03 Apr, 2017, 05:53 PM
Tomado del blog Luces que no brillan
https://lucesquenobrillan.blogspot.com/2...acion.html
Hola, Pedro. Como anciano que eres de congregación, debo consultarte algo.
-Tú dirás, Juan.
-Verás, nosotros no participamos de los emblemas del pan y del vino.
-No, claro.
-Solamente somos observadores; o sea, que nos limitamos a ver cómo otros participan.
-Así es.
-Pero en la cena de Jesucristo no había observadores; solamente había participantes.
-Sí, tan solo estaban con él los apóstoles.
-Y Jesucristo dijo que se hiciera eso en memoria o conmemoración de él.
-Así es.
-Bien, exactamente, ¿qué es lo que había que hacer en memoria de él: participar del pan y del vino o ver cómo otros participan?
-Bueno, como Jesucristo celebró su cena con ungidos, solamente los ungidos pueden participar.
-¿Celebró Jesucristo su cena con ungidos?
-Por supuesto. Los apóstoles eran ungidos.
-Piensa un poco, Pedro.
-No hay que pensar. Los apóstoles eran ungidos.
-Siento contrariarte, Pedro; pero, si lees bien, verás que los apóstoles no eran ungidos cuando Jesucristo celebró su cena con ellos.
-¿Cómo que no? ¡Eran ungidos!
-No, Pedro. En el momento de la cena no eran ungidos. Lo serían más tarde, en el Pentecostés, cuando fueron ungidos con el Espíritu Santo.
-Bueno, pero Jesucristo sabía que iban a ser ungidos.
-Claro, Pedro; pero la cuestión es que en el momento de la cena los apóstoles no eran ungidos.
-Ya… admitamos eso.
-Entonces ¿por qué hoy día solamente participan de los emblemas los que se consideran ungidos?
-Es lo suyo, Juan.
-Pero Jesucristo no celebró su cena con ungidos. Solamente con los doce apóstoles, que al final fueron once, aunque Matías fue escogido más tarde como apóstol.
-Claro, celebró su cena con los apóstoles porque hacía con ellos un pacto para un reino.
-Así es. Entonces, ¿por qué no celebró su cena, por ejemplo, con los 120 discípulos, incluídos los apóstoles, de los que habla Hechos, capítulo uno?
-Hombre, Juan, porque no cabían en el cenáculo.
-Pero sí cabían en un aposento superior de Jerusalén.
-Ya.
-Entonces, ¿por qué no celebró su cena con todos ellos, ya que todos iban a ser ungidos?
-Bueno, ya te he dicho que celebró su cena con los apóstoles porque hizo con ellos un pacto para un reino.
-Así es, Pedro. Si la cena la celebró únicamente con sus apóstoles, fue con ellos únicamente que hizo el pacto, no con los demás que iban a ser ungidos.
-Ya… no había pensado en eso.
-¿Y qué fue lo que Jesucristo dijo a los apóstoles que hicieran en memoria de él?
-Pues… el participar del pan y del vino.
-Exacto. No dijo nada de ser observadores de los que participan del pan y el vino.
-No, no lo dijo…
-Entonces, Pedro, si hemos de celebrar la conmemoración de la muerte de Cristo, también hemos de participar del pan y del vino. Y más teniendo en cuenta que él no cenaba con ungidos. Por tanto los no ungidos pueden participar del pan y del vino, ya que los apóstoles eran en este caso una representación de todos los cristianos.
-Pero hizo con ellos un pacto para un reino.
-Exacto; pero solamente con los apóstoles, a quienes dijo que juzgarían a las doce tribus de Israel. Doce tribus, a un apóstol por tribu. No 144.000.
-Pero hoy sabemos que hay en total 144.000 ungidos. Lo dice el Apocalipsis.
-Exacto, Pedro, lo dice el Apocalipsis. Pero, si te fijas, al principio dice el libro que todo se le dio a Juan en señales o símbolos.
-Sí, eso es lo que dice.
-Por tanto el Apocalipsis es un libro simbólico, no literal. Y cuando habla de 144.000 se trata de un número simbólico, lo mismo que cuando habla del Armagedón, que no es más que un símbolo. No es algo que haya de tomarse literalmente.
-Ya me pones a dudar, Juan.
-Además, Jesucristo, los apóstoles y los primeros cristianos no sabían nada de los 144.000.
-No, claro, no sabían nada de eso.
-Y como Jesucristo dijo que enseñásemos a otros todo lo que él había mandado, lo de los 144.000 no hay por qué enseñarlo, puesto que Jesucristo nada mencionó de ello.
-Ya. Pero el Apocalipsis se escribió a finales del siglo I.
-No lo sabemos, Juan. En los tres primeros siglos nadie sabía nada del Apocalipsis, a pesar de que los teólogos dicen lo contrario, pero sin pruebas. Lo de la inspiración del Apocalipsis es tradición de la Iglesia Católica. Lo cierto es que hasta finales del siglo cuarto la Iglesia no incluyó el Apocalipsis en su canon inspirado. ¿Qué pasó con los cristianos hasta entonces? ¿Cómo podían saber que eran ungidos o pertenecientes a los 144.000 si el Apocalipsis no solo no lo tomaban como inspirado, sino que ni siquiera sabían que existía?
-No había pensado en eso, Juan.
-Así que, para concluir, Jesucristo no celebró su cena con ungidos. Y además dijo que lo de tomar del pan y el vino se hiciera en memoria de él. Y lo dijo para todos los cristianos, se consideren ungidos o no.
-Ya, Juan. No lo digas muy alto, no sea que alguien nos escuche y nos lleve al comité.
-Por mí ya estaría tardando.
https://lucesquenobrillan.blogspot.com/2...acion.html
Hola, Pedro. Como anciano que eres de congregación, debo consultarte algo.
-Tú dirás, Juan.
-Verás, nosotros no participamos de los emblemas del pan y del vino.
-No, claro.
-Solamente somos observadores; o sea, que nos limitamos a ver cómo otros participan.
-Así es.
-Pero en la cena de Jesucristo no había observadores; solamente había participantes.
-Sí, tan solo estaban con él los apóstoles.
-Y Jesucristo dijo que se hiciera eso en memoria o conmemoración de él.
-Así es.
-Bien, exactamente, ¿qué es lo que había que hacer en memoria de él: participar del pan y del vino o ver cómo otros participan?
-Bueno, como Jesucristo celebró su cena con ungidos, solamente los ungidos pueden participar.
-¿Celebró Jesucristo su cena con ungidos?
-Por supuesto. Los apóstoles eran ungidos.
-Piensa un poco, Pedro.
-No hay que pensar. Los apóstoles eran ungidos.
-Siento contrariarte, Pedro; pero, si lees bien, verás que los apóstoles no eran ungidos cuando Jesucristo celebró su cena con ellos.
-¿Cómo que no? ¡Eran ungidos!
-No, Pedro. En el momento de la cena no eran ungidos. Lo serían más tarde, en el Pentecostés, cuando fueron ungidos con el Espíritu Santo.
-Bueno, pero Jesucristo sabía que iban a ser ungidos.
-Claro, Pedro; pero la cuestión es que en el momento de la cena los apóstoles no eran ungidos.
-Ya… admitamos eso.
-Entonces ¿por qué hoy día solamente participan de los emblemas los que se consideran ungidos?
-Es lo suyo, Juan.
-Pero Jesucristo no celebró su cena con ungidos. Solamente con los doce apóstoles, que al final fueron once, aunque Matías fue escogido más tarde como apóstol.
-Claro, celebró su cena con los apóstoles porque hacía con ellos un pacto para un reino.
-Así es. Entonces, ¿por qué no celebró su cena, por ejemplo, con los 120 discípulos, incluídos los apóstoles, de los que habla Hechos, capítulo uno?
-Hombre, Juan, porque no cabían en el cenáculo.
-Pero sí cabían en un aposento superior de Jerusalén.
-Ya.
-Entonces, ¿por qué no celebró su cena con todos ellos, ya que todos iban a ser ungidos?
-Bueno, ya te he dicho que celebró su cena con los apóstoles porque hizo con ellos un pacto para un reino.
-Así es, Pedro. Si la cena la celebró únicamente con sus apóstoles, fue con ellos únicamente que hizo el pacto, no con los demás que iban a ser ungidos.
-Ya… no había pensado en eso.
-¿Y qué fue lo que Jesucristo dijo a los apóstoles que hicieran en memoria de él?
-Pues… el participar del pan y del vino.
-Exacto. No dijo nada de ser observadores de los que participan del pan y el vino.
-No, no lo dijo…
-Entonces, Pedro, si hemos de celebrar la conmemoración de la muerte de Cristo, también hemos de participar del pan y del vino. Y más teniendo en cuenta que él no cenaba con ungidos. Por tanto los no ungidos pueden participar del pan y del vino, ya que los apóstoles eran en este caso una representación de todos los cristianos.
-Pero hizo con ellos un pacto para un reino.
-Exacto; pero solamente con los apóstoles, a quienes dijo que juzgarían a las doce tribus de Israel. Doce tribus, a un apóstol por tribu. No 144.000.
-Pero hoy sabemos que hay en total 144.000 ungidos. Lo dice el Apocalipsis.
-Exacto, Pedro, lo dice el Apocalipsis. Pero, si te fijas, al principio dice el libro que todo se le dio a Juan en señales o símbolos.
-Sí, eso es lo que dice.
-Por tanto el Apocalipsis es un libro simbólico, no literal. Y cuando habla de 144.000 se trata de un número simbólico, lo mismo que cuando habla del Armagedón, que no es más que un símbolo. No es algo que haya de tomarse literalmente.
-Ya me pones a dudar, Juan.
-Además, Jesucristo, los apóstoles y los primeros cristianos no sabían nada de los 144.000.
-No, claro, no sabían nada de eso.
-Y como Jesucristo dijo que enseñásemos a otros todo lo que él había mandado, lo de los 144.000 no hay por qué enseñarlo, puesto que Jesucristo nada mencionó de ello.
-Ya. Pero el Apocalipsis se escribió a finales del siglo I.
-No lo sabemos, Juan. En los tres primeros siglos nadie sabía nada del Apocalipsis, a pesar de que los teólogos dicen lo contrario, pero sin pruebas. Lo de la inspiración del Apocalipsis es tradición de la Iglesia Católica. Lo cierto es que hasta finales del siglo cuarto la Iglesia no incluyó el Apocalipsis en su canon inspirado. ¿Qué pasó con los cristianos hasta entonces? ¿Cómo podían saber que eran ungidos o pertenecientes a los 144.000 si el Apocalipsis no solo no lo tomaban como inspirado, sino que ni siquiera sabían que existía?
-No había pensado en eso, Juan.
-Así que, para concluir, Jesucristo no celebró su cena con ungidos. Y además dijo que lo de tomar del pan y el vino se hiciera en memoria de él. Y lo dijo para todos los cristianos, se consideren ungidos o no.
-Ya, Juan. No lo digas muy alto, no sea que alguien nos escuche y nos lleve al comité.
-Por mí ya estaría tardando.
discipulo del Cristo
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