30 May, 2025, 03:45 PM
He aquí nuevamente yo para quejarme de la gente jaja
Pero es una espinita que tengo clavada.
¿Saben qué es lo peor de conocer personas buenas? Que si son las primeras que conoces de un grupo que dice ser "puro amor" te comes el bulo con patatas, como dirían mis hermanos de España.
Y pues eso. Que cuando entré a la organización, las primeras personas que conocí fueron MUY buenas. De estas que genuinamente se echarían al mundo al cuello por ayudarte. Personas de las que no abundan. Y no hablo del típico love bombing. Hablo de personas que no podían verme con una camisa con un agujerito porque llegaban a mi casa con ropa en las manos. Verdaderos cristianos, vaya.
Lamentablemente me fui del país, y empecé a comprender la realidad. Esas personas no eran buenas POR la organización, sino A PESAR de ella. Fuera, sin nadie que me cuidara, lo único que encontré fueron personas despiadadas dispuestas a aprovecharse de mi situación vulnerable como extranjero con un falso sentido de "hacerme un favor"
"Te llamo para este trabajo porque tengo en cuenta tu situación", un trabajo inhumano mal pagado que requería horas de esfuerzo en tiempos en los que la gente normal duerme.
"Hago este trato contigo porque sé que la pasas difícil", para acto seguido pasar un contrato en el que básicamente vendo mi alma y un poco más.
"Te llamo porque me preocupo por ti y quiero saber cómo estás", para después empezar a comentar con todo el mundo lo "mal hermano" que soy por no tener unas circunstancias mejores.
"No hay mal que por bien no venga" dice mi viejo. Me di cuenta, para mi gusto muy tarde pero quizás en el momento justo, de lo desalmados que son algunos "cristianos". Pisotearon a mi Dios y a su Cristo junto con todos sus principios morales para tener vidas "cómodas". Pero me liberé de ellos. En cosa de una semana rompo mi último lazo de dependencia a la gente de esta nefasta organización hipócrita, y tomo POR COMPLETO las riendas de mi vida.
Luego de romper ese lazo, solo me queda desadoctrinar a mi mujer, que va a ser lo más difícil. Aunque poco a poco hago mis avances planteándole cosas que ni todo el conocimiento wachitoriano podría contestar satisfactoriamente.
Pero es una espinita que tengo clavada.
¿Saben qué es lo peor de conocer personas buenas? Que si son las primeras que conoces de un grupo que dice ser "puro amor" te comes el bulo con patatas, como dirían mis hermanos de España.
Y pues eso. Que cuando entré a la organización, las primeras personas que conocí fueron MUY buenas. De estas que genuinamente se echarían al mundo al cuello por ayudarte. Personas de las que no abundan. Y no hablo del típico love bombing. Hablo de personas que no podían verme con una camisa con un agujerito porque llegaban a mi casa con ropa en las manos. Verdaderos cristianos, vaya.
Lamentablemente me fui del país, y empecé a comprender la realidad. Esas personas no eran buenas POR la organización, sino A PESAR de ella. Fuera, sin nadie que me cuidara, lo único que encontré fueron personas despiadadas dispuestas a aprovecharse de mi situación vulnerable como extranjero con un falso sentido de "hacerme un favor"
"Te llamo para este trabajo porque tengo en cuenta tu situación", un trabajo inhumano mal pagado que requería horas de esfuerzo en tiempos en los que la gente normal duerme.
"Hago este trato contigo porque sé que la pasas difícil", para acto seguido pasar un contrato en el que básicamente vendo mi alma y un poco más.
"Te llamo porque me preocupo por ti y quiero saber cómo estás", para después empezar a comentar con todo el mundo lo "mal hermano" que soy por no tener unas circunstancias mejores.
"No hay mal que por bien no venga" dice mi viejo. Me di cuenta, para mi gusto muy tarde pero quizás en el momento justo, de lo desalmados que son algunos "cristianos". Pisotearon a mi Dios y a su Cristo junto con todos sus principios morales para tener vidas "cómodas". Pero me liberé de ellos. En cosa de una semana rompo mi último lazo de dependencia a la gente de esta nefasta organización hipócrita, y tomo POR COMPLETO las riendas de mi vida.
Luego de romper ese lazo, solo me queda desadoctrinar a mi mujer, que va a ser lo más difícil. Aunque poco a poco hago mis avances planteándole cosas que ni todo el conocimiento wachitoriano podría contestar satisfactoriamente.