14 Feb, 2018, 08:13 PM
El último ser humano dentro de un pulmón de acero
Fuente: http://www.microsiervos.com/archivo/cien...polio.html
Paul Alexander tenía seis años cuando enfermó de polio en 1952. Al cabo de cinco días lo había perdido todo, como él mismo dice, pues ya no se podía mover, andar y ni tan siquiera respirar, ya que su diafragma dejó de funcionar. Con el tiempo aprendió a forzar la respiración con los músculos del tórax pero esto es agotador, así que apenas puede hacerlo durante un rato.
Por eso lleva desde 1952 viviendo prácticamente las 24 horas del día dentro de un pulmón de acero, una máquina que hace disminuir la presión alrededor de su cuerpo para que sus pulmones se puedan llenar de aire.
Poco después de que él enfermara Jonas Salk desarrolló una vacuna contra la polio y hoy en día es una enfermedad que afortunadamente está prácticamente erradicada.
De hecho Paul es una de las últimas personas que vive en un pulmón artificial y tiene problemas para mantenerlo en funcionamiento porque hace cosa de medio siglo que dejaron de fabricarse. Dice que a pesar de todo siente que ha llevado una vida plena –estudió derecho y montó su propio bufete– pero deberíamos tener presente su historia cada vez que alguien ponga en duda la eficacia de las vacunas.
Paul no tuvo elección respecto a vacunarse pero nosotros no deberíamos ni plantearnos que la tenemos. Las vacunas funcionan y salvan vidas.
Gracias a las vacunas escenas como estas no se ven en nuestro planeta... ¿que los últimos días estarían caracterizados por las enfermedades?
Ver este video me recordó la experiencia de Laurel Nisbet, publicada en la ¡Despertad! del 22 de enero de 1993. Una hermana que pasó más de la mitad de su vida en un pulmón de acero. Tenía, para cuando salió la experiencia, el récord mundial de supervivencia dentro de un pulmón de acero. Ese récord ya fue superado ampliamente.
Me llama la atención comparar ambas experiencias, pues en los dos casos los pacientes dicen haber disfrutado de una vida plena: él como abogado (estudió y estableció su propia firma) y ella como predicadora... sé que el hilo no va sobre el tema de la vida plena, pero quise resaltar el hecho de que una vida plena no depende de ser TJ necesariamente.
Finalmente pienso un poco sobre el destino de ellos de no haber existido ni siquiera la tecnología de los pulmones de acero. Ahora tenemos las vacunas que hacen completamente inncesaria esa tecnología.
Y hablando de vacunas en el mismo blog encontré una referencia a una página muy interesante que muestra el impacto en los casos de enfermedades luego de haber sido introducidas sus correspondientes vacunas en EEUU. Un solo gráfico para la muestra:
Evolución de los casos de rubeola en los Estados Unidos tras la introducción de la vacuna en 1969... ¿si estuviésemos en los últimos días el gráfico no debería ir al revés?
http://graphics.wsj.com/infectious-disea...-vaccines/
Fuente: http://www.microsiervos.com/archivo/cien...polio.html
Paul Alexander tenía seis años cuando enfermó de polio en 1952. Al cabo de cinco días lo había perdido todo, como él mismo dice, pues ya no se podía mover, andar y ni tan siquiera respirar, ya que su diafragma dejó de funcionar. Con el tiempo aprendió a forzar la respiración con los músculos del tórax pero esto es agotador, así que apenas puede hacerlo durante un rato.
Por eso lleva desde 1952 viviendo prácticamente las 24 horas del día dentro de un pulmón de acero, una máquina que hace disminuir la presión alrededor de su cuerpo para que sus pulmones se puedan llenar de aire.
Poco después de que él enfermara Jonas Salk desarrolló una vacuna contra la polio y hoy en día es una enfermedad que afortunadamente está prácticamente erradicada.
De hecho Paul es una de las últimas personas que vive en un pulmón artificial y tiene problemas para mantenerlo en funcionamiento porque hace cosa de medio siglo que dejaron de fabricarse. Dice que a pesar de todo siente que ha llevado una vida plena –estudió derecho y montó su propio bufete– pero deberíamos tener presente su historia cada vez que alguien ponga en duda la eficacia de las vacunas.
Paul no tuvo elección respecto a vacunarse pero nosotros no deberíamos ni plantearnos que la tenemos. Las vacunas funcionan y salvan vidas.
Gracias a las vacunas escenas como estas no se ven en nuestro planeta... ¿que los últimos días estarían caracterizados por las enfermedades?
Ver este video me recordó la experiencia de Laurel Nisbet, publicada en la ¡Despertad! del 22 de enero de 1993. Una hermana que pasó más de la mitad de su vida en un pulmón de acero. Tenía, para cuando salió la experiencia, el récord mundial de supervivencia dentro de un pulmón de acero. Ese récord ya fue superado ampliamente.
Me llama la atención comparar ambas experiencias, pues en los dos casos los pacientes dicen haber disfrutado de una vida plena: él como abogado (estudió y estableció su propia firma) y ella como predicadora... sé que el hilo no va sobre el tema de la vida plena, pero quise resaltar el hecho de que una vida plena no depende de ser TJ necesariamente.
Finalmente pienso un poco sobre el destino de ellos de no haber existido ni siquiera la tecnología de los pulmones de acero. Ahora tenemos las vacunas que hacen completamente inncesaria esa tecnología.
Y hablando de vacunas en el mismo blog encontré una referencia a una página muy interesante que muestra el impacto en los casos de enfermedades luego de haber sido introducidas sus correspondientes vacunas en EEUU. Un solo gráfico para la muestra:
Evolución de los casos de rubeola en los Estados Unidos tras la introducción de la vacuna en 1969... ¿si estuviésemos en los últimos días el gráfico no debería ir al revés?
http://graphics.wsj.com/infectious-disea...-vaccines/
Ubi dubium ibi libertas (Donde hay dudas hay libertad)
"La verdad nunca teme ser examinada, la mentira sí."