19 May, 2018, 07:27 AM
Por cierto amigo Neo, como es que se selecciona al personal “ ideoneo” para dar giras en Betel?... y que capacitación reciben para poder dar las giras y sobre como responder preguntas de los hermanos y amigos interesados durante las giras ?...
La primera vez que visité Betel de Mexico fue en 1999. Quede desepcionado solo ver el “ ambiente de los betelitas en general”. Ver muchos rostros como aburridos por sus labores, otros muchos más muy apurados y tensos al caminar de un lado a otro de Betel, no los vi contentos, sonrientes, o siquiera que saludaran a algún visitante con un simple “‘buenos días”. Pensé : “esta es la Organización de Dios, pero Betel no tiene que ser como yo esperaba, y quizás a los hermanos que trabajan aquí les gusta de alguna forma o en el fondo estar aquí, pero a mi no me gustaría estar aquí en lo abosoluto”.
Y en verdad que llegué a esa conclusión solo al percibir los rostros tensos y sin entusiasmo de nuestros hermanos betelitas, ver qué estaban todos apurados de un lado a otro sin siquiera detenerse a saludar a nadie.
Posteriormente todos se entusiasmaban con la idea de visitar Betel, pero aún estando yo programado y abducido por la secta, no me llamaba la atención volver a ir, mucho menos la posibilidad de trabajar allí.
La primera vez que visité Betel de Mexico fue en 1999. Quede desepcionado solo ver el “ ambiente de los betelitas en general”. Ver muchos rostros como aburridos por sus labores, otros muchos más muy apurados y tensos al caminar de un lado a otro de Betel, no los vi contentos, sonrientes, o siquiera que saludaran a algún visitante con un simple “‘buenos días”. Pensé : “esta es la Organización de Dios, pero Betel no tiene que ser como yo esperaba, y quizás a los hermanos que trabajan aquí les gusta de alguna forma o en el fondo estar aquí, pero a mi no me gustaría estar aquí en lo abosoluto”.
Y en verdad que llegué a esa conclusión solo al percibir los rostros tensos y sin entusiasmo de nuestros hermanos betelitas, ver qué estaban todos apurados de un lado a otro sin siquiera detenerse a saludar a nadie.
Posteriormente todos se entusiasmaban con la idea de visitar Betel, pero aún estando yo programado y abducido por la secta, no me llamaba la atención volver a ir, mucho menos la posibilidad de trabajar allí.
Testigo en activo desprogramado.