Hace 4 horas
En una reciente entrevista con Roberto Martínez, el periodista deportivo mexicano Miguel Ángel Arizpe narra su pasado con los Testigos de Jehová. Todo comienza a partir del minuto 35:40.
Miguel nació en una familia de Testigos. Eran los 80s y aún le tocaban tres reuniones por semana. En algunas cosas su memoria le falla y no todo lo que afirma es preciso. Por lo que se infiere, posiblemente llegó a ser un publicador no bautizado. Para antes de llegar a los veinte, ya nadie de su familia era Testigo, decidió permanecer por convicción y porque le gustaba el estudio. Se mudó a Francia para aprender el idioma y allá continuó por un tiempo todavía reuniéndose y predicando. En 1995 cuando tenía unos 24 años, predicando conoció a una chica española y comenzaron a salir y tener intimidad. Le invade la culpa de la doble vida y es cuando decide apartarse de los Testigos. Como probablemente nunca se bautizó, parece que no vivió la amarga experiencia de ser expulsado.
Su postura ante el grupo religioso es de respeto y aprecio. Para bien y para mal cree que están llenos de ideas muy estrictas y radicales, cita el tema de la sangre, el saludo a la bandera (le tocó de niño ser expulsado de la escuela), los cumpleaños. Dice que "la religión de los Testigos es la más distante al catolicismo", lo que en parte insinúa que aún admira muchas de sus creencias y arrastra muchas ideas donde el adoctrinamiento hizo bien su chamba. Dice que se fue porque siempre se le pedía más fe pero sus dudas y curiosidad eran muchas. Aún así, cree que lo que aprendió lo ayudó a no meterse en muchos problemas en la adolescencia.
Hoy ya no cree en las religiones. Admira la devoción y la resolución con la que el Testigo hace su evangelización (quizá se llevaría una gran decepción si viera lo mucho que ha cambiado eso). Cree que los Testigos acomodan muchas cosas a su conveniencia y que todas las religiones se tratan de adoctrinación y aprovecharse de la ignorancia de la gente.
Lo positivo: pone el tema de los Testigos en la mesa y le da difusión. Dice que tienen ideas extremas y radicales, hablan de algunas de ellas y se les cuestiona un poco.
Lo negativo: falta más profundidad, hablar del tema de la expulsión y de los abusos. Hasta cierto grado puede incluso despertar curiosidad positiva por los Testigos.
Miguel nació en una familia de Testigos. Eran los 80s y aún le tocaban tres reuniones por semana. En algunas cosas su memoria le falla y no todo lo que afirma es preciso. Por lo que se infiere, posiblemente llegó a ser un publicador no bautizado. Para antes de llegar a los veinte, ya nadie de su familia era Testigo, decidió permanecer por convicción y porque le gustaba el estudio. Se mudó a Francia para aprender el idioma y allá continuó por un tiempo todavía reuniéndose y predicando. En 1995 cuando tenía unos 24 años, predicando conoció a una chica española y comenzaron a salir y tener intimidad. Le invade la culpa de la doble vida y es cuando decide apartarse de los Testigos. Como probablemente nunca se bautizó, parece que no vivió la amarga experiencia de ser expulsado.
Su postura ante el grupo religioso es de respeto y aprecio. Para bien y para mal cree que están llenos de ideas muy estrictas y radicales, cita el tema de la sangre, el saludo a la bandera (le tocó de niño ser expulsado de la escuela), los cumpleaños. Dice que "la religión de los Testigos es la más distante al catolicismo", lo que en parte insinúa que aún admira muchas de sus creencias y arrastra muchas ideas donde el adoctrinamiento hizo bien su chamba. Dice que se fue porque siempre se le pedía más fe pero sus dudas y curiosidad eran muchas. Aún así, cree que lo que aprendió lo ayudó a no meterse en muchos problemas en la adolescencia.
Hoy ya no cree en las religiones. Admira la devoción y la resolución con la que el Testigo hace su evangelización (quizá se llevaría una gran decepción si viera lo mucho que ha cambiado eso). Cree que los Testigos acomodan muchas cosas a su conveniencia y que todas las religiones se tratan de adoctrinación y aprovecharse de la ignorancia de la gente.
Lo positivo: pone el tema de los Testigos en la mesa y le da difusión. Dice que tienen ideas extremas y radicales, hablan de algunas de ellas y se les cuestiona un poco.
Lo negativo: falta más profundidad, hablar del tema de la expulsión y de los abusos. Hasta cierto grado puede incluso despertar curiosidad positiva por los Testigos.
Are your convictions so fragile they cannot stand in opposition to mine?
Is your god so flimsy, so weak? For shame!
- Quills (2000)
