20 Sep, 2018, 09:09 AM
Mis condolencias y pesame para Luisa. Hace dias que no entraba, encuentro interesante lo comentado y quiero agregar la siguiente experiencia que vivi hace años atras, producto de la muerte de un Tio que no era Testigo, pero su esposa mis primos todos activos.
Cuando tome conocimiento de su partida, hice los arreglos para asistir a su sepelio, bueno en la casa se hizo la ceremonia del discurso y despedida por parte de los Testigos, de ahi al cementerio, y aqui viene lo que considero que deberia ser la " verdadera despedida", cuando los restos humanos son dejados en el lugar de descanso. Pues bien alli frente al ataud, y ante la mirada de muchos testigos los cuales obviamente no saludaron, y en una actitud Cristiana, procedi a tomar la palabra y dar un discurso sin papel alguno, solo con textos biblicos especialmente basandome en las palabras del SEÑOR cuando llega a la tumba de Lazaro su amigo, extiendo una invitacion a mis primos, a mi tia y a todos quienes creen en el SEÑOR, a fin de que consideren que el acto de ese momento era solo " una hasta pronto", pues si tenemos FE, sabemos que algun dia podemos volver a ver a nuestros amados seres que ya partieron. Naturalmente que la cara de muchos testigos al escuchar este discurso, pronunciado por un individuo que se supone, " esta frio ya no camina con ellos", era algo absolutamente anormal, no podia ser que esa persona estuviera entregando ese mensaje a todos quienes escuchaban atentos y en silencio....fue realmente una demostracion que una organizacion humana NO PUEDE ACALLAR LA VOZ que esta en nuestro interior.
Terminado el procedimiento de sepultura, se acerco un anciano quien señalo por que no volvia, que estaba esperando, a lo cual agregue que mi camino estaba bien y que DIOS y su HIJO juzgaran mis acciones.
Dejo esto como un testimonio, que no podemos callar nuestra voz, debemos ser valientes y dar el mensaje, estemos donde estemos, delante de quien sea. Tengo otras experiencia en terreno donde tambien he hablado ante muchos testigos, los cuales quedan impavidos pues no saben que hacer, no esta en sus enseñanzas que acciones o pasos seguir.
Gracias por leer esta experiencia.
Saludos y Bendiciones
Juan Carlos I.
Cuando tome conocimiento de su partida, hice los arreglos para asistir a su sepelio, bueno en la casa se hizo la ceremonia del discurso y despedida por parte de los Testigos, de ahi al cementerio, y aqui viene lo que considero que deberia ser la " verdadera despedida", cuando los restos humanos son dejados en el lugar de descanso. Pues bien alli frente al ataud, y ante la mirada de muchos testigos los cuales obviamente no saludaron, y en una actitud Cristiana, procedi a tomar la palabra y dar un discurso sin papel alguno, solo con textos biblicos especialmente basandome en las palabras del SEÑOR cuando llega a la tumba de Lazaro su amigo, extiendo una invitacion a mis primos, a mi tia y a todos quienes creen en el SEÑOR, a fin de que consideren que el acto de ese momento era solo " una hasta pronto", pues si tenemos FE, sabemos que algun dia podemos volver a ver a nuestros amados seres que ya partieron. Naturalmente que la cara de muchos testigos al escuchar este discurso, pronunciado por un individuo que se supone, " esta frio ya no camina con ellos", era algo absolutamente anormal, no podia ser que esa persona estuviera entregando ese mensaje a todos quienes escuchaban atentos y en silencio....fue realmente una demostracion que una organizacion humana NO PUEDE ACALLAR LA VOZ que esta en nuestro interior.
Terminado el procedimiento de sepultura, se acerco un anciano quien señalo por que no volvia, que estaba esperando, a lo cual agregue que mi camino estaba bien y que DIOS y su HIJO juzgaran mis acciones.
Dejo esto como un testimonio, que no podemos callar nuestra voz, debemos ser valientes y dar el mensaje, estemos donde estemos, delante de quien sea. Tengo otras experiencia en terreno donde tambien he hablado ante muchos testigos, los cuales quedan impavidos pues no saben que hacer, no esta en sus enseñanzas que acciones o pasos seguir.
Gracias por leer esta experiencia.
Saludos y Bendiciones
Juan Carlos I.
