[Despertad]

Cuando un grupo social o religioso es verdaderamente una familia y se tratan como hermanos genuinos la confesión no solo a Dios sino también a la comunidad puede ser de ayuda tanto emocional como espiritual.
Cuando les cuentas a tus amigos más íntimos tus inquietudes, tus problemas, tus errores cometidos, por regla general no te abandonan: te escuchan, quizás te aconsejan y te dan un apoyo humano muy necesario.
Sin embargo y como insisto en el inicio de este post muchos testigos no sienten ese amparo o la libertad necesaria, la confianza que se requiere para hablar de sus situaciones personales y por lo tanto vuelcan sus energías en hacer mucho más por la organización cómo catarsis para dejar de lado esos pensamientos que los atormentan