Salir de la secta de los Testigos de Jehová es muy difícil si, como es mi caso, las personas que amamos también están dentro pero no tienen interés en analizar de manera objetiva sus propias creencias.
Es por ello que, basado en mi experiencia personal, en lecturas de este mismo foro y en experiencias de usuarios del foro en Reddit, deseo compartir algunas claves que respondan a la pregunta de este hilo: ¿cómo salir de la secta experimentando el menor dolor posible?
Aunque he seguido la siguiente secuencia, es importante que analices tu caso personal y veas si cada paso se ajusta a tus vivencias, o si es necesario saltar uno o agregar algún otro paso muy personalizado.
1. Confirma para ti lo destructiva que es la secta, puesto que si tienes dudas lo más probable es que termines volviendo al Salón del Reino como si fuese un lugar de refugio y no como lo que verdaderamente es, un lugar de adoctrinamiento donde cada uno de los miembros vigila, señala y denuncia ante los ancianos de congregación a sus propios amigos. ¿En realidad deseas volver a ese espacio coercitivo?
2. Una vez tengas claro que deseas salir de la secta, recomiendo no contarle a nadie tus planes o tus dudas más íntimas porque, como se sabe, te pondrán la etiqueta de "apóstata". Evita al máximo tener conversaciones donde tengas que dar opiniones sinceras sobre la Organización, el Cuerpo Gobernante, los casos de abuso sexual o los nuevos cambios que se implementan de manera interna en las congregaciones. Entre menos se proyecten las luces sobre ti, más seguro será tu plan de salida.
3. Si eres publicador raso o si tienes privilegios de servicios como el precursorado, LDC, Siervo ministerial o Anciano de congregación, reduce de manera gradual tu participación en dichas actividades. ¿Por qué engañar a la gente en el territorio o a los asistentes a las reuniones? ¿Te gustaría que lo hicieran contigo, persuadiendo con palabras amables a nuevas víctimas para la secta? Poco a poco, deja de participar en la rutina que traías hasta que pases tu primer mes donde reportes como publicador inactivo. Es en este momento donde empieza la parte más difícil.
4. Aprende a decir "No". Recuerda que un "no" es una oración con sentido completo. Por ejemplo, si el superintendente de tu grupo te pide un momento para conversar en la Sala B o visitarte el fin de semana en tu casa porque está interesado en tu bienestar espiritual, puedes negarte. Decir que en ese momento o en esa fecha particular no puedes, es tan válido como decir que sí. Es posible que te asustes porque le dices que no a un Anciano, pero recuerda que nadie tiene autoridad sobre ti, mucho menos los ancianos de la congregación.
5. Paralelo a los pasos anteriores, saca un cita médica con tu doctor(a) y pide que te remita al Área de Psicología o el Área de Salud Mental. Una vez que tengas dicha consulta psicológica, explica tu condición y que eres consciente de la importancia de iniciar el proceso de terapia. No imaginas lo liberador que resulta poder hablar de estos temas tan sensibles con un especialista en salud mental. Es probable que te remitan a sesiones grupales y hasta tenga que intervenir un especialista en Psiquiatría. Cada caso es diferente, pero no temas: como médicos, son las personas más calificadas para brindarte el apoyo que necesitas. Eso sí, procura no abandonar este proceso para obtener el mejor resultado.
6. Hacer nuevos amigos o abrirte con tus compañeros de escuela o de trabajo puede ayudarte a conocer visiones de mundo diferentes a la que se te ha inculcado en la secta. Mientras en el Salón nos enseñan que el mundo está dominado por un egoísmo diabólico, descubrirás que a tu alrededor hay personas altruistas, que ayudan sin nada a cambio, que pueden ser sinceras y que de manera objetiva serán amigos verdaderos aunque no compartas su misma fe, es decir, personas que demuestran amor incondicional.
7. Recomiendo no enviar una carta de desasociación porque, independiente de tus motivos sinceros o de lo que escribas en el papel, se dará el mismo anuncio que se da cuando una persona es expulsada: "Fulano ya no es Testigo de Jehová". Eso significa que todos los miembros de la congregación te rechazarán, incluyendo a tus familiares, amigos o personas que de verdad estimas. Por eso, si deseas conservar la posibilidad de mantener abierta una vía de conversación con las personas que aprecias, lo mejor es desvanecerte. ¿Y eso cómo se hace? Si ya has disminuido tu participación en la predicación y en las actividades de la congregación, empieza ahora a reunirte de manera virtual: conéctate a Zoom, aunque no enciendas tu cámara ni te prepares para las reuniones. Llegará el momento en que también dejarás de conectarte, y ni siquiera te darás cuenta.
8. No aceptes visitas de los ancianos. Recuerda que este proceso de desvanecerte lleva varios meses, y dependiendo de las circunstancias, a algunos nos ha tomado más tiempo, por ejemplo, a mí me ha tomado cuatro años desde que soy anciano, y espero que este sea mi último semestre pues solo me estoy conectando a Zoom, aprovechando la coyontura de que mi mamá enfermó y tuve que mudarme de ciudad en meses anteriores. Por eso es importante que seas precavido y paciente. No compares tu proceso con el de otros. Recuerda que nadie tiene autoridad sobre ti, ni siquiera los ancianos de las congregaciones o el Superintendente de Circuito.
Como he dicho, lo que comparto en este hilo se basa en mi experiencia y en lecturas de otros foristas. Por favor, si deseas añadir cómo fue o cómo ha sido tu proceso, déjalo como comentario para que otros también puedan evaluar tu estrategia, ver qué aspectos pueden serles útiles y cómo aplicarlos a sus vivencias actuales.
Es por ello que, basado en mi experiencia personal, en lecturas de este mismo foro y en experiencias de usuarios del foro en Reddit, deseo compartir algunas claves que respondan a la pregunta de este hilo: ¿cómo salir de la secta experimentando el menor dolor posible?
Aunque he seguido la siguiente secuencia, es importante que analices tu caso personal y veas si cada paso se ajusta a tus vivencias, o si es necesario saltar uno o agregar algún otro paso muy personalizado.
1. Confirma para ti lo destructiva que es la secta, puesto que si tienes dudas lo más probable es que termines volviendo al Salón del Reino como si fuese un lugar de refugio y no como lo que verdaderamente es, un lugar de adoctrinamiento donde cada uno de los miembros vigila, señala y denuncia ante los ancianos de congregación a sus propios amigos. ¿En realidad deseas volver a ese espacio coercitivo?
2. Una vez tengas claro que deseas salir de la secta, recomiendo no contarle a nadie tus planes o tus dudas más íntimas porque, como se sabe, te pondrán la etiqueta de "apóstata". Evita al máximo tener conversaciones donde tengas que dar opiniones sinceras sobre la Organización, el Cuerpo Gobernante, los casos de abuso sexual o los nuevos cambios que se implementan de manera interna en las congregaciones. Entre menos se proyecten las luces sobre ti, más seguro será tu plan de salida.
3. Si eres publicador raso o si tienes privilegios de servicios como el precursorado, LDC, Siervo ministerial o Anciano de congregación, reduce de manera gradual tu participación en dichas actividades. ¿Por qué engañar a la gente en el territorio o a los asistentes a las reuniones? ¿Te gustaría que lo hicieran contigo, persuadiendo con palabras amables a nuevas víctimas para la secta? Poco a poco, deja de participar en la rutina que traías hasta que pases tu primer mes donde reportes como publicador inactivo. Es en este momento donde empieza la parte más difícil.
4. Aprende a decir "No". Recuerda que un "no" es una oración con sentido completo. Por ejemplo, si el superintendente de tu grupo te pide un momento para conversar en la Sala B o visitarte el fin de semana en tu casa porque está interesado en tu bienestar espiritual, puedes negarte. Decir que en ese momento o en esa fecha particular no puedes, es tan válido como decir que sí. Es posible que te asustes porque le dices que no a un Anciano, pero recuerda que nadie tiene autoridad sobre ti, mucho menos los ancianos de la congregación.
5. Paralelo a los pasos anteriores, saca un cita médica con tu doctor(a) y pide que te remita al Área de Psicología o el Área de Salud Mental. Una vez que tengas dicha consulta psicológica, explica tu condición y que eres consciente de la importancia de iniciar el proceso de terapia. No imaginas lo liberador que resulta poder hablar de estos temas tan sensibles con un especialista en salud mental. Es probable que te remitan a sesiones grupales y hasta tenga que intervenir un especialista en Psiquiatría. Cada caso es diferente, pero no temas: como médicos, son las personas más calificadas para brindarte el apoyo que necesitas. Eso sí, procura no abandonar este proceso para obtener el mejor resultado.
6. Hacer nuevos amigos o abrirte con tus compañeros de escuela o de trabajo puede ayudarte a conocer visiones de mundo diferentes a la que se te ha inculcado en la secta. Mientras en el Salón nos enseñan que el mundo está dominado por un egoísmo diabólico, descubrirás que a tu alrededor hay personas altruistas, que ayudan sin nada a cambio, que pueden ser sinceras y que de manera objetiva serán amigos verdaderos aunque no compartas su misma fe, es decir, personas que demuestran amor incondicional.
7. Recomiendo no enviar una carta de desasociación porque, independiente de tus motivos sinceros o de lo que escribas en el papel, se dará el mismo anuncio que se da cuando una persona es expulsada: "Fulano ya no es Testigo de Jehová". Eso significa que todos los miembros de la congregación te rechazarán, incluyendo a tus familiares, amigos o personas que de verdad estimas. Por eso, si deseas conservar la posibilidad de mantener abierta una vía de conversación con las personas que aprecias, lo mejor es desvanecerte. ¿Y eso cómo se hace? Si ya has disminuido tu participación en la predicación y en las actividades de la congregación, empieza ahora a reunirte de manera virtual: conéctate a Zoom, aunque no enciendas tu cámara ni te prepares para las reuniones. Llegará el momento en que también dejarás de conectarte, y ni siquiera te darás cuenta.
8. No aceptes visitas de los ancianos. Recuerda que este proceso de desvanecerte lleva varios meses, y dependiendo de las circunstancias, a algunos nos ha tomado más tiempo, por ejemplo, a mí me ha tomado cuatro años desde que soy anciano, y espero que este sea mi último semestre pues solo me estoy conectando a Zoom, aprovechando la coyontura de que mi mamá enfermó y tuve que mudarme de ciudad en meses anteriores. Por eso es importante que seas precavido y paciente. No compares tu proceso con el de otros. Recuerda que nadie tiene autoridad sobre ti, ni siquiera los ancianos de las congregaciones o el Superintendente de Circuito.
Como he dicho, lo que comparto en este hilo se basa en mi experiencia y en lecturas de otros foristas. Por favor, si deseas añadir cómo fue o cómo ha sido tu proceso, déjalo como comentario para que otros también puedan evaluar tu estrategia, ver qué aspectos pueden serles útiles y cómo aplicarlos a sus vivencias actuales.
«El Cuerpo Gobernante no recibe revelaciones divinas ni es infalible. Por lo tanto, puede equivocarse en temas doctrinales y cuestiones de organización».
— La Atalaya, febrero de 2017, pág. 26, § 12.