19 Jun, 2017, 06:26 AM
Tonto para nada... pero es demasiado extraño, si mudo su residencia de Cesarea a jerusalem para mantener las revueltas que ya estaban vigentes (incluso, por no poder contener una revuelta de Samaritanos para el 37 de nuestra era). Recordemos que las revueltas estaban a la orden del día. de nuevo, que un judio juntara 5000 personas, no seria bien visto ni de broma. Debido a que para la celebracion mayor de los samaritanos en el 35 DNE se juntaron muchos feligreses, Tiberio Poncius Pilatus ordeno la dispersion, al negarse, que les dan cran a todos los presentes, o sease, "los paso por trillos, hacha y espada"... ahora, si ahi estaaban poco mas de mil personas, que no haria en Jerusalem/judea si Jesus se le ocurriera juntar 5000 individuos???? algo no anda bien...
POST relativo a Poncio Pilato
Los historiadores de aquella época Filón y Flavio Josefo, nos informan que sus relaciones con los judíos no fueron en absoluto buenas. En opinión de Josefo, los años de Pilato fueron muy turbulentos en Palestina y Filón dice que el gobernador se caracterizaba por “su venalidad, su violencia, sus robos, sus asaltos, su conducta abusiva, sus frecuentes ejecuciones de prisioneros que no habían sido juzgados, y su ferocidad sin límite” (Gayo 302). Aunque en estas apreciaciones seguramente sean un poco exageradas, la crueldad de Pilato parece fuera de duda. Así los sugiere el Evangelio de Lucas: "Estaban presentes en aquel momento unos que le contaban lo de los galileos, cuya sangre mezcló Pilato con la de sus sacrificios" (Lc. 13,1).
Josefo y Filón narran también que Pilato introdujo en Jerusalén unas insignias en honor del emperador Tiberio, que originaron un gran revuelo hasta que se las llevó a Cesarea. " ( . . .) introducir en la ciudad [de Jerusalem] las esfinges del emperador, que estaban en las insignias militares pues la ley judía [Ex 20,4-7] prohíbe tener imágenes (...). Pilatos fue el primero que, (...) durante la noche instaló las insignias en Jerusalem'' - (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 3,1)
La colocación de las "insignias militares" en la Torre Antonia (junto al Templo) era una provocación para los judíos, porque se violaba la ley de Moisés que prohíbe la
adoración de imágenes (ya que estas eran objeto de culto religioso por parte de los solados romanos) el ‘status quo’ que el emperador Augusto había decretado de respetar las leyes religiosas judías al anexar Judea a la provincia imperial de Siria.
Josefo narra que el pueblo ante el hecho consumado, bajó desde Jerusalén a Cesárea Marítima para pedir que las "insignias militares fuesen retiradas. Al principio Pilato se opuso, pero ante la insistencia de los judíos [que decían que preferían morir antes que admitir algo contrario a sus leyes, el procurador ordenó que de inmediato las insignias fueran transferidas de Jerusalen a Cesárea]".- (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 3,1)
Josefo relata en otro momento que Pilato utilizó fondos sagrados para construir un acueducto. La decisión originó una revuelta que fue reducida de manera sangrienta. Los judíos protestaron y se produjeron desórdenes en la ciudad. Pilato mandó que la legión romana atacase al pueblo que se hallaba reunido para manifestar contra el acueducto. La sedición terminó cuando "(...) los judíos perecieron en gran número, unos por golpes y otros aplastados por los que huían. La multitud, atónita por la matanza, produjo un gran silencio." (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae)
Un último episodio relatado por Josefo es la violenta represión de samaritanos en el monte Garizim hacia el año 35.
El seudoprofeta "(...) ordenó que todo el pueblo subiera con él al monte Garizim (...). [Les] Aseguraba que una vez allí les mostraría los vasos sagrados que Moisés escondió y enterró. El pueblo que dio crédito a lo que decía, tomo las armas y reuniéndose en un pueblo llamado Tiratana donde se le agregaron otros en gran número, para subir al Monte. Pero, Pilatos se anticipó y ocupó el camino con soldados de caballería y de infantería. Estos mataron a muchos, a otros pusieron en fuga, e hicieron muchos cautivos. Pilatos hizo matar a los principales (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 4,1)
A resultas de ello, los samaritanos enviaron una legación al gobernador de Siria, L. Vitelio, quien suspendió a Pilato del cargo. Una embajada de Samaritanos "(...) se presentó ante Vitelio, gobernador [Legado] en Siria y acuso a Pilatos de las muertes, que fueron provocadas por su orden en Samaria. Entonces Vitelio ordenó a Pilatos que volviera a Roma para responder ante el César [Tiberio] de los crímenes que se lo acusaba. Así es como Pilatos, después de pasar casi diez años en Judea, se dirigió a Roma por orden de Vitelio. (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 4,1).
Pilato fue llamado a Roma para dar explicaciones, pero llegó después de la muerte de Tiberio.
POST relativo a Poncio Pilato
Los historiadores de aquella época Filón y Flavio Josefo, nos informan que sus relaciones con los judíos no fueron en absoluto buenas. En opinión de Josefo, los años de Pilato fueron muy turbulentos en Palestina y Filón dice que el gobernador se caracterizaba por “su venalidad, su violencia, sus robos, sus asaltos, su conducta abusiva, sus frecuentes ejecuciones de prisioneros que no habían sido juzgados, y su ferocidad sin límite” (Gayo 302). Aunque en estas apreciaciones seguramente sean un poco exageradas, la crueldad de Pilato parece fuera de duda. Así los sugiere el Evangelio de Lucas: "Estaban presentes en aquel momento unos que le contaban lo de los galileos, cuya sangre mezcló Pilato con la de sus sacrificios" (Lc. 13,1).
Josefo y Filón narran también que Pilato introdujo en Jerusalén unas insignias en honor del emperador Tiberio, que originaron un gran revuelo hasta que se las llevó a Cesarea. " ( . . .) introducir en la ciudad [de Jerusalem] las esfinges del emperador, que estaban en las insignias militares pues la ley judía [Ex 20,4-7] prohíbe tener imágenes (...). Pilatos fue el primero que, (...) durante la noche instaló las insignias en Jerusalem'' - (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 3,1)
La colocación de las "insignias militares" en la Torre Antonia (junto al Templo) era una provocación para los judíos, porque se violaba la ley de Moisés que prohíbe la
adoración de imágenes (ya que estas eran objeto de culto religioso por parte de los solados romanos) el ‘status quo’ que el emperador Augusto había decretado de respetar las leyes religiosas judías al anexar Judea a la provincia imperial de Siria.
Josefo narra que el pueblo ante el hecho consumado, bajó desde Jerusalén a Cesárea Marítima para pedir que las "insignias militares fuesen retiradas. Al principio Pilato se opuso, pero ante la insistencia de los judíos [que decían que preferían morir antes que admitir algo contrario a sus leyes, el procurador ordenó que de inmediato las insignias fueran transferidas de Jerusalen a Cesárea]".- (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 3,1)
Josefo relata en otro momento que Pilato utilizó fondos sagrados para construir un acueducto. La decisión originó una revuelta que fue reducida de manera sangrienta. Los judíos protestaron y se produjeron desórdenes en la ciudad. Pilato mandó que la legión romana atacase al pueblo que se hallaba reunido para manifestar contra el acueducto. La sedición terminó cuando "(...) los judíos perecieron en gran número, unos por golpes y otros aplastados por los que huían. La multitud, atónita por la matanza, produjo un gran silencio." (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae)
Un último episodio relatado por Josefo es la violenta represión de samaritanos en el monte Garizim hacia el año 35.
El seudoprofeta "(...) ordenó que todo el pueblo subiera con él al monte Garizim (...). [Les] Aseguraba que una vez allí les mostraría los vasos sagrados que Moisés escondió y enterró. El pueblo que dio crédito a lo que decía, tomo las armas y reuniéndose en un pueblo llamado Tiratana donde se le agregaron otros en gran número, para subir al Monte. Pero, Pilatos se anticipó y ocupó el camino con soldados de caballería y de infantería. Estos mataron a muchos, a otros pusieron en fuga, e hicieron muchos cautivos. Pilatos hizo matar a los principales (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 4,1)
A resultas de ello, los samaritanos enviaron una legación al gobernador de Siria, L. Vitelio, quien suspendió a Pilato del cargo. Una embajada de Samaritanos "(...) se presentó ante Vitelio, gobernador [Legado] en Siria y acuso a Pilatos de las muertes, que fueron provocadas por su orden en Samaria. Entonces Vitelio ordenó a Pilatos que volviera a Roma para responder ante el César [Tiberio] de los crímenes que se lo acusaba. Así es como Pilatos, después de pasar casi diez años en Judea, se dirigió a Roma por orden de Vitelio. (Favio Josefo, Antiquitates iudaicae, XVIII, 4,1).
Pilato fue llamado a Roma para dar explicaciones, pero llegó después de la muerte de Tiberio.
Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto