Jolines! te entro el "mal del Jamaicon Villegas"...
NOTA: pese a que Jamaicon tambien se refiere a los homosexuales, NO ESTA RELACIONADO con el "mal del Jamaicon".
Jamaicon o José Villegas Tavares, un futbolista que jugó con Los Chivas del Guadalajara, era un jugador excepcional, único que rivalizó con Pele y Manuel Francisco Dos Santos "Garrincha" sin permitirle pasar al área chica nunca... bueno, sí le permitió a Garrincha, y de ahí su fama del "mal del jamaicon". en tierra mexicana, nunca pasó el balón por su parte... gana 8 campeonatos locales (solo Sabas Ponce lo imita!) y sin embargo, al jugar en tierras extranjeras, curiosamente, no juega nada bien. al mismo garrincha que no pudo con Jamaicon antes, ahora Jamaicon hasta parecía tenerle miedo. cuando es encontrado afuera del deportivo en una comida con el equipo llorando a lágrima suelta por el entrenador, Jamaicon le dice que extraña los sopes, pozole y garnachas, que esa comida era comida para ricos y el extrañaba su tierra, que lo devolviera ya.
fue regresado a su tierra. y desde entonces, cada que un Mexicano u alguna persona dice "extraño mi patria" se recuerda el caso del Jamaicon. la cancion emblemática de los mexicanos que estan en el extranjero es "Cancion Mixteca".
Cantan: Miguel Aceves Mejia "el falsete de oro" y Luis Aguilar "El gallo de Oro".
Compositor: J. LOPEZ ALVAVES
Canción mixteca
Antonio Aguilar
Que lejos estoy del cielo donde he nacido
inmensa nostalgia invade mi pensamiento
al verme tan solo y triste
cual hoja el viento
Quisiera volar
quisiera morir
de sentimiento
¡oh tierra del sol!
suspiro por verte
ahora que lejos
yo vivo sin luz, sin amor
y al verme tan solo y triste
cual hoja al viento
quisiera volar
quisiera morir
de sentimiento.
¡Oh tierra del sol!
suspiro por verte
ahora que lejos
yo vivo sin luz, sin amor
al verme tan solo y triste
cual hoja al viento
quisiera volar
quisiera morir
de sentimiento.
Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto