Esta comunidad utiliza cookies
Esta comunidad utiliza cookies para almacenar información de ingreso si eres forista, y tu última visita si no lo eres. Las cookies son pequeños textos almacenados en su computadora; dichas cookies son puestas por este sitio y no posan como riesgo de seguridad. Las cookies rastrean tópicos específicos que usted haya leído. Por favor confirme si acepta o rechaza que estas cookies sean almacenadas.

Una cookie se almacenará en su navegador para prevenir que este aviso salga nuevamente. Usted podrá cambiar este ajuste utilizando el enlace a pie de página.

Copyright authors please see our disclaimer. (March 19, 2021)

Calificación:
  • 0 voto(s) - 0 Media
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5

¿Y que hay de los que perdimos la esperanza?
#1

Hola, un gusto saludarlos. No se si ya se ha hablado de esto en el foro, pero...

La pregunta del título la hago pensando en algo que, la verdad, siempre me ronda la cabeza: la muerte. Cuando estaba dentro de la organización, mi forma de ver este tema era muy distinta a lo que siento ahora, después de haber salido.

Antes, tenía esta idea —o mejor dicho, esta esperanza— de que si moría alguien a quien yo quería, y era Testigo, pues… algún día lo volvería a ver en el nuevo mundo. Y aunque el dolor igual iba a estar ahí, esa ilusión al menos me daba un pequeño amortiguador emocional. Era como pensar: “sí, duele… pero no todo está perdido”.

Pero ahora… ¿qué queda para mí?
Hoy lo único claro que tengo sobre la muerte es que es eso: el final. Un ciclo que se cumple y ya. Y aceptarlo no siempre es fácil.

Traigo este tema porque hace un tiempo, incluso antes de presentar mi carta de renuncia, yo tenía una amistad muy bonita con dos jovencitas gemelas. Teníamos más o menos la misma edad. Conocía a sus papás, y la relación con ellos también era especial. Vivimos juntos momentos muy significativos mientras yo aún estaba dentro. Pero como sucede con casi todo al salir… esa amistad, esa comunicación, ese vínculo, se fue perdiendo poco a poco.

De vez en cuando intercambiábamos algún saludo o felicitación, y por familiares me enteraba de cosas que pasaban en su casa. Una de esas noticias fue que a la mamá le diagnosticaron cáncer. Seguí su proceso desde lejos —fotos, Facebook, estados de WhatsApp— sin atreverme a acercarme, pero sin dejar de sentir cariño.

Hasta que, hace nada, me enteré de que la mamá falleció. Y me dolió más de lo que pensé. Me sentí mal por no haber estado para ellas, por no haber acompañado ese proceso tan duro que vivieron en los últimos días de su mamá.

Aun así, les escribí. Porque lo que siento por ellas estaba por encima de cualquier distancia o historia pasada. Y me animé a ir al funeral. No voy a negar que fue muy difícil. Cuando las vi, me abracé a ellas, y les dije que ahí estaba, sin condiciones.

También vi a otros hermanos de la congregación. Y aunque ese momento no se trataba de mí, muchos se acercaron a saludar. Y es que, siendo sinceros, fue raro… porque tiempo atrás yo era prácticamente un cero a la izquierda para la mayoría.

En fin… estos momentos lo dejan a uno pensando inevitablemente en el futuro: ¿qué pasará cuando nos toque despedir a alguien a quien amamos? ¿Cómo lo viviremos sin esa esperanza que antes nos sostenía?

Y ahí vuelve la pregunta:
¿Qué hay de los que perdimos la esperanza de la resurrección?
¿Nos dará más duro?
¿Será nuestro duelo más pesado?
¿Podremos enfrentarlo con la misma fuerza con la que ellos creen enfrentarlo?

Porque, aunque ellos también sienten el golpe del duelo, pareciera que esa “esperanza” —por más disfrazada que esté— les da un poquito más de firmeza en esos momentos.

¿Y nosotros? Los que ya no creemos en eso… ¿qué nos queda?

¿Y que hay de los que perdimos la esperanza?
[+] 6 usuarios dieron MeGusta Cequs.
Responder
#2

Lo que queda para nosotros es volvernos a crear una narrativa. La resurrección es una narrativa, no hay certeza de que así sucederá, pero es una historia bonita que nos contamos para sobrellevar la inevitable experiencia de la muerte.

En mi caso, como PIMO y como ser que intenta ser racional, mi creencia es que no hay nada después de la muerte. La vida se extingue y ya. Esa es mi narrativa. La resurreción, el Paraíso, cada día me parecen más absurdos.

Por otro lado, me sorprende encontrarme con diversas posturas en personas que tienen un perfil igualmente racional, científico o incluso ateo. Uno pensaría que todos creen que la muerte es el fin de todo ser humano, pero algunos bajo cierta visión creen que algo sobrevive o que sencillamente pudiera haber algo más. Así que poco a poco mi postura se ha ido reblandeciendo al grado de decirme, ¿qué ocurre después de la muerte? en realidad no lo sabemos. Al final solo queda la narrativa que te quieras contar, la que te haga más feliz sobrellevar ese trance. Quizá el día de mañana cuando nos llegue la hora, se nos pueda revelar algo más.

Are your convictions so fragile they cannot stand in opposition to mine? 
Is your god so flimsy, so weak? For shame! 
Quills (2000)
[+] 3 usuarios dieron MeGusta Fortion Bare.
Responder
#3

Por aqui donde vivo, cuando alguien muere se dice que ha 'traspasado'...es un término que admite todo lo que quieras...

Pero contestando tu pregunta te diré que lo único que queda...o lo único que podemos hacer es
aprovechar el tiempo con esas personas queridas: reir,disfrutar, conversar, amar...abrazarse...
Y si despues hay algo, pedir que nos esperen que ya llegaremos...o esperar nosotros, que depende de quien 'llegue' antes.

Y si ahora toca llorar...llora.

Bienvenido.

"¿Y de que sirve hablar, si ya sabes que los demás no sienten lo que sientes?"
[+] 2 usuarios dieron MeGusta Moebius.
Responder
#4

Todos moriremos.

La WT o la biblia dan una visión diferente de la muerte, donde prácticamente nos dicen que si habrá otra vida después dependiendo de cómo te portaste.

Mi creencia actual es que no hay nada después de la muerte. Lo único seguro es la muerte, así que solo queda disfrutar lo que tenemos llorar, reír, enojarnos, disfrutar, enamorarse todo eso solo lo puedes hacer en esta vida, disfruten de ella con todo y sus dificultades.

AC
[+] 3 usuarios dieron MeGusta aaronc.
Responder
#5

Si pudieras asomarte a la vastedad de un universo que respiraba hace cien mil millones de años, cuando todo era un océano de sombras, polvo y bramidos de energía sin nombre, ¿creerías posible aquel gesto mínimo, casi tímido, de un respiro de vida? En aquel caos desbordado, donde reinaba el azar más puro, la existencia era apenas un murmullo improbable, una chispa temblorosa perdida entre millones de silencios. Y, sin embargo, aquí estamos. Este lienzo que hoy llamamos vida fue un casi imposible: un destello entre dos eternidades. Porque todo lo que puede ocurrir, aunque su probabilidad sea microscópica, insiste en permanecer. Así como los átomos que nos componen podrían, algún día, volver a encontrarse en el orden exacto que nos dio forma, también la vida fue, en su origen, una coincidencia tan absurda como sublime. Imaginarla en aquel valle oscuro era irrisorio, sí. Pero no imposible. Y fue suficiente con que no lo fuera para que alguna vez, en algún rincón del cosmos, comenzara a latir.


"Es al caer en el abismo cuando recuperamos los tesoros de la vida" -JOSEPH CAMPBELL 
The bible is glitchtastic! Sorry for the spoiler.

Lee la traducción que realicé al libro "Nueva Luz" documenta decenas de cambios en las doctrinas de los testigos.


[+] 4 usuarios dieron MeGusta Réquiem.
Responder
#6

Por mi parte te digo que a ese respecto no queda esperanza religiosa, científica, social, espiritual, filosófica.
Tengo unas entradas donde abordo el tema, hablan del Dr. Sans Segarra. Ahí descartó esa posibilidad de la que aquí habla un forista; es decir, no puede existir la resurrección ni en acto ni en potencia.
Recién platicamos una amiga y yo de su ex marido fallecido. Ella dijo algo que yo también he pensado. Suponiendo sin conceder que resucitamos tal y como dice la doctrina de los Testigos. ¿Con qué cuerpo vamos a venir o edad mental? Ella que creé en la resurrección celestial opina al igual que yo que no nos reconoceríamos, por motivo de que vivimos en lo material, somos carne y sangre, sujetos corpóreos.
El caso es que en ambas creencias no nos reconoceríamos. Por lo tanto la resurrección como esperanza es un sinsentido.
Pero no creo que porque pierdes esa esperanza vuelvas a adoptar el corpus doctrinal que tenías ¿O sí?Al menos para el catolicismo perder la esperanza generica es un craso error que equivale a perder la fé en Dios mismo. Algunas ramas de la psicología recomiendan a veces perder la esperanza.
Lo único que nos queda es Carpe diem.
Si te sirve, piénsalo de está manera poética: Soy vecino de este mundo por un rato.
Y hoy coincide que también tú estás aquí.
Coincidencias tan extrañas de la vida.
Tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio
Y coincidir.
El Anti.
[+] 3 usuarios dieron MeGusta El anti.
Responder
#7

Memento Mori (Recuerda que morirás).

Si bien tiene muchas interpretaciones, todas aluden a lo fugaz de la vida, a valorar el breve tiempo de nuestra existencia y tratar de pasarlo lo mejor que podamos.

Cuando dicen "un año mas de vida", en realidad debiéramos decir "un años MENOS de vida". Mucho se ha discutido en el foro, sobre la vida eterna, ya sea fisica o "en espiritu". Pero la triste realidad es que la eternidad nos dejaria sin motivacion de nada. todo podriamos hacerlo "despues". La vida eterna haria carecer de significado toda accion posible.

Sin embargo, como decia Consuelo Velazques "El beso que negaste ya no lo podras dar". Ese abrazo que no diste a tu hermano por estar enojado, no se podra dar jamas. Esa frase de consuelo que no se dio a tiempo, es irrepetible, tanto como "las oscuras golondrinas... Esas que miraron nuestros corazones, esas, no volveran" (parafrasis de el poema de Becquer).

Solo resta, pues, APROVECHAR EL BREVE TIEMPO. Quizas mañana no estemos, y el disfrutar de tu esposa(o esposo) en esas vacaciones soñadas jamas puedas tenerlas por la ausencia definitiva...




Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto
[Imagen: 312554928-8634900413188542-2070329703511938974-n.jpg]
[+] 3 usuarios dieron MeGusta JoseFidencioR.
Responder
#8

A mi parecer, lo más hermoso de la vida es saber que algún día terminará. Tenemos el deber de buscar la felicidad y, mientras estemos aquí, aprovechar al máximo cada día para crecer y darnos valor. A veces se nos olvida que cada día vivido es un día menos del que disponemos, y por eso deberíamos vivir con intención, presencia y gratitud, haciendo que cada jornada cuente.
Memento mori.
[+] 1 usuario dio MeGusta Sr. Oscuro.
Responder
#9

(01 Dec, 2025, 06:10 PM)Sr. Oscuro escribió:  A mi parecer, lo más hermoso de la vida es saber que algún día terminará. Tenemos el deber de buscar la felicidad y, mientras estemos aquí, aprovechar al máximo cada día para crecer y darnos valor. A veces se nos olvida que cada día vivido es un día menos del que disponemos, y por eso deberíamos vivir con intención, presencia y gratitud, haciendo que cada jornada cuente.
Memento mori.


De acuerdo en todo contigo camarada, menos en lo del deber de buscar la felicidad.

El Anti
Responder
#10

(30 Nov, 2025, 09:07 AM)Cequs escribió:  Hola, un gusto saludarlos. No se si ya se ha hablado de esto en el foro, pero...

La pregunta del título la hago pensando en algo que, la verdad, siempre me ronda la cabeza: la muerte. Cuando estaba dentro de la organización, mi forma de ver este tema era muy distinta a lo que siento ahora, después de haber salido.

Antes, tenía esta idea —o mejor dicho, esta esperanza— de que si moría alguien a quien yo quería, y era Testigo, pues… algún día lo volvería a ver en el nuevo mundo. Y aunque el dolor igual iba a estar ahí, esa ilusión al menos me daba un pequeño amortiguador emocional. Era como pensar: “sí, duele… pero no todo está perdido”.

Pero ahora… ¿qué queda para mí?
Hoy lo único claro que tengo sobre la muerte es que es eso: el final. Un ciclo que se cumple y ya. Y aceptarlo no siempre es fácil.

Traigo este tema porque hace un tiempo, incluso antes de presentar mi carta de renuncia, yo tenía una amistad muy bonita con dos jovencitas gemelas. Teníamos más o menos la misma edad. Conocía a sus papás, y la relación con ellos también era especial. Vivimos juntos momentos muy significativos mientras yo aún estaba dentro. Pero como sucede con casi todo al salir… esa amistad, esa comunicación, ese vínculo, se fue perdiendo poco a poco.

De vez en cuando intercambiábamos algún saludo o felicitación, y por familiares me enteraba de cosas que pasaban en su casa. Una de esas noticias fue que a la mamá le diagnosticaron cáncer. Seguí su proceso desde lejos —fotos, Facebook, estados de WhatsApp— sin atreverme a acercarme, pero sin dejar de sentir cariño.

Hasta que, hace nada, me enteré de que la mamá falleció. Y me dolió más de lo que pensé. Me sentí mal por no haber estado para ellas, por no haber acompañado ese proceso tan duro que vivieron en los últimos días de su mamá.

Aun así, les escribí. Porque lo que siento por ellas estaba por encima de cualquier distancia o historia pasada. Y me animé a ir al funeral. No voy a negar que fue muy difícil. Cuando las vi, me abracé a ellas, y les dije que ahí estaba, sin condiciones.

También vi a otros hermanos de la congregación. Y aunque ese momento no se trataba de mí, muchos se acercaron a saludar. Y es que, siendo sinceros, fue raro… porque tiempo atrás yo era prácticamente un cero a la izquierda para la mayoría.

En fin… estos momentos lo dejan a uno pensando inevitablemente en el futuro: ¿qué pasará cuando nos toque despedir a alguien a quien amamos? ¿Cómo lo viviremos sin esa esperanza que antes nos sostenía?

Y ahí vuelve la pregunta:
¿Qué hay de los que perdimos la esperanza de la resurrección?
¿Nos dará más duro?
¿Será nuestro duelo más pesado?
¿Podremos enfrentarlo con la misma fuerza con la que ellos creen enfrentarlo?

Porque, aunque ellos también sienten el golpe del duelo, pareciera que esa “esperanza” —por más disfrazada que esté— les da un poquito más de firmeza en esos momentos.

¿Y nosotros? Los que ya no creemos en eso… ¿qué nos queda?

¿Y que hay de los que perdimos la esperanza?

Hola Cequs, de primeras me da mucho placer saludarte y volver al foro, los leo seguido pero no me queda casi tiempo de escribir, es un tema muy interesante el que registras en el hilo y me lo he planteado, no obstante creo que me he encontrado satisfecho con una respuesta que te daré a continuación.
Estoy de acuerdo con quienes ya han respondido este hilo diciendo que hay que aprovechar cada momento con tus seres queridos y valorarlos porque el tiempo es corto, y hay que disfrutarlos aún más ya que somos una existencia limitada y casi milagrosa, todo eso es cierto, pero quiero dejar de lado la idea de "aprovecha el tiempo" o la típica "no llores porque terminó sonríe porque sucedió".
Más que eso quiero centrarme en una idea de JoseFidencio, y quiero hacer una pregunta: ¿Para que queremos más tiempo?
Sé que suena mal, pero a mí parecer la idea de la "vida eterna" no es una idea nuestra, es una idea implantada (cómo en Inception) creo que es algo que a fuerza queremos tener pero hacemos bien en preguntarnos: ¿Es realmente necesario?
Como dijo JoseFidencio, cito: "La vida eterna haría carecer de significado toda acción posible."
No me gusta reducir ideas tan complejas a conceptos simples o básicos, pero lo ilustro de la siguiente forma, un niño en un parque de diversiones, está contento feliz y seguro si le preguntas el niño en su inocencia querrá quedarse a vivir allí, la realidad, dura como siempre, es que si ese niño se queda una semana en ese parque estará harto.
Entonces, volviendo a nuestra realidad, si todo lo que vemos a nuestro alrededor tiene un ciclo, tiene un inicio y un final, sí, algunos más largos como los planetas y las estrellas que están durante millones de años, pero siempre tienen un final, entonces ¿Por qué ese afán de ser la excepción? ¿No será que la vida y el universo mismo nos está queriendo decir algo, que básicamente, la eternidad carece de sentido?
Para mí, la mayoría de personas somos ese niño, inocentes, creyendo que la vida eterna o hacer que algo dure más nos haría más felices, ¿tiene lógica no? sí algo me hace feliz el doble de ese "algo" me hará el doble de feliz, matemática básica, pero paradójicamente lo que nos hace felices es que esa felicidad sea limitada. Y hay quienes dicen que es el sufrimiento lo que a algunas personas como yo no deseemos la vida eterna, y a mí parecer es al contrario, tan solo imaginarme una vida perfecta durante mucho tiempo me abruma aún más, y quiero aclarar que tampoco es que deseo morir, simplemente no quiero vivir para siempre, e igual me parece injusto que haya personas que mueran cuando no les tocaba, bebés, niños, y personas con enfermedades fatales, de todas formas es triste e injusto, reitero.

En fin, para no enrollarme más quiero terminar diciendo que un buen ejemplo de lo que acabo de decir está en la película "El hombre bicentenario" dónde un robot relativamente eterno, desea ser mortal. Y creo que también hay comics de superheroes como Deadpool o Hulk que también tocan termas parecidos al ser personajes que no pueden morir.
En fin un saludo y espero que este punto de vista haya resultado un poco útil.


No estoy descubriendo algo nuevo, simplemente redactando información que quiero recordar más adelante 
- DeadJPool
[+] 2 usuarios dieron MeGusta DeadJPool.
Responder
#11

Se pierde la esperanza, se gana realidad.



"Nada te ata excepto tus pensamientos; nada te limita excepto tu miedo; nada te controla excepto tus creencias." ( Marianne Williamson.)

[Imagen: giphy.gif]

[+] 1 usuario dio MeGusta neo.
Responder
#12

Sin la muerte creo que moriríamos de aburrimiento, al final todo seria monotonía.

“La luz excesiva es la mayor oscuridad… " Peer Gynt de Henrik Ibsen
[+] 1 usuario dio MeGusta Amatheos.
Responder


Posibles hilos similares…
Hilo / Autor Respuestas Vistas Último mensaje

Salto de foro:


Usuarios navegando en este hilo: 1 invitado(s)