[discipulo del Cristo]

José Antonio Gutiérrez García, aka Testigo Humano, en su página de Facebook comparte hoy una respuesta de la WT a una carta enviada por un testigo cuestionando el asunto de la barba.

[Queda pendiente la traducción.]

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Traducción

Esta es la respuesta a su carta fechada 22 de marzo de 2018. Usted pregunta sobre el decoro de un cristiano de dejarse crecer la barba en vista de lo publicado en el párrafo 17 del artículo “¿Da gloria a Dios nuestra forma de vestir?” en la edición de estudio de La Atalaya de septiembre de 2016. Usted también pregunta si hacerlo pudiera afectar si el cristiano calificaría para privilegios especiales dentro de la congregación. Por supuesto, la Biblia no establece reglas específicas para gobernar cómo una persona se acicala. Si un hombre decide dejarse crecer la barba es algo que él decide personalmente. Sin embargo, la Palabra de Dios proveé muchos principios que los cristianos deberían aplicar en todo aspecto de sus vidas, incluyendo la apariencia. Tal principio indica que las mujeres cristianas deberían “[adornarse] en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio, [...] como es propio de mujeres que profesan reverenciar a Dios” (1 Timoteo 2: 9, 10) Aquel principio aplica también a los hombres cristianos quienes ‘profesan devoción a Dios’. El libro Benefíciese de la Escuela del Ministerio Teocrático explica en la página 132: “La persona modesta no desea ofender innecesariamente a nadie ni llamar demasiado la atención”. También, la página 56 del libro “Manténganse en el amor de Dios” muestra que la modestia incluye “la idea de reverencia y respeto por los sentimientos y opiniones ajenos”. En vista de los principios bíblicos antes mencionados, muchos hermanos en ciertas regiones, y particularmente en los Estados Unidos, han tomado la decisión personal de no usar barba. Sin embargo, si uno elige usar la barba bien recortada, esto en sí mismo no le impediría inscribirse como estudiante en la reunión de mitad de semana, compartiendo en el ministerio de campo, o bautizarse. Nos damos cuenta, sin embargo, de que su razón para querer usar la barba no es porque prefiera este estilo de acicalamiento, sino que se debe a la condición severa de la piel que no permite el afeitarse de forma regular. Ciertamente lamentamos saber su estado facial y no somos insensibles a lo que usted describe. Por lo tanto, es posible que la sensibilidad de su piel sea tan grande que no tenga más remedio que dejarse crecer la barba varias veces. Si esto llega a ser necesario, seguramente se hará evidente para los demás en la congregación que su motivo para hacerlo es simplemente para corregir un problema de la piel. Si decide hacer esto por un tiempo, mantener una barba prolija y bien recortada mostraría a los demás su deseo de se presentable. Otros, incluidos los ancianos, por supuesto, no intentarán decidir sobre este asunto, ya que el uso de la barba es un asunto personal. En cuanto a si se le podrían otorgar privilegios especiales en la congregación, los ancianos, guiados por los principios bíblicos, tendrían que decidir si el hermano realmente es visto como ejemplar. (1 Timoteo 3:1-10, 12, 13; Tito 1:5-9) Por lo tanto, al considerar estilos de vestimenta y arreglo personal, como se indica en la página 23 del número del 15 de septiembre de 2005 de La Atalaya, "los ancianos deben abstenerse de formular reglas arbitrarias o insistir en sus propias ideas". Al mismo tiempo, sin embargo, no es de esperar que los ancianos ignoren los dictados de su propia conciencia colectiva. (Véase el párrafo 24 en la página 219 del ejemplar de La Atalaya del 1 de abril de 1975). Del mismo modo, los ancianos no pueden ignorar las sensibilidades y conclusiones de conscientes de los demás en la congregación cuando se trata de vestirse y acicalamiento. Por lo tanto, si un hermano con barba es causa de perturbación o distracción en su comunidad o congregación, los ancianos probablemente decidan que el hermano no calificaría para privilegios especiales en la congregación. Confiamos en que los comentarios anteriores serán útiles. Dado que este es un asunto que ha discutido con los ancianos, le enviamos una copia de nuestra respuesta a ellos para que sepan cómo hemos respondido. Le alentamos a que siga sirviendo fielmente a Jehová, haciendo todo lo que sus circunstancias permitan en su adoración, sabiendo que ese trabajo no es en vano. (1 Corintios 15:58) Tenga la seguridad de nuestras oraciones a su favor para que no permita que esta condición le haga tropezar su fidelidad a Jehová. (Salmos 119:165) Les enviamos nuestro cálido amor y saludos cristianos. Sus hermanos Christian Congregation of Jehovah's Witnesses

Me avisan si se ve muy pequeña la letra.