil.
Hasta aquí quedaría todo, de no ser porque aún tengo hermanos menores en casa de mis padres, y se está repitiendo el mismo patrón de querer obligarlos a que hagan carrera en la organización, sigue el adoctrinamiento, la presión, al grado que uno de mis hermanos menores, quien no ha terminado ni la secundaria, ha sido canalizado a terapia también, porque nuevamente el nivel de compromiso que requiere la Watchtower le causa presión y problemas.
Yo ya no puedo permitir que ese mismo patrón se repita, y creo que pronto tendré que hablar con mi padre para declararle mi apostasía, pero mientras tanto me animé por primera vez a la psicóloga a contarle que estamos dentro de una secta, y le expliqué los motivos por los cuales la WT es una secta.
Esto sucedió porque le pedí sugerencias de una bibliografía sobre sectas y control mental, ella me comentó que no conocía ninguna bibliografía al respecto, solo algunas cosas sobre control de masas, pero nada específico a lo que yo estaba buscando.
Fue ahí cuando le hablé del libro de Steven Hassan "como combatir el control mental de las sectas", y le comenté algunos puntos relevantes.
Fue para ella una gran sorpresa, pues llegó a entender gran parte de los problemas de mi familia, tanto los pasados como presentes, ella nunca creyó que el control en esta secta es tan firme, en todo aspecto de la vida. Mi amiga creía que con eso de no tener trato con los expulsados, tal vez mi madre estaba exagerando en aplicar las reglas, pero le hice notar que no es así, la secta en realidad requiere eso de sus fieles. Tuvimos una plática más detallada y le envié el libro en cuestión en formato digital.
Me contó que ha tenido varios clientes testigos, pero ni ella ni ellos alguna vez asociaron seriamente sus problemas con la religión. Ella siempre creyó que los TJ eran buenas personas con buenas prácticas, y que la expulsión y otras prácticas eran fanatismo por parte del feligrés, no de la cúpula.
Recientemente me comentó que ese libro le ha ayudado a comprender en qué tipo de problema realmente están inmersos los testigos que acuden a su consultorio, y que ahora aplica estrategias para ayudar a romper el control mental, lo cual es un poco difícil porque tiene que ser muy disimulado.
Al final de cuentas, no es que ella intente decirles que están en una secta, solo ayuda a las personas a ver más allá de la WT, a qué no tengan miedo a preguntarse porqué creen en lo que creen, y a buscar respuesta a sus preguntas más allá de la biblioteca en línea, con acceso a la información cada persona tomará su propia decisión.
De igual forma, hace poco me abordó un joven expulsado, comentándome que está un poco desilusionado porque no le han permitido volver a la organización los que han atendido su comité. No quise hablarle de religión ni de Jehová ni nada de eso. Solo le comenté que q veces hay un vacío en nuestra vida y que es importante llenarlo, que no todo en la vida es subrayar atalayas, que cultivara un pasatiempo, saliera con amigos, practicar deporte y si se sigue sintiendo triste, buscar ayuda profesional, no le recomendé nada de oración ni le leí ningún salmo.
Me dio gusto que el joven me marcó nuevamente para agradecerme y comentarme que ya está buscando un psicólogo. Sé que si se enteran los otros ancianetes de la congregación me llamarán la atención por mi clase de consejos, pero me siento satisfecho por lo que hice.
A lo que voy con todo esto es: urge que los profesionales de la salud entiendan a qué se enfrentan cuando un TJ acude a ellos, urge que entiendan que la secta es el problema, creo que no hay información especializada desde el punto de vista médico sobre el fenómeno de los TJ, o por lo menos no he encontrado, si hay algo me lo pueden hacer saber. De momento creo que lo más cercano a un estudio que permita ayudar a un paciente en esta condición es el libro de Hassan, pero ojalá hubiera alguna tesis sobre la psicología y los TJ.
Y otra cosa importante, si acudimos al psicólogo, hablar claro nos ayudará muchísimo, y ayudará al profesional a entender qué son los TJ. La primera vez que busqué ayuda para mí madre, no le comenté nada a la psicóloga sobre nuestra religión, en parte porque aún no despertaba de lleno y no entendía la relación, pero tampoco lo hice porque creía que eso traería... ¿Qué creen? ¿Qué piensan que voy a decir? Exacto: Oprobio al nombre de Jehová.
Entonces no nos limitemos, si es necesario expresarse en los peores términos de esta secta, adelante, ellos no se miden al calificarnos con todos los adjetivos despreciables para apóstatas.
"¿Hay alguien que se sienta enfermo? Que llame a los psicólogos quienes le sanarán con terapia y Clonazepam, también, si cometió algún pecado le será perdonado".