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Carta de Richard Dawkins a su hija Juliet
#1

Carta de Richard Dawkins a su hija Juliet cuando tenía 10 años


Querida Juliet:

Ahora que has cumplido 10 años, quiero escribirte acerca de una cosa que para mí es muy importante. ¿Alguna vez te has preguntado cómo sabemos las cosas que sabemos? ¿Cómo sabemos, por ejemplo, que las estrellas que parecen pequeños pinchazos de alfileres en el cielo, son en realidad gigantescas bolas de fuego como el Sol, pero que están muy lejanas? ¿Y cómo sabemos que la Tierra es una bola más pequeña, que gira alrededor de una de esas estrellas, el Sol?
La respuesta a esas preguntas es “por la evidencia”.
A veces, “evidencia” significa literalmente ver (u oír, palpar, oler) que una
cosa es cierta. Los astronautas han viajado lo suficientemente lejos de la Tierra lo
suficiente como para ver con sus propios ojos que es redonda. Otras veces, nuestros ojos necesitan ayuda. El “lucero del alba” parece un brillante centelleo en el cielo, pero con un telescopio puedes ver que se trata de una hermosa esfera - el planeta que llamamos Venus. Lo que aprendemos viéndolo directamente (u oyéndolo, palpándolo, etc.) es llamado una observación.

A menudo la evidencia no solamente observación, pero siempre se apoya en sus espaldas. Si ha habido un asesinato, lo más común es que nadie (excepto el asesino y la persona muerta!) lo haya observado. que nadie lo haya observado (excepto el asesino y la persona asesinada). Pero los detectives pueden reunir otras muchas observaciones, que puedan todas señalar a un sospechoso en particular.
Si las huellas dactilares de una persona coinciden con las encontradas en un puñal, esto es evidencia de que dicha persona lo tocó. No demuestra que cometiera el asesinato, pero puede ayudar a hacerlo cuando se vincula con muchas otras evidencias.
A veces, un detective puede pensar en un montón de observaciones y de pronto se da cuenta de que todas encajan y tienen sentido si fue el sospechoso el que cometió el asesinato.

Los científicos -especialistas en descubrir lo que es cierto en el mundo y el Universo- a menudo trabajan como detectives. Hacen una suposición (llamada hipótesis) de lo que puede ser cierto. Luego se dicen a sí mismos: si esto fuera realmente cierto, deberíamos observar tal y tal cosa. A esto se llama predicción. Por ejemplo si el mundo es verdaderamente redondo, podríamos predecir que un viajero, avanzando siempre en la misma dirección, debería eventualmente encontrarse otra vez en el punto de partida. Cuando un doctor dice que tienes sarampión, no te mira y ve sarampión. Su primer vistazo le proporciona una hipótesis de que puede que tengas sarampión. Entonces se dice a sí mismo: “Si realmente tiene el sarampión, yo debería observar….” y empieza a repasar toda su lista de predicciones comprobándolas con sus propios ojos (¿tienes manchas?), con sus manos (¿tienes caliente la frente?) y con sus oídos (¿te suena el pecho al respirar como suena cuando se tiene el sarampión?). Sólo entonces se decide y dice “Yo doy el diagnóstico de que la niña tiene sarampión”. A veces, los médicos necesitan realizar otras pruebas, como análisis de sangre o rayos x, para ayudar a sus ojos, manos y oidos al hacer las observaciones.

La manera en que los científicos utilizan la evidencia para aprender cosas del mundo es mucho más inteligente y complicada de lo que puedo explicar en una breve carta. Pero ahora quiero que nos movamos de la evidencia, que es una buena razón para creer algo, y advertirte acerca de tres malas razones para creer en algo. Se llaman “tradición”, “autoridad” y “revelación”.

Empecemos por la tradición. Hace unos meses estuve en televisión para tener una discusión con unos 50 niños. Estos niños habían sido invitados porque habían sido educados en muchar religiones diferentes. Algunos habían sido educados como Cristianos, otros como Judíos, Musulmanes, Hindúes, sijs. El presentador iba con el micrófono de niño en niño, preguntándoles lo que creían. Lo que ellos decían demuestra exactamente a lo que me refiero por “tradición”. Resultó que sus creencias no tenían ninguna conexion con la evidencia. Ellos revelaron las creencias de sus padres y abuelos, las cuales tampoco estaban basadas en la evidencia. Decían cosas como “Nosotros los Hindues creemos tal y tal cosa”, “Nosotros los musulmanes creemos esto y lo otro”, “Nosotros los cristianos creemos en cosa diferente”.
Como es lógico, dado que todos ellos creían cosas diferentes, era imposible que todos estuvieran en lo cierto. Por lo visto, al hombre del micrófono esto le parecía completamente apropiado, y ni siquiera intentó que discutan sus diferencias entre ellos. Pero este no es el punto al que quiero llegar. Simplemente quiero preguntar de dónde vienen sus creencias. Sus creencias provenían de la tradición. La tradición significa la transmisión de creencias de los abuelos a los padres, de los padres a los hijos, y así sucesivamente. O mediante libros transmitidos a través de los siglos. Las creencias tradicionales a menudo se originan casi de la nada; tal vez alguien las inventa originalmente, como las historias sobre Thor y Zeus. Pero cuando se han transmitido a través de los siglos, el mero hecho de que sean tan antiguas las hace parecer especiales. Las personas creen cosas simplemente porque personas han creído lo mismo durante siglos. Eso es tradición.

El problema con la tradición es que, sin importar hace cuanto tiempo se inventó una historia, sigue siendo exactamente tan cierta o falsa como originalmente era. Si te inventas una historia que no es cierta, transmitirla por muchos siglos no hara que sea cierta!.

La gran mayoría de las personas en Inglaterra, ha sido bautizadas en la Iglesia de Inglaterra, pero esta no es más que una de las muchas ramas de la religión Cristiana. Existen otras ramas como la Ortodoxa Rusa, la Católica Romana y las iglesias Metodistas. Todas ellas creen cosas distintas. La religión Judía y la Musulmana son un poco más distintas; y existen distintas clases de Judíos y Musulmanes. La gente que cree cosas incluso ligeramente diferentes a menudo van a la guerra por sus diferencias. Podrías pensar que deben tener algunas razones bastante buenas - evidencias - para creer lo que creen. Pero lo cierto es que sus diferentes creencias se deben únicamente a tradiciones diferentes.

Vamos a hablar de una tradición en particular. Los católicos creen que María, la madre de Jesús, era tan especial que no murió, sino que fue elevada al cielo corporalmente. Otras tradiciones cristianas discrepan, diciendo que María murió como cualquier otra persona. Estas otras religiones no hablan mucho de María, ni la llaman “Reina del cielo”, como hacen los católicos. La tradición de que María fue elvada corporamente al cielo no es muy antigua. La Biblia no dice nada de cómo o cuándo murió; de hecho, a la pobre mujer apenas se la menciona en la Biblia. La creencia de que su cuerpo fue levantado a los cielos no se inventó hasta unos seis siglos después del tiempo de Jesús. Al iniciosimplemente fue inventado, de la misma forma que la historia de Blancanieves fue inventada. Pero, con el paso de los siglos, se convirtió en una tradición y la gente empezó a tomársela seriamente sólo porque la historia se había transmitido por muchas generaciones. Mientras más antigua se vuelve una tradición, más gente se la toma en serio. Finalmente, se declaró como una creencia oficial de la Iglesia Católica muy recientemente,en 1950. Pero la historia no era más cierta en 1950 que cuando se se la inventó, 600 años después de la muerte de María.

Voy a volver a la tradición al final de esta carta, y la miraré de manera distinta. Pero antes tengo que lidiar con las otras dos malas razones para creer en cualquier cosa: autoridad y la revelación.

La autoridad, como razón para creer algo, significa que hay que creerlo porque alguien importante te dice que lo creas. En la Iglesia Católica, la persona más importante es el Papa, y la gente cree que debe tener la razón porque es el Papa. En una de las ramas de la religión Musulmana, las personas importantes son unos ancianos con barbas llamados ayatolás. Muchos musulmanes jovenes son preparados para cometer asesinatos, sólo porque los ayatolás de un país lejano les dicen que lo hagan.

Cuando te decía que en 1950 se dijo por fin a los católicos que tenían que creer que el cuerpo de María salió disparado a los cielos, lo que quiero decir es que en 1950 el Papa le dijo a la gente que tenían que creerlo. Eso fue todo. El Papa decía que era verdad, entonces tenía que ser cierto!. Ahora, probablemente algunas de las cosas que dijo el Papa en su vida eran ciertas y otras no eran ciertas. No hay ninguna buena razón por la cual, sólo porque es era Papa, deberías creen en todo lo que dijo, así como creer todo lo que te digan muchas otras persona. El Papa actual ha ordenado a sus seguidores que no limiten el número de los bebes que tienen. Si la gente siguiera su autoridad tan servilmente como a él le gustaría, el resultado podría ser terribles hambrunas, enfermedades y guerras, causadas por la superpoblación.

Por supuesto, incluso en la ciencia, a veces que no hemos visto personalmente la evidencia, y tenemos que aceptar la palabra de alguien sobre ella. Por ejemplo, yo no he visto con mis propios ojos la evidencia de que la luz avanza a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo. En lugar de eso, creo en los libros que me dicen la velocidad de la luz. Esto podría parecer “autoridad”. Sin embargo es mucho mejor que la autoridad, porque la gente que escribió esos libros ha visto la evidencia y cualquiera puede observar cuidadosamente dicha evidencia siempre que lo desee. Esto es muy reconfortante. Pero ni siquiera los sacerdotes dicen que exista alguna evidencia de que su historia acerca de la ascención del cuerpo de María al cielo.

La tercera clase de razón equivocada para creer en algo se llama “revelación”. Si en 1950 le hubieras preguntado al Papa cómo sabía que el cuerpo de María desapareció en el cielo, probablemente te hubiera dicho que “le fue revelado”. El se encerró en su habitación y rezó pidiendo guianza. El pensó y pensó, todo por sí mismo, y cada vez se sentía más convencido dentro de sí mismo. Cuando la gente religiosa tienen simplemente la sensación interior de que algo debe ser cierto, aunque no exista ninguna evidencia de que sea así, llaman a esa sensación “revelación”. No sólo los Papas aseguran tener revelaciones. Muchas personas religosas también. Es una de las principales razones para creer las cosas que creen. Pero ¿es una buena razón?

Supón que te digo que tu perro ha muerto. Te pondrías muy triste y probablemente dirías, “¿Estás seguro? ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo ha sucedido?” Ahora supón que yo te respondo: “En realidad no sé que Pepe ha muerto. No tengo ninguna evidencia. Pero siento muy profundo en mi interior estaextraña sensación de que ha muerto”. Estarías muy enojada conmigo por haberte asustado, porque sabrías que una “sensación” interior no es en sí misma razón suficiente para creer que un lebrel esté muerto. Necesitas evidencia. Todos tenemos sensaciones interiores de vez en cuando, y a veces resultan correctas y otras veces no. De todas formas, personas distintas tienen sensaciones opuestas, de modo que ¿cómo vamos a decidir cuál de las dos sensaciones es correcta? La única manera de asegurarse que un perro está muerto es verlo muerto, u oír que su corazón se ha detenido; o que alguien que haya visto u oído alguna evidencia real de que ha muerto nos lo diga.

A veces, la gente dice que hay que creer en las sensaciones internas, porque si no, nunca podrás confiar en cosas como “Mi esposa me ama”. Pero éste es un mal argumento. Pueden haber muchas evidencias de que alguien te ama. Si estás con alguien que te quiere, durante todo el día verás y escucharás pequeños fragmentos de evidencia, que se van sumando. No se trata meramente una sensación interior, como la que los sacerdotes llaman revelación. Hay cosas externas que confirman las sensaciones internas: Miradas a los ojos, te hablan de forma tierna, pequeños favores y amabilidades; todo eso es evidencia real.

A veces, una persona siente una fuerte sensación interior de que alguien la ama sin basarse en ninguna evidencia, y por lo tanto, lo más probable es que esté completamente equivocada. Existen personas con una firme convicción interior de que una famosa estrella de cine las ama, cuando en realidad la estrella siquiera las conoce. Esta clase de personas tienen enfermedades en la mente. Las sensaciones internas tienen que estar respaldadas por evidencias; de otro modo, no puedes confiar en ellas.

Las intuiciones resultan muy útiles en la ciencia también, pero sólo para darte ideas que luego pongas a prueba a través de buscar evidencias. Un científico puede tener una “corazonada” sobre una idea que simplemente se "siente" correcta. En sí misma, ésta no es una buena razón para creer en algo. Pero sí puede ser una buena razón para dedicar algún tiempo a realizar un experimento en particular, o buscar evidencias de alguna manera en particular.
Los científicos utilizan constantemente sus sensaciones interiores para entender ideas; pero estas no tienen valor hasta que sean apoyadas por evidencias.

Te prometí que volveríamos a lo de la tradición, para considerarla de una manera distinta. Me gustaría intentar explicar por qué la tradición es tan importante para nosotros. Todos los animales están construidos (por el proceso que llamamos evolución) para sobrevivir en el lugar normal en el que su especie vive. Los leones están hechos para ser buenos sobreviviendo en las llanuras de África. Los cangrejos de río están construidos para ser buenos sobreviviendo en agua dulce, mientras las langostas están hechas para ser buenas sobreviviendo en el salado mar.
Las personas somos animales, y estamos construidos para sobrevivir en un mundo lleno de… otra gente. La mayoría de nosotros no tienen que cazar su propia comida, como los leones o las langostas, se las compramos a otras personas, que a su vez se la compraron a otras. "Nadamos" a través de un “mar de gente”. Lo mismo que el pez necesita branquias para sobrevivir en el agua, la gente necesita cerebros que los capaciten para lidiar con otra gente. Así como el mar está lleno de, el mar de gente está lleno de cosas difíciles de aprender. Como el idioma.

Tú hablas inglés, pero tu amiga Ann-Kathrin habla alemán. Cada una de ustedes habla el idioma que le permite "nadar" en su propio “mar de gente” distinto. El idioma se transmite por tradición. No existe otra manera. En Inglaterra, Pepe es un "dog" (perro). En Alemania, él es ein Hund. Ninguna de estas palabras es más correcta o más verdadera que la otra. Las dos simplemente se han transmitido. Para poder "nadar" bien en su propio “mar de gente”, los niños tienen que aprender el idioma de su país y muchas otras cosas acerca de su propia gente; y esto significa que ellos tienen que absorber, como si fuera papel secante, una enorme cantidad de información tradicional (Recuerda que “información tradicional” significa, simplemente, cosas que se transmiten de abuelos a padres y de padres a hijos.) El cerebro del niño tiene que absorber toda esta información tradicional, y no se puede esperar que el niño seleccione la información tradicional buena y útil, como las palabras del idioma, descartando la información falsa o tonta, como creer en brujas, en diablos y en vírgenes inmortales.

Es una pena, pero no se puede evitar que las cosas sean así, que ya que los niños tienen que absorber información tradicional, es probable que creean todo lo que los adultos les dicen, sea cierto o falso, tengan razón o no. Muchas cosas que los adultos les dicen son ciertas y se basan en evidencias, o, por lo menos son sensatas. Pero si algo de ello es falso, estúpido o incluso malo, No hay nada que impida a los niños creerlo. Ahora, cuando los niños crezcan, Que harán? Bueno, por supuesto, lo dirán a la siguiente generación de niños. Y así, cuando la gente cree algo firmemente - incluso si es completamente falso y nunca hubo ninguna razón para creerlo en primer lugar -, se puede seguir creyendo para siempre.
¿Podría ser esto lo que ha ocurrido con las religiones? Creer que hay uno o varios dioses, creer en el cielo, creer que María nunca murió, creer que Jesús nunca tuvo un padre terrenal, creer que las oraciones son contestadas, creer que el vino se transforma en sangre - ninguna de estas creencias está respaldada por buenas evidencias. Sin embargo, millones de personas las creen. Posiblemente esto fue porque se les dijo que las creyeran cuando todavía eran suficientemente pequeños como para creerse cualquier cosa.

Otros millones de personas creen en cosas completamente diferentes, porque se les dijo cosas diferentes cuando eran niños. A los niños musulmanes se les dice cosas diferentes de las que se les dicen a los niños cristianos, y ambos grupos crecen absolutamente convencidos de que ellos tienen razón y los otros se equivocan. Incluso entre los cristianos, los católicos creen cosas diferentes de las que creen los de la iglesia de Inglaterra, los episcopalianos, los shakers o Quaquers, los mormones o los Holy Rollers, y todos están absolutamente convencidos de que ellos tienen razón y los otros están equivocados. Creen cosas diferentes exactamente por las mismas razones por las que tú hablas inglés y tu amiga Ann-Kathrin habla alemán.

Ambos idiomas son, en sus propios países, el idioma correcto para hablar. Pero no puede ser cierto que las diferentes religiones son correctas en sus propios países, porque diferentes religiones afirman que cosas opuestas son verdaderas. María no puede estar viva en la católica Irlanda del Sur y muerta en la protestante Irlanda del Norte.

¿Qué se puede hacer con todo esto? A ti no te va a resultar fácil hacer algo, porque sólo tienes 10 años. Pero podrías probar esto. La próxima vez que alguien te diga algo que parezca importante piensa para tus adentros: “¿Es ésta una de esas cosas que la gente suele creer basándose en evidencias? ¿O es una de esas cosas que la gente cree por la tradición, autoridad o revelación?” Y la próxima vez que alguien te diga que una cosa es verdad, Por qué no decirles “¿Qué evidencias existen de ello?” Si no pueden darte una buena respuesta, espero que pienses muy bien antes de creer una sola palabra de lo que te digan.

Te quiere,
Papá.

Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto
[Imagen: 312554928-8634900413188542-2070329703511938974-n.jpg]
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#2

el astrónomo y exobiólogo Carl Sagan en su libro "El mundo y sus demonios" realizo este pequeño ensayo que el mundo conoce como "el dragón en el garage"


«En mi garaje vive un dragón que escupe fuego por la boca». Supongamos que yo le hago a usted una aseveración como ésa. A lo mejor le gustaría comprobarlo, verlo usted mismo. A lo largo de los siglos ha habido innumerables historias de dragones, pero ninguna prueba real. ¡Qué oportunidad!
—Enséñemelo —me dice usted.
Yo le llevo a mi garaje. Usted mira y ve una escalera, latas de pintura vacías y un triciclo viejo, pero el dragón no está.
—¿Dónde está el dragón? —me pregunta.
—Oh, está aquí —contesto yo moviendo la mano vagamente—. Me olvidé de decir que es un dragón invisible.
Me propone que cubra de harina el suelo del garaje para que queden marcadas las huellas del dragón.
—Buena idea —replico—, pero este dragón flota en el aire.
Entonces propone usar un sensor infrarrojo para detectar el fuego invisible.
—Buena idea, pero el fuego invisible tampoco da calor.
Sugiere pintar con spray el dragón para hacerlo visible.
—Buena idea, sólo que es un dragón incorpóreo y la pintura no se le pegaría.
Y así sucesivamente. Yo contrarresto cualquier prueba física que usted me propone con una explicación especial de por qué no funcionará. Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre un dragón invisible, incorpóreo y flotante que escupe un fuego que no quema y un dragón inexistente? Si no hay manera de refutar mi opinión, si no hay ningún experimento concebible válido contra ella, ¿qué significa decir que mi dragón existe? Su incapacidad de invalidar mi hipótesis no equivale en absoluto a demostrar que es cierta. Las afirmaciones que no pueden probarse, las aseveraciones inmunes a la refutación son verdaderamente inútiles, por mucho valor que puedan tener para inspirarmos o excitar nuestro sentido de maravilla. Lo que yo le he pedido que haga es acabar aceptando, en ausencia de pruebas, lo que yo digo.
Carl Sagan

Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto
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#3

La relatividad de lo incorrecto
Isaac Asimov

Recibí una carta el otro día. Fue escrita a mano en caligrafía indescifrable de manera que era muy difícil de leer. Sin embargo, traté de hacerlo; sólo en caso de que pudiera llegar a ser importante. En la primera frase, el escritor me dijo que estaba en un curso superior de literatura Inglesa, pero sintió la necesidad de enseñarme ciencia. (Yo suspiré un poco, porque conozco a muy pocos especialistas en literatura inglesa que estén equipados para enseñarme ciencia), pero estoy muy consciente del vasto estado de mi ignorancia y estoy dispuesto a aprender lo más que pueda de cualquiera, así que seguí leyendo.)
Al parecer, en uno de mis innumerables ensayos, había expresado una cierta alegría de vivir en un siglo en el que finalmente conseguimos plantear las bases que definen
al universo. No entré en detalles al respecto, pero lo que yo quería decir es que ahora conocemos las reglas básicas que gobiernan el universo, junto con la interrelación gravitacional de sus componentes básicos, como se muestra en la teoría de la relatividad elaborada entre 1905 y 1916. También sabemos de las reglas básicas, que rigen a las partículas subatómicas y sus interrelaciones, ya que éstas son muy detalladamente descritas por la teoría cuántica elaborada entre 1900 y 1930. Lo que es más, hemos encontrado que las galaxias y cúmulos de galaxias son las unidades básicas del universo físico, esto descubierto entre 1920 y 1930.
Estos son todos los descubrimientos del siglo XX, como puedes ver.
El joven especialista en letras inglesas, me citó para corregirme severamente sobre el hecho de que en todos los siglos la gente ha pensado que entiende el universo, por
fin, y en todos los siglos se demostró que estaban en un error. De ello resulta que la única cosa que podemos decir sobre nuestro moderno "Conocimiento" es que es
incorrecto (erróneo).
El joven luego citó con aprobación lo que Sócrates había dicho al enterarse de que el oráculo de Delfos le había proclamado el hombre más sabio de Grecia. "Si soy el hombre más sabio ", dijo Sócrates," es porque yo solo sé que no sé nada". La implicación era que yo era muy tonto porque yo tenía la impresión de que sabía
mucho.
Mi respuesta para él fue la siguiente:
"Juan, cuando la gente pensaba que la tierra era plana, estaban equivocados. Cuando la gente pensaba que la tierra era esférica, estaban equivocados. Pero si usted  piensa que el pensamiento de que la tierra es esférica es tan erróneo como el pensamiento de que la tierra es plana, entonces su punto de vista es más erróneo al poner juntos los dos puntos de vista."
El problema básico, como ves, es que la gente piensa que "la derecha" e "izquierda" son conceptos absolutos, que todo lo que no es perfecta y completamente correcto está total e igualmente erróneo.
Sin embargo, no creo que eso sea así. Me parece que correcto y erróneo son conceptos difusos, y voy a dedicar este ensayo a una explicación de porque creo que así es.
Cuando mi amigo el experto de literatura inglesa, me dice que en cada siglo los científicos piensan que han explicado el universo y siempre se equivocan, lo que
quiero saber es cuán equivocados están: ¿Siempre se equivocan en la misma medida?  veamos un ejemplo.
En los primeros días de la civilización, el sentimiento general era que la tierra era plana. Esto no fue porque la gente era estúpida, o porque estaban decididos a creer cosas tontas. Ellos sintieron que era plana, sobre la base de pruebas sólidas. No era sólo una cuestión de "Así es como se ve," porque la tierra no se ve plana. Se ve caóticamente accidentada, con colinas, valles, barrancos, acantilados, etc. Por supuesto, hay llanuras, donde, en áreas limitadas, la superficie de la tierra se ve bastante plana. Uno de estos llanos se encuentra en la zona del Tigris y el Eufrates, donde la primera civilización histórica (una con escritura) fue desarrollada, la de los sumerios.
Tal vez fue la apariencia de la llanura la que persuadió a los hábiles sumerios para aceptar la generalización de que la tierra era plana, ya que si de esta manera  limitas todas las elevaciones y depresiones, te quedas con la “planitud”. Una contribución a ésta noción puede haber sido el hecho de que las extensiones de agua (estanques y lagos) se veían bastante planas en los días tranquilos.
Otra forma de verlo es preguntar ¿Cual es la curvatura de la superficie de la Tierra sobre una longitud considerable?, ¿Cuánto se desvía la superficie (en promedio) sobre
una llanura perfecta? La teoría de la tierra plana haría parecer que la superficie no se desvía de la “planitud” en absoluto, que su curvatura es de 0 a la milla. Hoy en día, por supuesto, se nos enseña que la teoría de la tierra plana es incorrecta, que toda ella es incorrecta, terriblemente incorrecta, absolutamente. Pero no lo es. La curvatura de la Tierra está cercana al 0 por milla, de modo que aunque la teoría de la tierra plana es incorrecta, resulta que es casi correcta.Es por eso que la teoría duró tanto tiempo.
Había razones, por decir lo menos, para pensar que la teoría de la tierra plana resultaba NO SATISFACTORIA, y por ahí del año 350 A.C., el FILÓSOFO griego Aristóteles las resumió en su totalidad. En primer lugar, ciertas estrellas desaparecían más allá del Hemisferio Sur cuando se viajaba hacia el norte, y más allá del Hemisferio Norte cuando se viajaba hacia el  sur. En segundo lugar, la sombra de la tierra en la luna durante un eclipse lunar siempre se proyectaba como el arco de un círculo. En tercer lugar, aquí en la tierra, los barcos desaparecían más allá de la línea del horizonte en cualquier dirección que viajaran.
Éstas tres observaciones no podían explicarse rezonablemente si la superficie de la tierra fuera plana, pero sí podían ser explicadas suponiendo que la tierra era una esfera. Aún más, Aristóteles creía que toda la materia sólida tendía a moverse hacia un centro común, y que si la materia sólida hacía esto, terminaría con forma de esfera. Un volumen dado de materia está, en promedio, más cerca de un centro común si es una esfera que si tiene cualquier otra forma.
Cerca de un siglo después de Aristóteles, el filósofo griego Eratóstenes observó que el sol proyectaba una sombra de diferentes longitudes en diferentes latitudes (todas las sombras tendrían la misma longitud, si la superficie de la tierra fuera plana). De las diferencias en las longitudes de sombra, calculó el tamaño de la esfera terrestre y resultó tener 25,000 millas de circunferencia.
NOTA DEL TRADUCTOR: La curvatura de tal esfera es de casi 0.000126 por milla, una cantidad muy cercana a 0 por milla, como se puede ver, y no podía ser medida fácilmente con las técnicas a disposición de los antiguos.
La pequeña diferencia entre 0 y 0.000126 explica el hecho de que haya tomado tanto tiempo pasar del concepto de Tierra plana al de Tierra esférica.
No olvidemos que incluso una pequeña diferencia, como la existente entre 0 y 0,000126, puede ser extremadamente importante. Esta diferencia cuenta. La tierra no puede ser mapeada en grandes áreas con exactitud si esta diferencia no se toma en cuenta, y si la tierra no es considerada como una esfera en vez de una superficie plana. Viajes largos por mar no pueden ser realizados con una razonable exactitud para localizar la posición propia en el mar, a menos que la tierra sea considerada esférica en vez de plana.
Por otra parte, la tierra plana presupone la posibilidad de una tierra infinita, o de la existencia de un "fin" a su superficie. La tierra esférica, sin embargo, postula una tierra que es a la vez interminable y a la vez finita, y este último postulado es el que es consistente con todos los resultados posteriores.
Así, aunque la teoría de la tierra plana sólo es ligeramente incorrecta, lo cual constituye un crédito para sus inventores, considerando todos los detalles, es suficientemente incorrecta para ser descartada en favor de la teoría de una tierra
esférica.
¿Y la tierra es una esfera?
No, no es una esfera, no en el sentido estrictamente matemático. Una esfera tiene ciertas propiedades matemáticas. Por ejemplo, todos los diámetros (es decir, todas las líneas rectas que pasan de un punto en su superficie, a través del centro, a otro punto de su superficie) tienen la misma longitud.
Esa característica, sin embargo, no es cierta para la tierra. Los diversos diámetros de la tierra difieren en longitud.
¿Qué hecho le dio a la gente la noción de que la tierra no era una verdadera esfera?
Para empezar, el sol y la luna poseen contornos que son círculos perfectos dentro de
los límites de medición disponibles en los primeros días del telescopio. Esto es
consistente con la suposición de que el sol y la luna son perfectamente esféricos en
forma.
Sin embargo, cuando Júpiter y Saturno fueron observados por los primeros
observadores telescópicos, rápidamente se detectó que los contornos de estos
planetas no eran círculos, sino eclipses distintos. Eso significaba que Júpiter y Saturno
no eran esferas verdaderas.
Isaac Newton, a finales del siglo XVII, demostró que un cuerpo masivo formaría una
esfera bajo la atracción de las fuerzas gravitacionales (tal y como Aristóteles había
argumentado), pero sólo si no rotaban. Si estuvieran en rotación, se establecería un
efecto centrífugo que levantaría la sustancia del cuerpo en contra de la gravedad, y
este efecto sería mayor cuanto más cerca del ecuador se estuviera. El efecto también
sería mayor cuanto más rápido rotase un objeto esférico, y Júpiter y Saturno rotaban
muy rápidamente.

1 Nota del Traductor: Conocimiento ultra-avanzado a 350 años A.C.
La tierra gira mucho más lentamente que Júpiter y Saturno por lo que el efecto es
menor, pero todavía se puede manifestar. Las mediciones reales de la curvatura de la
tierra se efectuaron en el siglo XVIII y se probó que Newton estaba en lo correcto.
La tierra tiene un abultamiento ecuatorial, en otras palabras. Es achatada en los polos.
Es un esferoide oblongo más que una esfera. Esto implica que los diferentes
diámetros de la tierra difieren en longitud.
Los mayores diámetros son aquellos que se extienden desde un punto situado en el
ecuador a un punto contrario sobre el ecuador. Este “diámetro ecuatorial" es de 12.755
kilómetros (7,927 millas). El diámetro más corto va del Polo Norte al Polo Sur, y este
“diámetro polar" es de 12,711 kilómetros (7,900 millas).
La diferencia entre el más corto y el más largo de los diámetros es de 44 kilómetros
(27 millas), y eso significa que el “achatamiento" de la tierra (su alejamiento de la
esfericidad) es 44/12,755, ó 0.0034. Esto equivale a l / 3 de 1 por ciento.
Para decirlo de otro modo, sobre una superficie plana, la curvatura es de 0 por milla en
cualquier parte. En la superficie esférica de la Tierra, la curvatura es 0.000126 por
milla en todas partes (u 8 pulgadas por milla). En la superficie esferoidal oblonga de la
tierra, la curvatura varía de 7.973 pulgadas por milla a 8.027 pulgadas por milla.
La corrección para pasar de esférica a esferoidal oblonga es mucho menor que pasar
de plano a esférico. Por lo tanto, aunque la noción de que la tierra es una esfera es
incorrecta, en términos estrictos, no es tan incorrecta como la noción de que la tierra
sea plana.
Incluso la noción oblonga-esferoidal de la tierra es incorrecta, en sentido estricto. En
1958, cuando el satélite Vanguard I fue puesto en órbita alrededor de la Tierra, fue
capaz de medir la atracción gravitacional de la tierra - y por lo tanto su forma - con una
precisión sin precedentes. Resultó que el abultamiento ecuatorial al sur del ecuador
era ligeramente más abultado que el abultamiento al norte del ecuador, y que el nivel
del mar del Polo Sur estaba ligeramente más cerca del centro de la tierra de lo que
estaba el nivel del mar del Polo Norte.
No parecía haber otra manera de describir esto que decir que la tierra tenía forma de
pera, y de inmediato mucha gente decidió que la tierra no era una esfera, sino que
tenía la forma de una pera tipo Bartlett colgando en el espacio. En realidad, la
desviación tipo pera respecto al esferoide-oblato perfecto era cuestión de yardas en
vez de millas, y que el ajuste de la curvatura estaba en el rango de millonésimas de
pulgada por milla.
En resumen, mi amigo literato inglés, que vive en un mundo mental de absolutos
correctos e incorrectos, puede estarse imaginando que debido a que todas las teorías
son erróneas, la tierra se puede pensar como esférica ahora, pero cúbica el siglo
próximo, y un icosaedro hueco el siguiente, y con forma de dona el que sigue.
Lo que realmente ocurre es que una vez que los científicos se encuentran con un buen
concepto, gradualmente lo perfeccionan y lo extienden con una sutileza cada vez
mayor al ir mejorando sus instrumentos de medición.
Las teorías no tienen tanto más de incorrectas que de incompletas.
Esto se puede afirmar en muchos otros casos distintos al de definir la forma de la
tierra. Aún cuando una nueva teoría parece representar una revolución, por lo general
surge de pequeños refinamientos. Si se requiriese algo más que un pequeño
refinamiento, entonces las viejas teorías nunca se habrían resistido tanto al cambio.
Copérnico cambió la percepción de un sistema planetario centrado en la tierra a un
sistema centrado en el sol. Al hacerlo, el pasó de algo que era obvio a algo que al
parecer era ridículo. Sin embargo, la clave era encontrar mejores formas de calcular el
movimiento de los planetas en el cielo, y, eventualmente la teoría geocéntrica fue
quedando abandonada. Esto se dio precisamente debido a que la teoría antigua
aportó resultados que eran bastante buenos para los estándares de medición
disponibles, lo cual le permitió mantenerse vigente por mucho tiempo.
Reforzando la idea, al principio parecía razonable suponer que no había cambios y
que la tierra y la vida siempre han existido como hasta hoy, debido a que las
formaciones geológicas de la tierra cambian con gran lentitud y los seres vivientes
evolucionan lentamente. Si así fuera, no habría diferencia si la tierra y la vida tuvieran
miles de millones de años o miles de años solamente. Miles de años serían más
fáciles de entender.
Si la velocidad de cambio fuera más rápida, la geología y la evolución habrían
alcanzado su estado moderno en tiempos más antiguos. Sólo debido a la diferencia
entre la velocidad de cambio en un universo estático y la velocidad de cambio en uno
de tipo evolutivo se puede aproximar como una diferencia entre cero y casi cero que
los creacionistas2
pueden continuar propagando su locura.
Tomando como base el hecho de que los refinamientos de las teorías cada vez se
desarrollan en incrementos más y más pequeños, aún teorías muy antiguas deben
haber estado lo suficientemente correctas para permitir el desarrollo de avances en
ellas; avances que no fueron eliminados por refinamientos posteriores.
Los griegos introdujeron la noción de latitud y longitud, por ejemplo, y diseñaron
mapas muy razonables de la cuenca mediterránea, incluso sin tener en cuenta la
esfericidad de la tierra, y en la actualidad continuamos utilizando los conceptos de
latitud y longitud.
Los sumerios3
probablemente fueron los primeros en establecer el principio de que
los movimientos planetarios en el cielo exhibían regularidad y que podían ser
predichos, y procedieron a elaborar la forma de hacer esas predicciones a pesar de
que asumían que la tierra era el centro del universo. Sus mediciones han sido
enormemente refinadas, pero el principio que utilizaron persiste.
Naturalmente, las teorías que tenemos actualmente podrían ser consideradas
erróneas en el sentido simplista de mi corresponsal de la literatura inglesa, pero en un
sentido mucho más verdadero y sutil, estas teorías sólo tienen que ser consideradas
incompletas.

2 N. del T.: Los creacionistas son personas que creen que el universo es obra de un ser sobrenatural y utilizan usan información
provista por textos religiosos cuando forman teorías sobre la naturaleza del mundo. Sin embargo, hay otro grupo de creacionistas,
conocidos como los teóricos del diseño inteligente, que no usan textos religiosos como material de referencia, sino que simplemente
reconocen que el universo contiene evidencia de haber sido creado.
3 N. del T.: Hacia 4,000 A.C., un antiguo grupo semita, llamado los sumerios, ocuparon el sur de la Mesopotamia. Cerca del 3,500
A.C. inventaron la escritura que evolucionó a la que se usa hoy en día en el mundo occidental. Su civilización es una de las más
antiguas de las que se tiene conocimiento



Isaac Asimov declara:


En primer lugar acabemos con Sócrates, porque ya estoy harto y cansado de este invento de que no saber nada es un signo de sabiduría.



No hay nadie que no sepa nada. En sólo cuestión de días los bebés aprenden a reconocer a sus madres.

Sócrates, como es lógico, estaría de acuerdo en esto y explicaría que él no se refería al conocimiento de cosas triviales. Se refería a que en las grandes abstracciones sobre las que discuten los seres humanos uno debe comenzar sin nociones preconcebidas y no examinadas, y que él era el único que sabía esto. (¡Qué pretensión tan enormemente arrogante!) Sócrates, en sus explicaciones sobre temas como «¿Qué es la justicia?» o «¿Qué es la virtud?», adoptaba la actitud de decir que él no sabía nada y que los demás tenían que instruirle. ( Esto se llama «ironía socrática», porque Sócrates sabía perfectamente que conocía muchas más cosas que los pobres hombres que escogía como interlocutores ).

socrates_muerte_cicuta Al pretender ignorancia, Sócrates tentaba a los demás para que expusieran sus opiniones sobre estas abstracciones.

Después planteaba una serie de preguntas aparentemente ignorantes y obligaba a los demás a caer en una mezcla tal de contradicciones que al final se desanimaban y admitían que no sabían de qué hablaban.

Es una demostración de la maravillosa tolerancia de los atenienses el hecho de que durante décadas aguantaran esto y que no se cansaran hasta que Sócrates cumplió setenta años y le obligaron a beber la cicuta.

Ahora bien, ¿de dónde sacamos la idea de que lo «correcto» y lo «equivocado» son absolutos?

Me parece a mi que esta idea tiene su origen en la primera enseñanza, cuando los niños saben muy poco y les enseñan maestros que sólo saben un poco más. Los niños aprenden a deletrear y la aritmética, por ejemplo, y aquí tropezamos con aparentes absolutos.

¿Cómo deletreamos azúcar? Respuesta: a-z-ú-c-a-r. Esto es lo correcto. Cualquier otra respuesta está equivocada.

¿Cuánto son 2 + 2? La respuesta es 4. Esto es lo correcto. Cualquier otra respuesta está equivocada.

Tener respuestas exactas, y tener cosas absolutamente correctas y equivocadas reduce la necesidad de pensar, y esto gusta tanto a los alumnos como a los profesores. Por este motivo, tanto alumnos como profesores prefieren exámenes con respuestas breves a exámenes de redacción; exámenes de alternativas múltiples a exámenes con respuestas breves en blanco; y exámenes cierto-falso a exámenes donde hay que escoger entre varias alternativas.

Captura-de-pantalla-2014-07-12-a-las-19.22.17-640x591Pero a mi modo de pensar los exámenes con respuestas breves no sirven para medir la comprensión que un alumno tiene de un tema. Son exámenes que demuestran simplemente la memoria que tienen para recordar cosas.

* Ustedes podrán entender a qué me refiero cuando admitan que las nociones de correcto y equivocado son relativas.

¿Cómo deletreamos «azúcar»? Supongamos que Alice responde p-q-z-z-f y que Genevieve responde s-ú-c-a-r. Ambas respuestas están equivocadas, pero no hay duda de que la respuesta de Alice está más equivocada que la de Geneviev, o supongamos que deletreamos «azúcar» de esta manera: s-u-c-r-o-s-a, o bien C12H22O11. Estrictamente hablando nos hemos equivocado en los dos casos, pero estamos exhibiendo un cierto conocimiento del tema que va más allá de una ortografía convencional.

Supongamos que la pregunta del examen fuera: ¿de cuántas maneras diferentes puede deletrearse «azúcar»? Justificar cada una de ellas. Es evidente que el alumno tendrá que pensar mucho y que al final deberá demostrar lo mucho o lo poco que sabe.

El profesor deberá pensar también mucho para intentar evaluar lo mucho o lo poco que sabe el alumno. Supongo que ambos se sentirán indignados.

Preguntemos de nuevo cuánto es 2 + 2. Supongamos que Joseph dice: 2 + 2 = púrpura, y que Maxwell dice: 2 + 2 = 17. Ambos están equivocados, pero sería justo decir que Joseph se ha equivocado más que Maxwell.

Supongamos que decimos: 2 + 2 = un entero. La respuesta sería correcta, ¿no? O supongamos que respondemos: 2 + 2 = un entero par. Sería todavía más correcta. O supongamos que decimos: 2 + 2 = 3,999. ¿No estaríamos casi en lo cierto?

Si el maestro quiere que le den 4 de respuesta y no quiere distinguir entre las diversas respuestas equivocadas, ¿no supone esto fijar un límite innecesario a la comprensión?Supongamos que la pregunta es cuánto suman 9 + 5 y que el alumno responde 2. ¿No será criticado y ridiculizado, y no se le comunicará que la respuesta es 9 + 5 = 14?

Si luego le dicen que han pasado 9 horas desde medianoche, y que por lo tanto son las 9, y le preguntan qué hora será dentro de 5 horas, y el alumno responde las 14 basándose en que 9 + 5 = 14, ¿no será criticado de nuevo diciéndole que serían las 2? Al parecer en este caso la respuesta válida sí es 9 + 5 = 2. O supongamos de nuevo que Richard dice: 2 + 2 = 11, y que antes de que el maestro le envíe a casa con una nota para su madre, añade: En base 3, claro. Richard tendría ahora razón.

He aquí otro ejemplo. El maestro pregunta: ¿Quién es el cuadragésimo presidente de Estados Unidos? Y Barbara responde: No hay ninguno, señor maestro. —¡Falso! —dice el maestro—. Ronald Reagan es el cuadragésimo presidente de Estados Unidos. De ningún modo —dice Barbara—. Tengo aquí una lista de todas las personas que han desempeñado el cargo de presidente de Estados Unidos según la Constitución, desde George Washington a Ronald Reagan, y sólo son treinta y nueve, por lo tanto el presidente cuarenta no existe.

Ah, dice el maestro, pero Grover Cleveland desempeñó dos mandatos no consecutivos, el primero de 1885 a 1889 y el segundo de 1893 a 1897. Cuenta como el presidente vigésimo segundo y el presidente vigésimo cuarto. Por esto Ronald Reagan es la persona número treinta y nueve que ha desempeñado el cargo de presidente de Estados Unidos y al mismo tiempo es el presidente cuadragésimo de Estados Unidos. ¿No es ridículo? ¿Por qué cuentan dos veces a una persona si sus mandatos no son consecutivos y sólo una vez cuando los mandatos son consecutivos? ¡Simple convención! Sin embargo, Barbara recibe una mala nota, tan mala como si hubiera dicho que el cuadragésimo presidente de Estados Unidos es Fidel Castro.

Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto
[Imagen: 312554928-8634900413188542-2070329703511938974-n.jpg]
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#4

Que buen tema para el desayuno JoseFidencioR gracias por publicarlo

"Nada te ata excepto tus pensamientos; nada te limita excepto tu miedo; nada te controla excepto tus creencias." ( Marianne Williamson.)

[Imagen: giphy.gif]

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#5

Es difícil discrepar con esa vieja sentencia que justifica la libertad de prensa: «la gente de Estados Unidos tiene derecho a saber». Casi parece una crueldad tener la ingenuidad de preguntar «¿Derecho a saber qué? ¿Ciencias? ¿Matemáticas? ¿Economía? ¿Lenguas extranjeras?».

Nada de lo mencionado, por supuesto. De hecho, uno bien podría suponer que el sentir popular es que los estadounidenses están mucho mejor sin esas menudencias.

En Estados Unidos hay un culto a la ignorancia, y siempre lo ha habido. El antiintelectualismo ha sido esa constante que ha ido permeando nuestra vida política y cultural, amparado por la falsa premisa de que democracia quiere decir que «mi ignorancia vale tanto como tu saber».

Habitualmente, los políticos se han esmerado en hablar la lengua de Shakespeare y Milton lo más antigramaticalmente que han podido, tratando así de evitar ofender a sus oyentes dándoles la impresión de haber ido al colegio. Así, Adlai Stevenson, que inocentemente dejó entrever cierta cultura e inteligencia en sus discursos, vio como el rebaño de los estadounidenses afluía hacia un candidato a la presidencia que inventó su particular versión de la lengua inglesa y que, desde entonces, no da tregua a los cómicos que lo imitan.

George Wallace, en sus discursos, solía hacer leña del «intelectual relamido», y era digno de ver con qué clamores de aprobación respondía a esa expresión su relamido público.

Ahora los oscurantistas tienen una nueva consigna: «¡No confíes en los expertos!». Hace diez años era «No confíes en nadie que tenga más de 30 años». Pero los que aireaban tal consigna vieron que la alquimia inevitable del calendario los acabó volviendo a ellos unos treintañeros indignos de confianza, y parece que decidieron no volver a cometer ese error jamás. «¡No confíes en los expertos!» es algo que se puede decir sin ningún peligro. Nada, ni el paso del tiempo ni la exposición a la información, los convertirá en expertos en nada de provecho.

También está en boga otra palabra con la que se da nombre a todo aquel que admira la aptitud, el conocimiento, la cultura y la capacidad, y que desea que se extiendan. De ese tipo de gente decimos que son «elitistas». Es la palabra más jocosa jamás inventada, ya que los que no pertenecen a la élite intelectual no saben qué es un «elitista» o cómo se pronuncia la palabra.(1) No bien alguien grita «elitista» se hace evidente que dentro de esa persona se esconde un elitista que siente remordimiento por haber ido al colegio.

De acuerdo, olvidémonos de mi ingenua pregunta. Cuando decimos que la gente de Estados Unidos tiene derecho a saber, no nos referimos a cosas elitistas. Lo que tiene derecho a saber es, vagamente, algo así como «lo que pasa». La gente de Estados Unidos tiene derecho a saber «lo que pasa» en los tribunales, en el Parlamento, en la Casa Blanca, en los consejos industriales, en las agencias reguladoras, en los sindicatos; ahí donde tienen asiento los poderosos.

Muy bien, estoy de acuerdo. ¿Pero cómo se va a conseguir que la gente sepa todo eso?

Si nos dan libertad de prensa y nos dan periodistas que quieran investigar, que sean independientes y valientes; no cabe duda de que, cuando haya algo importante que saber, la gente lo sabrá.

Claro, ¡siempre y cuando la gente sepa leer!

Resulta que el leer es una de esas cosas elitistas a las que me refería; y una mayoría de estadounidenses, desconfiando como desconfían de los expertos y despreciando como desprecian a los intelectuales relamidos, no sabe leer y no lee.

Naturalmente, el estadounidense medio sabe trazar su firma de una forma más o menos eficaz y entiende los titulares de las noticias deportivas, pero ¿cuántos estadounidenses no elitistas podrían leer, sin excesiva dificultad, unas mil palabras consecutivas en letra menuda, algunas de las cuales podrían llegar a tener tres sílabas?

Es más, la situación empeora. La habilidad lectora está paulatinamente a la baja en los colegios. Las señales de tráfico de las carreteras, que solían ser lecciones prácticas de lectura para principiantes, poco a poco son reemplazadas por pequeños dibujos que tratan de hacerlas más legibles internacionalmente a la vez que sirven de ayuda a los que saben conducir un vehículo pero que, al no ser intelectuales relamidos, no saben leer.

Por otra parte, en los anuncios de televisión se muestran con frecuencia mensajes escritos. Si presta atención, descubrirá que ningún anunciante tiene la menor confianza en que sean leídos por mucha más gente aparte de algún ocasional elitista. Para asegurarse de que el mensaje lo recibe no solo esa minoría culturizada, en el anuncio se repite en voz alta cada palabra escrita.

Siendo así, ¿de qué manera los estadounidenses ejercemos nuestro derecho a saber? Admitiendo que hay publicaciones que hacen esfuerzos sinceros por contarle al público lo que debe saber, preguntémonos cuántas personas realmente las leen.

Hay doscientos millones de estadounidenses que han pisado las aulas en algún momento de sus vidas y que admitirían saber leer (siempre que se proteja su identidad y no se los ponga en evidencia ante sus convecinos), pero la mayoría de publicaciones periódicas decentes consideraría un logro extraordinario alcanzar cifras de circulación de medio millón. Pudiera ser que solo un uno por ciento, o menos, de los estadounidenses tratase de hacer algo con su derecho a saber. Y el que lo intentase podría ser acusado de elitismo.

Sostengo que la frase «los estadounidenses tienen derecho a saber» está vacía de contenido si tenemos una población ignorante, donde el papel que habría de jugar la prensa libre se reduce prácticamente a la nada desde el momento en que apenas hay quién lea.

¿Y qué vamos a hacer?

Podríamos empezar preguntándonos si, después de todo, la ignorancia es tan maravillosa y si tiene algún sentido condenar el «elitismo».

Creo que cualquier ser humano en posesión de un cerebro físicamente normal es capaz de aprender muchísimo y puede resultar sorprendentemente intelectual. Creo que lo que necesitamos con urgencia es que cultivarse tenga la aprobación y el incentivo de la sociedad.

Todos nosotros podemos formar parte de la elite intelectual. Solo entonces una frase como «derecho a saber» y cualquier idea de democracia genuina tendrán algún significado.

ISAAC ASIMOV (1980)




Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto
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