04 Feb, 2019, 12:48 AM
Los sordos son extranjeros en su propia casa.
El nacimiento de un hijo sordo supone un shock dentro de la familia. El hecho se percibe como algo inesperado, extraño y raro, rompe las expectativas sobre el hijo deseado. La pérdida de estas expectativas y el desencanto ante la evidencia de la discapacidad, en un primer momento, va a ser demoledor. La comunicación del diagnóstico de la discapacidad, la inesperada noticia, produce un gran impacto en todo el núcleo familiar, la respuesta y reacción de la familia cercana a los progenitores, abuelos y hermanos va a contribuir a acentuar o atenuar la vivencia de la amenaza que se cierne sobre su entorno. La confusión y los sentimientos de aceptación, rechazo y culpabilidad se mezclan de manera incesante, surgiendo constantemente las preguntas de los por qués. En México es muy común que se piense: "Dios me castigó por eso mi hijo es sordo".
La deficiencia auditiva es un golpe extraño al sistema familiar, soportado como una agresión del destino y, por lo tanto, acompañado de intensos sentimientos de rechazo o rebelión.Para los sordos la comunicación con sus familiares se hace muy difícil y el sentimiento de soledad es muy fuerte. Éste aparece frecuentemente en la conversación sobre sus vidas, el aburrimiento por las dificultades comunicativas con su familia, la necesidad de tener un par con quien compartir, el recibir atención y cariño fuera de ella.
Es frecuente que al saludar a un sordo éste no sólo se limite a responder el saludo sino que empiece a contarnos lo que hizo toda la semana, cada dia, cada actividad, todo es relatado con energía y entusiasmo debido a la necesidad de sentirse amado y de tener un amigo que "escucha" pues en casa no tiene con quién conversar.
Con sus familiares no se sienten identificados y generalmente en la convivencia diaria terminan por sentirse relegados a un segundo plano al quedar fuera de la conversación familiar, es frecuente que sean enviados a la tienda, al mercado, se convierte en el mandadero de la casa; también hacen limpieza y atienden a la familia.
El rechazo permanente y desvalorización, por parte de sus familiares y entorno, ha provocado en ellos un fuerte sentimiento de vergüenza. En otros, su autoestima se ha visto seriamente afectada ya que era muy común que se burlaran de ellos llamándolos "mudos", "muditos", "sordomudos", "sorditos" e incluso la gente hace gestos groseros y mímica para hacerles entender lo "inútiles" que son.
La mayoría de los padres y la familia oyente desean que el miembro sordo hable, que se comunique con ellos, sin considerar que el sordo también tiene su lengua, su forma de expresarse. Esto se debe en gran parte es el resultado de los prejuicios que tiene la sociedad oyente hacia el aprendizaje de las lenguas de señas.
El 80% de los familiares oyentes no saben LSM, es poco frecuente que un familiar oyente haga el esfuerzo de aprender LSM para comunicarse con el sordo por lo que éste idioma no se practica en casa y aumenta el sentimiento de desesperanza y soledad.
De esta manera queda hecho el escenario para el campo de trabajo de los testigos: familias negligentes que se avergüenzan de sus sordos y sordos necesitados de afecto, dónde creen que se refugian ellos? En los amigos que lo vienen a visitar cada semana y les prestan atención...
LSM = Lengua de Señas Mexicana
El nacimiento de un hijo sordo supone un shock dentro de la familia. El hecho se percibe como algo inesperado, extraño y raro, rompe las expectativas sobre el hijo deseado. La pérdida de estas expectativas y el desencanto ante la evidencia de la discapacidad, en un primer momento, va a ser demoledor. La comunicación del diagnóstico de la discapacidad, la inesperada noticia, produce un gran impacto en todo el núcleo familiar, la respuesta y reacción de la familia cercana a los progenitores, abuelos y hermanos va a contribuir a acentuar o atenuar la vivencia de la amenaza que se cierne sobre su entorno. La confusión y los sentimientos de aceptación, rechazo y culpabilidad se mezclan de manera incesante, surgiendo constantemente las preguntas de los por qués. En México es muy común que se piense: "Dios me castigó por eso mi hijo es sordo".
La deficiencia auditiva es un golpe extraño al sistema familiar, soportado como una agresión del destino y, por lo tanto, acompañado de intensos sentimientos de rechazo o rebelión.Para los sordos la comunicación con sus familiares se hace muy difícil y el sentimiento de soledad es muy fuerte. Éste aparece frecuentemente en la conversación sobre sus vidas, el aburrimiento por las dificultades comunicativas con su familia, la necesidad de tener un par con quien compartir, el recibir atención y cariño fuera de ella.
Es frecuente que al saludar a un sordo éste no sólo se limite a responder el saludo sino que empiece a contarnos lo que hizo toda la semana, cada dia, cada actividad, todo es relatado con energía y entusiasmo debido a la necesidad de sentirse amado y de tener un amigo que "escucha" pues en casa no tiene con quién conversar.
Con sus familiares no se sienten identificados y generalmente en la convivencia diaria terminan por sentirse relegados a un segundo plano al quedar fuera de la conversación familiar, es frecuente que sean enviados a la tienda, al mercado, se convierte en el mandadero de la casa; también hacen limpieza y atienden a la familia.
El rechazo permanente y desvalorización, por parte de sus familiares y entorno, ha provocado en ellos un fuerte sentimiento de vergüenza. En otros, su autoestima se ha visto seriamente afectada ya que era muy común que se burlaran de ellos llamándolos "mudos", "muditos", "sordomudos", "sorditos" e incluso la gente hace gestos groseros y mímica para hacerles entender lo "inútiles" que son.
La mayoría de los padres y la familia oyente desean que el miembro sordo hable, que se comunique con ellos, sin considerar que el sordo también tiene su lengua, su forma de expresarse. Esto se debe en gran parte es el resultado de los prejuicios que tiene la sociedad oyente hacia el aprendizaje de las lenguas de señas.
El 80% de los familiares oyentes no saben LSM, es poco frecuente que un familiar oyente haga el esfuerzo de aprender LSM para comunicarse con el sordo por lo que éste idioma no se practica en casa y aumenta el sentimiento de desesperanza y soledad.
De esta manera queda hecho el escenario para el campo de trabajo de los testigos: familias negligentes que se avergüenzan de sus sordos y sordos necesitados de afecto, dónde creen que se refugian ellos? En los amigos que lo vienen a visitar cada semana y les prestan atención...
LSM = Lengua de Señas Mexicana
