18 Oct, 2024, 09:48 AM
Buenos días a todos:
El pasado fin de semana, estaba hablando con un amigo soltero, también desilusionado por tantas incongruencias de la JW, cuando surgió el tema de lo exquisitas que son algunas TJ. Él tiene algunos tatuajes en los brazos de su vida anterior, los cubre bien con prendas de mangas largas, por lo que nadie sabe que alguna vez perteneció a pandillas. Cuando les muestra fotos de un supuesto "amigo" que tiene esos tatuajes (en realidad son de él, no se ve su cara en las fotos) todas se horrorizan y dicen que nunca saldrían con alguien así. De más está decir que esas fueron las últimas citas con las "susodichas". Entonces empezamos a recordamos las novias que dejamos por la "verdad". Él había estado enamorado de una rubia despampanante, buen cuerpo y pelo lacio, una verdadera modelo, y la dejó porque cuando empezó a estudiar ella no le aseguró que lo iba a apoyar en sus nuevas creencias. Obvio que no se llegaron a casar, y con el tiempo comenzó otra relación y hoy tiene una hija. Cuando le pregunté si después de todos estos años, se arrepentía de haberla dejado, contestó con un rotundo "SII", y se le fue una mirada de nostalgia.
Recordé también yo, trabajando en un taller mecánico, a pocos metros teníamos una panadería. Siempre íbamos a comprar el pan y facturas para el desayuno, y nos atendía una morochita bajita, de rostro dulce y pelo negro lacio. Yo llevaba poco tiempo como TJ. Uno de mis compañeros me comentó si no había observado cómo me miraba cuando íbamos a comprar, que por qué no me animaba a invitarla a salir. El hecho es que después de unos días, fui a comprar solo, y le pregunté a qué hora salía del trabajo, para invitarla a tomar un café. Accedió, y fue una de las veladas más inolvidables de mi vida. Nos contamos cosas de nuestras vidas, nos reímos, la pasamos tan bien que casi nos tuvieron que echar del café de la hora que se hizo porque estaban por cerrar. Salimos otras veces, pero siempre llega el maldito momento que tenemos que hablar de nuestras creencias religiosas (cosa que yo llevaba aplazando bastante tiempo, adoctrinado y todo era muy fuerte lo que sentía). Toqué el tema mostrando una Atalaya que llevaba conmigo. Le pregunté si ya las había leído antes y me dijo que sí. Cuando le dije que era TJ, ella me contó acerca de sus padres, madre católica y el padre evangelista, cómo se habían separado por diferencias en la educación de ella y sus hermanas. Cuando crucé su mirada, pude entender que la relación se terminó allí mismo, aunque no dijo nada. Nunca olvidaré cuando empezó a llover y la despedí esa noche cuando se tomó el bus. Sentí algo parecido al final de la película Casablanca cuando parte el avión, algo se rompía dentro de mí. Dejamos de vernos y al poco tiempo dejó de trabajar en la panadería. Menuda sorpresa me llevé cuando fui a comprar el pan y me atendió otra persona. Nunca la volví a ver, hasta muchos años después, ya había hecho su vida pero esa es otra historia.
Mucho tiempo después me casé con una TJ, y aunque la amo al igual que nuestro hijo, siempre me quedó la espina clavada de qué hubiera pasado con la panadera. La fuerza de la atracción que sentí esa vez, nunca la sentí de nuevo.
En fin, me invadió un poco la nostalgia, y quise contarles algo que casi nadie lo sabe. ¿Alguno le pasó algo parecido? Ojalá se pudiera volver el tiempo atrás.
Saludos, los leo.