23 May, 2018, 07:59 PM
(23 May, 2018, 11:20 AM)Betfague escribió: Bienvenido!!!
Me alegro mucho de tu despertar.
Si me lo permites tengo curiosidad por saber en qué has notado que no se les ve contentos.
Una saludo
Son varias cosas, por las experiencias que me van comentando (no generalizo solo comento las experiencias de mi zona aunque algunas cosas probablemente podrían extrapolar se):
A los más mayores les frustra que no haya llegado el nuevo mundo tan ansiado desde hace años (esperaban que a estas alturas ya hubiera llegado o hubiera señales de tal cosa) y están cansados de oír que esperen que está al caer, a eso le añades que por lo general no hay un relevo generacional y tiene que apechugar con todas las funciones de la congregación y ya tienen una edad avanzada algunos (y esto se da en unas cuantas congregaciones de la zona). La ausencia de relevo generacional les desgasta y les desanima porque en las salidas de la predicación no se ven muchos candidatos a suceder les y encima el número de feligreses no aumenta.
En general muchos han perdido el celo por la predicación y lo hacen con resignación aunque aparenten disfrutar de ello, y es normal por el gran rechazo de la gente que hay en la calle. La mayoría de los que se resisten a resignarse prefieren irse a Sudamérica u otros países por que parece ser que debe ser " el paraíso" a la hora predicar comparado con Europa y así consiguen convencerse de que merece la pena.
Y luego me resulta llamativo el caso de los hijos de los ancianos, hablando con ellos y con algunos que se han mudado a la congregación desde otra muy lejana llegan a la misma conclusión: les desgasta el problema de lo que yo denomino "El peso del apellido" que en sus casos se traduce en una gran presión, en un exacerbado nivel de exigencia de los padres y expectativas elevadas de la congregación con respecto a ellos. Los padres les exigen un nivel de perfección moral y espiritual imposible de lograr afanandose en que su hijo debe ser ejemplar y seguir sus mismos pasos. Esto les hace estar (a algunos) por obligación de no dar una mala imagen de su familia y de él mismo ante la congregación. Algunos no lo soportaron y se descolgaron (la mayoría cuando son adolescentes o veinteañeros).
No se si era la respuesta que esperabas.