21 Dec, 2023, 12:58 AM
A veces en las noches o cuando salgo a caminar tengo mis espacios tranquilos donde pienso muchas cosas. Pero siempre de un tiempo para acá que mi mente descubrió la verdad de la "verdad" tengo que repetirme constantemente frases para no sentirme culpable por todo lo que viví y no pude ver.
Las comparto con ustedes por si les sirven de consuelo o ayuda que en ocasiones hay momentos duros que no siempre encontramos las palabras adecuadas para definir lo que sentimos.
Pero no es tu culpa que ese día que tocaron tu puerta para hablarte de Jehová tú abrieras tu corazón con personas que solo tenían un solo objetivo hacerte creer las mismas mentiras que ellos creen.
No es tu culpa haber sido vulnerable en algunos momentos.
No es tu culpa que exista un sistema de captación de adeptos tan organizada que está preparado para captar a personas vulnerables.
No es tu culpa haber dedicado tanto tiempo a comprender y poner tu fe en algo que es incierto y que te presentaron como la verdad absoluta en ese momento.
No es tu culpa haber confiado en alguien que de buen corazón creía que estaba haciendo la voluntad de un ser superior y poderoso, cuando en realidad solo seguía órdenes de un par de hombres comunes y corrientes sentados en una hermosa oficina en Nueva York.
No es tu culpa haber confiado en tu familia acerca de lo que ellos han creído desde su tierna infancia y que si no lo hacían serían rechazados y ese miedo fue lo único que pudieron transmitir en tu crianza.
No es tu culpa haber dedicado tanto tiempo y energías de cuando eras joven, adulto o en tu vejez a algo en lo que realmente creías que cambiara tu vida para siempre en un paraíso o nuevo mundo.
No es tu culpa haber estado noches sin dormir pensando y pensando que es lo que sería de tu vida si todo esto era una gran y vil mentira.
No es tu culpa haber pensado que un ser superior arreglaría todos tus problemas y traería de nuevo a tus seres queridos que tanto extrañas.
No es tu culpa haber decidido antes cosas que quizá no querías pero por miedo a un tal "Jehová" creíste que era lo mejor.
No es tu culpa haber hecho a otras personas a creer lo que tú creíste que era lo mejor que podía haber en el mundo y que era lo mejor para ellos.
No es tu culpa el tener que cambiar tu manera de pensar porque los demás se han limitado a decidir las cosas importantes de su vida en base a lo que un grupo de hombres mortales cree que es mejor.
No es tu culpa empezar a "decepcionar" a amigos y familia porque ya no pones en primer lugar a un Dios que nadie conoce y ha visto.
No es tu culpa disfrutar de las cosas que este "mundo malvado" ofrece y que para otros son cosas de Satanas y pecado.
No es tu culpa tener que escoger algo que normalmente la gente no tiene que escoger: su libertad y la capacidad de elegir que es lo que quiere hacer con su vida.
Con mucho amor, agradezco lo que me pasó porque así sé que el día de mañana estoy preparado para lo que sigue.
Todo este aprendizaje y desarrollo en mi vida no lo cambiaría por nada, ahora sé tantas cosas que mucha gente que se encuentra en cualquier otra religión no sabe, y tuve los cimientos morales y la guía necesaria para poder empezar a pensar por mí mismo.
Aunque me dolió y me sentí incómodo por tantos sentimientos diferentes, entendí que de eso va la vida. De exponerse a situaciones incómodas para entenderlas y comprenderlas.
Ahora soy más feliz y vivo más consciente de mi realidad.
Gracias a ustedes por todo el apoyo y cariño en todo este proceso.
Las comparto con ustedes por si les sirven de consuelo o ayuda que en ocasiones hay momentos duros que no siempre encontramos las palabras adecuadas para definir lo que sentimos.
Pero no es tu culpa que ese día que tocaron tu puerta para hablarte de Jehová tú abrieras tu corazón con personas que solo tenían un solo objetivo hacerte creer las mismas mentiras que ellos creen.
No es tu culpa haber sido vulnerable en algunos momentos.
No es tu culpa que exista un sistema de captación de adeptos tan organizada que está preparado para captar a personas vulnerables.
No es tu culpa haber dedicado tanto tiempo a comprender y poner tu fe en algo que es incierto y que te presentaron como la verdad absoluta en ese momento.
No es tu culpa haber confiado en alguien que de buen corazón creía que estaba haciendo la voluntad de un ser superior y poderoso, cuando en realidad solo seguía órdenes de un par de hombres comunes y corrientes sentados en una hermosa oficina en Nueva York.
No es tu culpa haber confiado en tu familia acerca de lo que ellos han creído desde su tierna infancia y que si no lo hacían serían rechazados y ese miedo fue lo único que pudieron transmitir en tu crianza.
No es tu culpa haber dedicado tanto tiempo y energías de cuando eras joven, adulto o en tu vejez a algo en lo que realmente creías que cambiara tu vida para siempre en un paraíso o nuevo mundo.
No es tu culpa haber estado noches sin dormir pensando y pensando que es lo que sería de tu vida si todo esto era una gran y vil mentira.
No es tu culpa haber pensado que un ser superior arreglaría todos tus problemas y traería de nuevo a tus seres queridos que tanto extrañas.
No es tu culpa haber decidido antes cosas que quizá no querías pero por miedo a un tal "Jehová" creíste que era lo mejor.
No es tu culpa haber hecho a otras personas a creer lo que tú creíste que era lo mejor que podía haber en el mundo y que era lo mejor para ellos.
No es tu culpa el tener que cambiar tu manera de pensar porque los demás se han limitado a decidir las cosas importantes de su vida en base a lo que un grupo de hombres mortales cree que es mejor.
No es tu culpa empezar a "decepcionar" a amigos y familia porque ya no pones en primer lugar a un Dios que nadie conoce y ha visto.
No es tu culpa disfrutar de las cosas que este "mundo malvado" ofrece y que para otros son cosas de Satanas y pecado.
No es tu culpa tener que escoger algo que normalmente la gente no tiene que escoger: su libertad y la capacidad de elegir que es lo que quiere hacer con su vida.
Con mucho amor, agradezco lo que me pasó porque así sé que el día de mañana estoy preparado para lo que sigue.
Todo este aprendizaje y desarrollo en mi vida no lo cambiaría por nada, ahora sé tantas cosas que mucha gente que se encuentra en cualquier otra religión no sabe, y tuve los cimientos morales y la guía necesaria para poder empezar a pensar por mí mismo.
Aunque me dolió y me sentí incómodo por tantos sentimientos diferentes, entendí que de eso va la vida. De exponerse a situaciones incómodas para entenderlas y comprenderlas.
Ahora soy más feliz y vivo más consciente de mi realidad.
Gracias a ustedes por todo el apoyo y cariño en todo este proceso.