25 Feb, 2019, 05:05 AM
(23 Feb, 2019, 11:58 PM)Centroamericana escribió: Los niños tj están atrapados porque por dentro quieren ser normales y simplemente hacer las cosas que todos los niños hacen pero no puede decírselo a nadie. No puede decírselo a sus amiguitos y en cambio vive tratando de explicarles sus razones (inexplicables hasta para un adulto). Tampoco puede decírselo a sus padres porque ¿cómo puede decir el niño: mamá en realidad yo no quiero hacer lo que dicen en las reuniones, yo quiero comer dulces y pastel por mi cumpleaños y quiero regalos de Navidad y ya no quiero que me regañen en la escuela ni se burlen de mí por no cantar el himno??? No puede por que además ya sabe lo que le van a decir, sabe que jamás se lo van a permitir, sabe que sus padres no van a tratat de entender su sentir sino que le van a volver a decir las "razones" (y no culpo a los padres sino a la organización) Y el niño se siente peor por siquiera sentirlo porque a Jehová no le gusta.
Y uno al final sólo aprende, como puede, a callar esa lucha interna. Pienso que es un conflicto grande que los niños tj tienen que enfrentar Y que el adulto que no lo tuvo que pasar, nunca llega a comprender plenamente. Muchísimo menos la organización.
Totalmente cierto. De niño no pretendía sobresalir por encima de nadie, ni ser mejor, ni el más listo, ni el que más corría....solo quería ser uno más, un niño normal como lo eran todos los demás. Esta secta me ha "robado" fiestas y muchos buenos ratos de haber pasado con mis compañeros, me ha "robado" lo que podían haber sido buenas amistades....JW dice que los Testigos no se pierden nada de el mundo, y están muy equivocados. Los Testigos se lo están perdiendo todo, se están perdiendo la vida. Los han esclavizado para que solo piensen en predicar y en estudiar toda la propaganda de JW.
Los pájaros nacidos en jaulas creen que volar es una enfermedad.
Hilan mentiras acordes con el tamaño de su fe
No predicáis un mensaje de amor, hacéis apología de un genocidio mundial
No predicáis un mensaje de amor, hacéis apología de un genocidio mundial