04 May, 2025, 11:19 PM
Por si se le ocurre borrar el relato aquí hago una copia y pega de lo que escribió en el foro de relatos eróticos:
Expulsada y humillada por un error
Dorado Soto Estrella
Fecha: 11-Abr-25
Accesos: 7.175
Valoración media: Valoración Media: 8.50 (8 Valoraciones)
Tiempo estimado de lectura: [ 3 min. ]
- +
Soy Estrella Soto, una joven de 18 años que siempre he sido una devota Testigo de Jehová y precursora regular. Mi vida dio un giro trágico durante una asamblea regional. En un momento de debilidad, envié una foto íntima a un chico que conocía, pensando que sería un secreto. Pero todo salió mal.
Hola, soy Estrella Soto, tengo 18 años y nunca pensé que tendría que escribir algo así, pero necesito desahogarme. Todo comenzó cuando tenía 17 años y asistí a una asamblea regional con mi congregación. Siempre había sido una chica reservada, pero quería participar más y mostrar mi fe. La asamblea parecía la oportunidad perfecta para demostrar mi compromiso.
Durante la asamblea, conocí a muchos jóvenes de otras congregaciones. Todos parecían amigables y divertidos, y pronto me sentí parte del grupo. Sin embargo, una noche, después de una de las reuniones, decidí tomar una decisión impulsiva. Bebí un poco de alcohol y, en un momento de debilidad, me tomé una foto completamente desnuda y en una posición muy humillante. La foto mostraba cada detalle de mi cuerpo y se la envié a un chico que me parecía atractivo, pensando que sería un secreto entre nosotros. Pero todo salió mal.
Al día siguiente, empecé a notar miradas raras y cuchicheos entre los demás jóvenes. Al principio, no le di importancia, pero pronto me di cuenta de que algo no estaba bien. Algunas chicas que antes eran amables conmigo ahora me miraban con desprecio. Empecé a escuchar rumores de que había enviado una foto íntima a un chico y que él la había compartido con sus amigos. Al principio, no lo creía, pero los rumores se volvieron tan fuertes que incluso mis amigos comenzaron a dudar de mí.
Un día, mientras estaba en una de las actividades de la asamblea, una de las chicas se acercó a mí y me mostró la foto en su teléfono. Era la misma que le había enviado al chico. La foto había sido compartida con todos los participantes de la asamblea y se había vuelto viral. La gente se reía de mí y me llamaba "[palabra obscena] de Satanás", "ramera del Armagedón", "perra apóstata". Sentía que el mundo se me venía encima. No podía creer que alguien hubiera hecho algo tan cruel. Los comentarios eran horribles y me hacían sentir como una paria.
Los días siguientes fueron un infierno. Los comentarios en las redes sociales eran aún peores. Me decían que era una mentirosa, una tramposa, una [palabra obscena] de Satanás. Algunos incluso insinuaban que había hecho cosas mucho peores que solo enviar una foto. Los ancianos de la congregación, que antes me apoyaban, ahora me miraban con asco y decepción. Mi reputación estaba completamente destruida. Los chicos de la asamblea comenzaron a acercarse a mí solo para burlarse y hacer comentarios vulgares. Me decían cosas como "¿Quieres repetir la foto para Jehová?" y "¿Cuánto cobras por una sesión privada con el Espíritu Santo?" Sentía que cada palabra era una puñalada en mi corazón.
Un día, fui llamada a una sala privada con el comité de ancianos. Me senté frente a ellos mientras revisaban la foto en una tableta. Me preguntaron si tenía algo que decir en mi defensa. No podía hablar, solo lloraba mientras ellos me miraban con una mezcla de asco y enfado. "Estrella, tu comportamiento es inaceptable", dijo uno de ellos. "No puedes seguir siendo parte de nuestra congregación si no te arrepientes y cambias tu manera de actuar. Eres una vergüenza para todos nosotros y una ofensa a Jehová". Me sentí completamente destruida. Todo por lo que había trabajado, todos mis esfuerzos por ser una buena testigo, se habían convertido en una broma cruel.
Después de semanas de humillación y sufrimiento, fui expulsada de la congregación. Me sentí completamente destruida, como si mi vida hubiera terminado. La vergüenza y la humillación me acompañaban a dondequiera que fuera. Las burlas y los apodos seguían, incluso fuera de la asamblea. Los jóvenes que antes eran mis amigos ahora me evitaban como si fuera una leprosa. La vida se había convertido en un infierno, y no sabía cómo seguir adelante.
Regresé a mi congregación y todo empeoró. Mis compañeros de congregación se habían enterado de lo que había pasado y comenzaron a tratarme de la misma manera. Las reuniones se volvieron un calvario, con comentarios y burlas constantes. Los ancianos, que antes me apoyaban, ahora me miraban con desconfianza. Mis padres, que siempre habían estado orgullosos de mí, ahora me miraban con decepción y asco. Era como si ya no existiera para ellos.
Siento mucha culpa, pero también mucho resentimiento. No sé si hice mal en enviar esa foto o si esto es parte de liberarme de algo que ya me estaba haciendo daño desde hace tiempo. Me siento muy confundida, perdida, y a la vez un poco aliviada de poder escribir todo esto aquí sin miedo. La gente me dice que yo sola me lo busqué, que era mi culpa por haber sido tan estúpida y descuidada, y que ahora tengo que pagar las consecuencias. Dicen que soy una mala influencia para los demás jóvenes y que es mejor que me vaya para no contaminar a los demás.
Encontré este foro y me animé a compartir porque ya no quiero seguir fingiendo que estoy bien cuando por dentro me estoy rompiendo. Solo quiero encontrar personas que entiendan lo que se siente vivir esto, que no me juzguen, que hayan pasado por algo parecido. No sé qué va a pasar ahora conmigo, pero necesitaba soltar todo esto. Necesito encontrar una manera de sanar y seguir adelante, aunque ahora mismo todo parezca tan oscuro y sin esperanza.
************************************************************
Ya ven? Noten ustedes como en cada foro ha hecho una experiencia distinta, ahora resulta que fue en una asamblea regional donde se dio el incidente de la foto. Por favor compañeros, seamos más cautos a partir de ahora con las experiencias que lleguen al foro de "chicas deprimidas".
Expulsada y humillada por un error
Dorado Soto Estrella
Fecha: 11-Abr-25
Accesos: 7.175
Valoración media: Valoración Media: 8.50 (8 Valoraciones)
Tiempo estimado de lectura: [ 3 min. ]
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Soy Estrella Soto, una joven de 18 años que siempre he sido una devota Testigo de Jehová y precursora regular. Mi vida dio un giro trágico durante una asamblea regional. En un momento de debilidad, envié una foto íntima a un chico que conocía, pensando que sería un secreto. Pero todo salió mal.
Hola, soy Estrella Soto, tengo 18 años y nunca pensé que tendría que escribir algo así, pero necesito desahogarme. Todo comenzó cuando tenía 17 años y asistí a una asamblea regional con mi congregación. Siempre había sido una chica reservada, pero quería participar más y mostrar mi fe. La asamblea parecía la oportunidad perfecta para demostrar mi compromiso.
Durante la asamblea, conocí a muchos jóvenes de otras congregaciones. Todos parecían amigables y divertidos, y pronto me sentí parte del grupo. Sin embargo, una noche, después de una de las reuniones, decidí tomar una decisión impulsiva. Bebí un poco de alcohol y, en un momento de debilidad, me tomé una foto completamente desnuda y en una posición muy humillante. La foto mostraba cada detalle de mi cuerpo y se la envié a un chico que me parecía atractivo, pensando que sería un secreto entre nosotros. Pero todo salió mal.
Al día siguiente, empecé a notar miradas raras y cuchicheos entre los demás jóvenes. Al principio, no le di importancia, pero pronto me di cuenta de que algo no estaba bien. Algunas chicas que antes eran amables conmigo ahora me miraban con desprecio. Empecé a escuchar rumores de que había enviado una foto íntima a un chico y que él la había compartido con sus amigos. Al principio, no lo creía, pero los rumores se volvieron tan fuertes que incluso mis amigos comenzaron a dudar de mí.
Un día, mientras estaba en una de las actividades de la asamblea, una de las chicas se acercó a mí y me mostró la foto en su teléfono. Era la misma que le había enviado al chico. La foto había sido compartida con todos los participantes de la asamblea y se había vuelto viral. La gente se reía de mí y me llamaba "[palabra obscena] de Satanás", "ramera del Armagedón", "perra apóstata". Sentía que el mundo se me venía encima. No podía creer que alguien hubiera hecho algo tan cruel. Los comentarios eran horribles y me hacían sentir como una paria.
Los días siguientes fueron un infierno. Los comentarios en las redes sociales eran aún peores. Me decían que era una mentirosa, una tramposa, una [palabra obscena] de Satanás. Algunos incluso insinuaban que había hecho cosas mucho peores que solo enviar una foto. Los ancianos de la congregación, que antes me apoyaban, ahora me miraban con asco y decepción. Mi reputación estaba completamente destruida. Los chicos de la asamblea comenzaron a acercarse a mí solo para burlarse y hacer comentarios vulgares. Me decían cosas como "¿Quieres repetir la foto para Jehová?" y "¿Cuánto cobras por una sesión privada con el Espíritu Santo?" Sentía que cada palabra era una puñalada en mi corazón.
Un día, fui llamada a una sala privada con el comité de ancianos. Me senté frente a ellos mientras revisaban la foto en una tableta. Me preguntaron si tenía algo que decir en mi defensa. No podía hablar, solo lloraba mientras ellos me miraban con una mezcla de asco y enfado. "Estrella, tu comportamiento es inaceptable", dijo uno de ellos. "No puedes seguir siendo parte de nuestra congregación si no te arrepientes y cambias tu manera de actuar. Eres una vergüenza para todos nosotros y una ofensa a Jehová". Me sentí completamente destruida. Todo por lo que había trabajado, todos mis esfuerzos por ser una buena testigo, se habían convertido en una broma cruel.
Después de semanas de humillación y sufrimiento, fui expulsada de la congregación. Me sentí completamente destruida, como si mi vida hubiera terminado. La vergüenza y la humillación me acompañaban a dondequiera que fuera. Las burlas y los apodos seguían, incluso fuera de la asamblea. Los jóvenes que antes eran mis amigos ahora me evitaban como si fuera una leprosa. La vida se había convertido en un infierno, y no sabía cómo seguir adelante.
Regresé a mi congregación y todo empeoró. Mis compañeros de congregación se habían enterado de lo que había pasado y comenzaron a tratarme de la misma manera. Las reuniones se volvieron un calvario, con comentarios y burlas constantes. Los ancianos, que antes me apoyaban, ahora me miraban con desconfianza. Mis padres, que siempre habían estado orgullosos de mí, ahora me miraban con decepción y asco. Era como si ya no existiera para ellos.
Siento mucha culpa, pero también mucho resentimiento. No sé si hice mal en enviar esa foto o si esto es parte de liberarme de algo que ya me estaba haciendo daño desde hace tiempo. Me siento muy confundida, perdida, y a la vez un poco aliviada de poder escribir todo esto aquí sin miedo. La gente me dice que yo sola me lo busqué, que era mi culpa por haber sido tan estúpida y descuidada, y que ahora tengo que pagar las consecuencias. Dicen que soy una mala influencia para los demás jóvenes y que es mejor que me vaya para no contaminar a los demás.
Encontré este foro y me animé a compartir porque ya no quiero seguir fingiendo que estoy bien cuando por dentro me estoy rompiendo. Solo quiero encontrar personas que entiendan lo que se siente vivir esto, que no me juzguen, que hayan pasado por algo parecido. No sé qué va a pasar ahora conmigo, pero necesitaba soltar todo esto. Necesito encontrar una manera de sanar y seguir adelante, aunque ahora mismo todo parezca tan oscuro y sin esperanza.
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Ya ven? Noten ustedes como en cada foro ha hecho una experiencia distinta, ahora resulta que fue en una asamblea regional donde se dio el incidente de la foto. Por favor compañeros, seamos más cautos a partir de ahora con las experiencias que lleguen al foro de "chicas deprimidas".
"A nadie le gusta que lo despierten cuando duerme"
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