[Micaela Torre]

Me pasan la siguiente nota:
En cierta congregación tomó su puesto un nuevo secretario, pues el anterior se mudaba a otra ciudad, por circunstancias del trabajo. Durante la visita del superintendente, éste notó que las horas de predicación de la congregación habían bajado casi a la mitad desde que estaba el nuevo secretario. El superintendente preguntó si las horas de predicación del resumen general del informe se habían contado correctamente y se le aseguró que sí, poniendo a su disposición todos los informes de los hermanos.
El superintendente no se explicaba este bajón tan drástico en la predicación. Entonces se le ocurrió comprobar los informes del anterior secretario y constató que el hermano había inflado las horas de predicación de la congregación por temor a ser regañado por el superintendente en su visita. El hermano en cuestión, anciano, fue amonestado severamente, con la pérdida de todos los privilegios.
Nos preguntamos si todas las congregaciones no estarán inflando las horas de predicación en los resúmenes que mandan a Betel, para evitar los regaños de los superintendentes.

[Good Bye]

Es totalmente cierto que las horas en las tarjetas no sólo están infladas por el secretario sino que ya vienen infladas por los publicadores!

Cuando mi esposo era SM, tenía a su cargo asentar la actividad en las tarjetas y el anciano secretario le pedía que lo hiciera a lápiz. Al siguiente mes comparaba con la hoja de Informe de Publicador que había conservado y, ahora, asentados los datos con tinta, había varios que no coincidian, especialmente aquellos que eran amigos de los ancianos y sus familias.

Además los propios publicadores eran bastante obvios. Salían un domingo al mes, no tenían estudios, no hacían revisitas y reportaban 30 horas, 30 revistas, etc., etc., - pero dándoles el beneficio de la duda - tal vez no querían engañar a nadie, simplemente no sabían llevar la cuenta jajajaj!!!

[Diana Prince]

Esto es muy común. A mí ya ni siquiera me parece importante la idea del "engaño" per se, porque en realidad se está mintiendo a una corporación a la que no existe razón para rendirle cuentas. Aunque si algunos realmente creen que es a Dios a quien le están sirviendo al ser TJ entonces, técnicamente sí están intentando "engañar a Jehová" pero cada quién su conciencia, por mí perfecto, que cada quién haga lo que quiera.

Mi mamá es precursora regular, sale a predicar todos los días, aunque en la congregación hay entre 20 y 30 precursores regulares, mi mamá me cuenta que solo ella y su compañera de servicio salen realmente, pero eso sí a fin de mes todos tienen exactamente 70 horas.

Hace un tiempo el superintendente de circuito me visitó con dos ancianos debido a mi inactividad, ya que yo llevaba 6 meses sin predicar, para ese momento, entonces me dijo: "Hermana, ¿no será posible que hayas predicado unas horas informalmente al hablar de temas bíblicos con compañeros de trabajo u otras personas?", yo le dije: "No, por eso reporté 0 horas", a lo que él me contestó: "¿Qué te parece si ponemos 2 ó 3 horas de servicio por mes en cada uno de estos meses para que no quedes cómo inactiva? Estoy seguro que sí has hablado de tu fe (¡¿Cuál fe?! ) así que vamos a asignarte unas cuantas horas por mes, ¿está bien?". Yo no podía creer la oferta y dije: "Yo ya informé lo que me parecía correcto, usted haga lo que le parezca mejor". Y así de un minuto a otro, anotaron nuevos datos en una laptop y dejé de ser inactiva.

Yo no informo, pero pensándolo bien, si seguimos siendo TJ, aunque sea inactivos como en mi caso, hay que reportar unas 20 ó 30 horas. Total, da lo mismo. En el extinto anuario ponían lo que querían, ahora ya no entiendo ni porqué siguen con lo de los informes.

[Palito]

Lo puedo certificar de primera mano ya que fui secretario en 2 congregaciones diferentes en total unos 12 años, y lo típico es lo siguiente:
Al final de mes llamaba personalmente a los que no habían informado, y a veces más de una vez (con el tiempo se suponía que los superintendentes de grupo debían encargarse, pero esto no ocurría así; luego, los mensajes eran por wassap, más llevadero que las llamadas).
Pues bien, aquellos que mas trabajo costaba que informaran, y que normalmente eran irregulares, ante cierta insistencia acababan diciendo: “bueno, ponmeeee.... x horas”... yo notaba perfectamente que me estaban mintiendo, pero ante la presion constante de las visitas de los circuitos, en mi papel de secretario acababa ‘cerrando los ojos’ haciendo como que me lo creía. Por supuesto, aquellas horas iban a misa, quiero decir, a las tarjetas de los publicadores.

[plinio el joven]

Al parecer los publicadores hemos aprendido demasiado de, Mamá organización.