01 Aug, 2024, 04:03 PM
I.
Han pasado 18 años desde que conocí a los testigos de Jehová, 15 desde que empecé un estudio bíblico con ellos, 14 desde que fui a la primer reunión, 12 desde que me bauticé y ahora poco mas de 2 años desde que me desasocié. A finales de este 2024 cumplo 34 años de edad y veo que mas de la mitad de mi vida se ha visto afectada por la secta (para bien o para mal) y de hecho así lo será para el resto de mi vida.
Hay veces que pienso mucho en ello y me pregunto que hubiera sido de mi si nunca le hubiera dado entrada en mi vida a la secta pero veo que de un modo u otro era hasta cierta forma inevitable y después de un tiempo ahora ya totalmente alejado de la secta y sin temor a que quienes me conocen sepan que soy un apóstata (lo cual no me da ni vergüenza, al contrario jejeje) he querido relatar un poco acerca del contexto de mi entrada y salida de la secta y lo que me llevó a mi, un simple joven sin familiares ni antecedentes testiguiles a que me uniera a una secta peligrosa, manipuladora y controladora.
He de empezar diciendo que nunca me llamó la atención la religión ni pertenecí (al menos en la práctica) a alguna otra a pesar de haber sido bautizado y hacer la primera comunión bajo la religión católica y haber ido de vez en cuando a misas que se celebraban los domingos. De ahí en fuera no hay mucho que decir y la verdad no tengo más recuerdos.
Proveniente de una familia de clase media tirándola a clase media baja, aunque nunca nos faltó nada pero tampoco vivíamos con lujos ya saben, nacido en 1990 y la infancia de lujo en esa década era tener siempre regalos en navidad, juguetes a control remoto, consolas de videojuegos… o tal vez era de lo mas normal pero no era nuestro caso… aunque si teníamos regalos no eran aquellos los mas vistosos ni nada que presumir a los amigos jejeje, ya saben cómo uno es de niño. En cuanto a la vida familiar pues tampoco teníamos lujos: mi mamá se dedicaba al hogar, mi papá a su negocio y tampoco es que le fuera de maravilla (aunque ya después nos dimos cuenta que era un problema suyo hmmm, ya ahondaré en detalles más adelante), nos la pasábamos cambiando de hogar debido a que como mis papás no tenían casa propia pues había que rentar otra, nunca hubo coche en la familia, tampoco viajes mas que los que se hacían en la escuela y que con esfuerzo nuestros padres pagaban y pues bueno, como ven no faltaba nada pero ni de chiste sobraba tampoco, sabíamos cuál era la condición económica de nuestros padres.
Soy el mayor de 3 hermanos varones y creo que al menos la situación socioeconómica (a pesar de las carencias si lo queremos llamar así) nunca fue un problema mayor ni algo de lo cual nosotros como hijos sintiéramos pesar al menos a durante los primeros 15 años de nuestra vida y los primeros 3 del hermano menor. Si bien sabíamos y éramos conscientes de las discusiones de nuestros padres las veíamos como normales dentro de cualquier matrimonio, nunca nos hubiéramos imaginado lo que había tras bambalinas…
Regreso un poco en el tiempo, dentro de los primeros 15 años de mi vida todo había transcurrido con normalidad, padre y madre al lado de uno desde niño (aunque luego supe que originalmente mi padre había huido de su responsabilidad paternal en cuanto supo que mi mamá estaba embarazada y caí en cuenta que por eso no llevo el nombre de mi padre sino el de un tío jajajaja), el chiste es que poco después de yo nacer mis papás vuelven a estar juntos y al poco tiempo mi hermano mediano nace. Así fuimos creciendo mi hermano y yo dentro de una familia “normal” y el y yo a ser de prácticamente de edades similares siempre nos complementamos e incluso a pesar de ser de caracteres, personalidades y estereotipo diferentes: Mi hermano siempre fue el típico hijo rebelde y peleonero al menos durante su infancia y que no le agradaba del todo la escuela, de hecho no terminó la escuela preparatoria, más fiestero y vago, yo en cambio el típico hijo ejemplar, mas obediente (a veces no tanto jejeje) y que le iba bien en la escuela, enfocado en ella y leer diversos temas de historia y no tan fiestero. Por cierto, mi hermano si lleva el nombre de nuestro padre jajajaja. Para el 2002 viene el tercer y último hijo, con bastante diferencia de esad respecto a mi hermano mediano y yo.
A medida que fuimos creciendo mi hermano mediano y yo nos dimos cuenta que las discusiones de nuestros padres no eran del típico problema que surge en un matrimonio normal, de repente las discusiones giraban en torno al dinero. De pronto ya no alcanzaba para nada, no había ni siquiera para pagar los servicios básicos del hogar, la escuela, comida y ya no hablemos de aquellos juguetes o regalos esporádicos que teníamos, ni pensar de lo que considerábamos lujo, sencillamente la situación empezó a cambiar y lo que antes era un básico ahora carecía. Repito, no hubo un solo día que nos faltara comida en la mesa y la verdad no sabíamos como le hacia mi mamá para ello pero a medida que pasaba el tiempo nos íbamos dado cuenta como es que libraba estas situaciones y se volvió en parte un circulo vicioso del cual le costó tanto trabajo salir y sus consecuencias.
La verdad no sé cuántos mensajes de estos tendré que hacer pero en los espacios libres que tenga los iré publicando ya que quiero que sean concisos y con datos relevantes a la narrativa pero sin dejar pasar elementos clave.
Han pasado 18 años desde que conocí a los testigos de Jehová, 15 desde que empecé un estudio bíblico con ellos, 14 desde que fui a la primer reunión, 12 desde que me bauticé y ahora poco mas de 2 años desde que me desasocié. A finales de este 2024 cumplo 34 años de edad y veo que mas de la mitad de mi vida se ha visto afectada por la secta (para bien o para mal) y de hecho así lo será para el resto de mi vida.
Hay veces que pienso mucho en ello y me pregunto que hubiera sido de mi si nunca le hubiera dado entrada en mi vida a la secta pero veo que de un modo u otro era hasta cierta forma inevitable y después de un tiempo ahora ya totalmente alejado de la secta y sin temor a que quienes me conocen sepan que soy un apóstata (lo cual no me da ni vergüenza, al contrario jejeje) he querido relatar un poco acerca del contexto de mi entrada y salida de la secta y lo que me llevó a mi, un simple joven sin familiares ni antecedentes testiguiles a que me uniera a una secta peligrosa, manipuladora y controladora.
He de empezar diciendo que nunca me llamó la atención la religión ni pertenecí (al menos en la práctica) a alguna otra a pesar de haber sido bautizado y hacer la primera comunión bajo la religión católica y haber ido de vez en cuando a misas que se celebraban los domingos. De ahí en fuera no hay mucho que decir y la verdad no tengo más recuerdos.
Proveniente de una familia de clase media tirándola a clase media baja, aunque nunca nos faltó nada pero tampoco vivíamos con lujos ya saben, nacido en 1990 y la infancia de lujo en esa década era tener siempre regalos en navidad, juguetes a control remoto, consolas de videojuegos… o tal vez era de lo mas normal pero no era nuestro caso… aunque si teníamos regalos no eran aquellos los mas vistosos ni nada que presumir a los amigos jejeje, ya saben cómo uno es de niño. En cuanto a la vida familiar pues tampoco teníamos lujos: mi mamá se dedicaba al hogar, mi papá a su negocio y tampoco es que le fuera de maravilla (aunque ya después nos dimos cuenta que era un problema suyo hmmm, ya ahondaré en detalles más adelante), nos la pasábamos cambiando de hogar debido a que como mis papás no tenían casa propia pues había que rentar otra, nunca hubo coche en la familia, tampoco viajes mas que los que se hacían en la escuela y que con esfuerzo nuestros padres pagaban y pues bueno, como ven no faltaba nada pero ni de chiste sobraba tampoco, sabíamos cuál era la condición económica de nuestros padres.
Soy el mayor de 3 hermanos varones y creo que al menos la situación socioeconómica (a pesar de las carencias si lo queremos llamar así) nunca fue un problema mayor ni algo de lo cual nosotros como hijos sintiéramos pesar al menos a durante los primeros 15 años de nuestra vida y los primeros 3 del hermano menor. Si bien sabíamos y éramos conscientes de las discusiones de nuestros padres las veíamos como normales dentro de cualquier matrimonio, nunca nos hubiéramos imaginado lo que había tras bambalinas…
Regreso un poco en el tiempo, dentro de los primeros 15 años de mi vida todo había transcurrido con normalidad, padre y madre al lado de uno desde niño (aunque luego supe que originalmente mi padre había huido de su responsabilidad paternal en cuanto supo que mi mamá estaba embarazada y caí en cuenta que por eso no llevo el nombre de mi padre sino el de un tío jajajaja), el chiste es que poco después de yo nacer mis papás vuelven a estar juntos y al poco tiempo mi hermano mediano nace. Así fuimos creciendo mi hermano y yo dentro de una familia “normal” y el y yo a ser de prácticamente de edades similares siempre nos complementamos e incluso a pesar de ser de caracteres, personalidades y estereotipo diferentes: Mi hermano siempre fue el típico hijo rebelde y peleonero al menos durante su infancia y que no le agradaba del todo la escuela, de hecho no terminó la escuela preparatoria, más fiestero y vago, yo en cambio el típico hijo ejemplar, mas obediente (a veces no tanto jejeje) y que le iba bien en la escuela, enfocado en ella y leer diversos temas de historia y no tan fiestero. Por cierto, mi hermano si lleva el nombre de nuestro padre jajajaja. Para el 2002 viene el tercer y último hijo, con bastante diferencia de esad respecto a mi hermano mediano y yo.
A medida que fuimos creciendo mi hermano mediano y yo nos dimos cuenta que las discusiones de nuestros padres no eran del típico problema que surge en un matrimonio normal, de repente las discusiones giraban en torno al dinero. De pronto ya no alcanzaba para nada, no había ni siquiera para pagar los servicios básicos del hogar, la escuela, comida y ya no hablemos de aquellos juguetes o regalos esporádicos que teníamos, ni pensar de lo que considerábamos lujo, sencillamente la situación empezó a cambiar y lo que antes era un básico ahora carecía. Repito, no hubo un solo día que nos faltara comida en la mesa y la verdad no sabíamos como le hacia mi mamá para ello pero a medida que pasaba el tiempo nos íbamos dado cuenta como es que libraba estas situaciones y se volvió en parte un circulo vicioso del cual le costó tanto trabajo salir y sus consecuencias.
La verdad no sé cuántos mensajes de estos tendré que hacer pero en los espacios libres que tenga los iré publicando ya que quiero que sean concisos y con datos relevantes a la narrativa pero sin dejar pasar elementos clave.