17 Jan, 2018, 07:41 PM
Me he emocionado leyendo el artículo, muchas gracias por compartir Stargate.
Y mi emocion es intensa porque me he visto reflejado al 150% en lo expuesto (exagero el porcentaje con permiso de los presentes, no vaya a ser que se me acuse de mentir en base a esta exageración).
Pase dentro de esa jaula desde que nací hasta cumplidos los 45. Ser un niño TJ en la dictadura franquista era complicado. Ademas, mi padre era exigentísimo conmigo, y me castigaba y pegaba para conseguir sacar de mí la perfección. La amenaza era constante, pero mi mente infantil la interiorizó, por lo que el miedo subconsciente llegó a ser mi motivación.
Recuerdo perfectamente el estrés profundo en el que vivía, yendo al colegio, a las reuniones, al instituto, a predicar, al trabajo... un estrés casi sólido que me vibraba en el estómago, y que solo se disipaba pasajeramente cuando podía estar a solas leyendo mis libros (por supuesto ajenos a la WT) o comics. Pero el estrés siempre volvía, y a veces de golpe cuando, por ejemplo, aparecía en el libro o cómic alguna escena ‘subida de tono’, de magia, o cualquier cosa condenable por la secta... o incluso pensamientos ‘impuros’... imaginaos la agónica lucha adolescente contra la masturbacion...
Y en mi caso no hubo abuso sexual.
Aún así, no cabe ninguna duda, el daño que la secta hace a los niños es horrendo, inconmensurable e inmensísimo.
Solo por eso vale la pena luchar contra ella.
Y mi emocion es intensa porque me he visto reflejado al 150% en lo expuesto (exagero el porcentaje con permiso de los presentes, no vaya a ser que se me acuse de mentir en base a esta exageración).
Pase dentro de esa jaula desde que nací hasta cumplidos los 45. Ser un niño TJ en la dictadura franquista era complicado. Ademas, mi padre era exigentísimo conmigo, y me castigaba y pegaba para conseguir sacar de mí la perfección. La amenaza era constante, pero mi mente infantil la interiorizó, por lo que el miedo subconsciente llegó a ser mi motivación.
Recuerdo perfectamente el estrés profundo en el que vivía, yendo al colegio, a las reuniones, al instituto, a predicar, al trabajo... un estrés casi sólido que me vibraba en el estómago, y que solo se disipaba pasajeramente cuando podía estar a solas leyendo mis libros (por supuesto ajenos a la WT) o comics. Pero el estrés siempre volvía, y a veces de golpe cuando, por ejemplo, aparecía en el libro o cómic alguna escena ‘subida de tono’, de magia, o cualquier cosa condenable por la secta... o incluso pensamientos ‘impuros’... imaginaos la agónica lucha adolescente contra la masturbacion...
Y en mi caso no hubo abuso sexual.
Aún así, no cabe ninguna duda, el daño que la secta hace a los niños es horrendo, inconmensurable e inmensísimo.
Solo por eso vale la pena luchar contra ella.
"La VERDAD se descubre; la MENTIRA se construye"