16 Mar, 2019, 06:12 AM
Gracias a todos de verdad por vuestros comentarios, y por vuestro tiempo. Continuo contando mi historia.
Como dije, algo hizo que mi mundo cambiara de la noche a la mañana prácticamente. Mi mujer de vacaciones con su familia, y yo solo en casa, en la mañana me disponía a ir a trabajar, como cada día. Pero justo cuando salía de mi garaje, vi que una de mis vecinas salía a trabajar, y que iba tarde. Sé que iba tarde no por que la hubiera estado controlando ni nada así, apenas la había visto en un año 3 veces, pero mi mujer Justo hacía dos semanas me comentó que siempre se iba a cierta hora y ese día pues era más tarde, por que si no no hubiéramos coincidido. Dudo entre si decirle algo o no, pero como vivíamos en un pueblo cercano a la capital, le comentó que voy al centro, que si le va bien le puedo bajar, yo pensando que iba tarde. Y ella dudando al final me dice que si, que le va bien, que ya iba a llegar tarde porque había perdido el bus anterior. Así que eso hago. Una conversación de lo más normal hasta que llegamos a la ciudad y hay queda la cosa. Yo le digo amablemente que si alguna vez vuelve a perder el bus, que yo salgo a esa hora, y que no me cuesta nada acercarle alguna vez q necesite, y nos damos los teléfonos para avisar en caso de que ocurra.
Para mí no es nada extraño, muchas veces he acercado a compañeros y compañeras a casa desde el trabajo o al revés, no vi nada malo en ello.
A media mañana recibo un mensaje de esta persona dándome las gracias, que la había sacado del apuro, y que quería agradecérmelo invitándome a un café en el pueblo. Leí el mensaje pero no contesté. No sabía muy bien que decir la verdad. Al rato vuelve a escribir diciendo que espera q no me haya tomado a mal el mensaje, que solo era una cordialidad, que si no quería ir que tranquilo q no pasaba nada. Y yo, que estaba solo, y más aburrido que ni sé, acepto tomar el café. Así podría conocer mejor a mis vecinos, ya que casi llevábamos un año viviendo al lado y apenas sabíamos nada de ellos. Y justo aquí, en este momento es donde empieza mi locura.
Quedamos en un bar, y hablamos un rato. Primero de cosas triviales, del pueblo, las casas, los vecinos, etc. Y luego empezamos con temas más personales. Que si ella acaba de dejarlo con su novio, que ella había visto que yo tenía pareja. Yo le dije que si, pero que esta semana estaba fuera. Y claro, le dije que aunque no pasa nada por tomar un café, perferia que no se enterara para q no pensara cosas raras. Me dice que claro, que es mejor así, que lo entiende. Y después de una hora de hablar de nuestras cosas, nos vamos cada uno a su casa. Ella me dijo q ese sábado se iba a ir con las amigas x ahí a salir para olvidarse del novio. Reconozco que disfrute mucho hablando con ella y que ella confiara sus cosas como si me conociera de toda la vida.
Yo hablo con mi mujer, y le comentó que esta mañana había acercado al centro a la vecina, y no le pareció raro ni nada. Pero del café no le dije nada, no quise darle importancia.
Y llega el fin de semana. Yo en casa solo, ya que mis amigos de la congregación parece que el sábado no existe, y no hay nunca ningún plan, en el trabajo nadie dijo nada, que hubiera podido ir a cenar o algo con ellos y me habría librado de este horrible año, así que me dispongo a pasar solo otra emocionante tarde de sábado sin hacer nada más que jugar a la play y tomarme alguna copa solo.
No quiero justificar nada de esto, solo lo cuento como yo lo pensé en ese momento, a día de hoy sé que estuvo fatal,pero dentro de mi en ese momento lo viví así.
Esta chica vivía con su hermana y su cuñado. Y su sobrina de menos de un año de edad. Les ayudaba cuidando a la niña, y de momento vivía allí. En esto que por la ventana veo que su hermana y cuñado se van con el coche el sábado por la tarde, y pienso: pues ya se le estropeó el plan, por que le va a tocar quedarse con la niña ....
y después de pensarlo mucho, y yo que sé por que , el aburrimiento, que aún estaba resentido con mi mujer o por estupido total e imprudente, y desoyendo todas las alarmas de mi conciencia, y con algo de alcohol en mi cuerpo, decido escribir un mensaje en plan simpático.
Pues se te ha estropeado el plan, eh? Jejeje o algo así. Y ella rápido me responde que no, que volverían rápido a casa y podría salir. Pero que había quedado tarde, si me apetecía ir antes a tomar algo. Y yo, tonto de mi, acepte. Digo tonto de mi no por aceptar, sino porque mi intención era esa, si ella no me lo dice sé lo hubiera dicho yo igualmente.
En hora y algo quedamos y nos vamos a comer algo x aquí cerca de casa. Seguimos hablando, nos sentíamos muy cómodos los dos, riéndonos hablando nuestras cosas, y aquí fue donde le comentó que yo no estaba pasando tampoco un buen momento con mi mujer, incluso le comentó que soy testigo de Jehová, pero que ya no creía, y ella parece comprenderme a la perfección. Yo que sé, sentí algo que hacía mucho que no sentía. Una mujer bastante más joven que yo, guapa, atractiva, que estaba tan agusto conmigo, se reía conmigo, no sé, llamadme tonto, pero sentí una conexión rara o eso quise ver. No me acordaba de mi mujer para nada. En esto que dice que una amiga le ha mandado un mensaje que se cancelaba la salida, que si no me importaba ir a tomar una copa x aquí. Mis alarmas sonaban, pero yo ya no quería oírlas. Me sentía tan bien en ese momento, que no fui capaz.
Y eso hacemos. Me confiesa que se había fijado en mí desde que me vio la primera vez al lado de casa, que si le parecía muy atractivo, que sentía algo especial en ese momento conmigo ... y todas esas cosas que te dicen y que hacen sentirte uffff, no sé ni cómo decirlo. Llega el alcohol, un par de copas, y a pesar de que yo antes había dicho que era casado, que no quería nada más que pasar un buen rato tomando algo y ya, me dice que le encantaría un beso nada más, que sentía mucha curiosidad. Dentro de mi mi razonamiento, para auto justificarme, fue que un beso tampoco iba a pasar nada, y lo hice. Un beso envenenado. Le vuelvo a explicar que no quiero nada más, que ya eso me hacía sentir un poco mal, que si algo más pasara no podría ni volver a mirarme en el espejo, que lo sentía mucho pero que hasta ahí. Ella me dice que lo entiende, pero que lo siente mucho. Que le hubiera gustado mucho estar más íntimamente conmigo. Nos vamos a casa después de algún beso más, bailar y pasarla bien. Y el veneno ya lo tenía inyectado en la cabeza.
La mente intenta justificar mi comportamiento, en plan, es normal, tu mujer ya no te hace ni caso, no tenéis apenas relaciones, no te hace sentir valorado ni querido, y bla bla bla .
Llegado aquí quiero decir por si a alguien que me lee le sirve, que son sólo autoengaños. La mente te dice eso para poder sentirte mejor y aliviar tu carga y conciencia, pero un alivio no es una curación, y la conciencia tarde o temprano va a actuar. Y si esto lo hace con gente que no hace ni caso a la biblia, imagínate a los que hemos sido educados y criados dentro de los testigos de Jehová.
Mi mujer regresaría a casa en dos dias, y yo me habia resuelto dentro de mi para aliviar mi pesar, a estar más atento a ella, a estar más cerca y hacerla sentir más querida que antes. Me sentía mal por lo que había hecho y quería sentirme mejor.
Ella regresó el encuentro fue lo más opuesto a lo que esperaba. Parecía que en vez de estar una semana sin vernos, viniera de comprar el pan. Todo muy frío, y claro, rápidamente me acorde de cómo me sentí el fin de semana y que diferente era. La vecina vuelve a querer quedar a tomar un café, y yo lo acepto. Café tras café, hablando vamos acercándonos cada vez más y más. Hasta que al final pasa lo que os imagináis. En casa me sentía mal, y con esta persona muy bien. Y decido dar el paso. Vuelta a la justificación, total solo una vez, me lo como solito, y ya. Ya estoy harto de cómo estoy en casa, que no me merezco eso, que si ella no me quiere dar lo que le pido pues q se lo ha buscado, y mil y una justificaciónes para algo que no tiene justificación alguna. Si alguien está en ese punto, ahí otras formas de hacer las cosas, está no es, no existe justificación.
Y empiezan las mentiras continuas, los miedos a que te vean hermanos x ahí con otra persona tomando café, los engaños de voy aquí o allá , cuando estás con otra persona, el no separarme del móvil en ningún momento, mentiras mentiras y más mentiras. Mi mujer nunca sospechó nada, por que cada uno hacíamos bastantes cosas de forma independiente, a mí me gustaba mucho el deporte, y a ella no, y yo dedicaba tiempo a estar practicándolo y ella prefería dormir la siesta o en el sofá viendo la tele. Y ahí tenía mi coartada para mis encuentros, y más fácil y teniendo a la otra persona tan cerca de casa. Solo nos separaba un cristal en el balcón a mi vecina y a mi, así que imaginad la situación.
Pero poco a poco me voy sintiendo mal, y cada vez peor. Me empiezan a venir los remordimientos, y el mal que le estoy haciendo a mi mujer. También egoístamente me había quedado enganchado de mi vecina, y empiezo a creer que con ella sería más feliz. Podría tener una vida sin testigos, y con alguien al que le gusto y me lo demuestra cada día. Y empiezo a fantasear con la idea. Pero no podía ser. Solo con pensar en el daño que haría a los demás y a mi mujer especialmente se me ponía el pelo de punta. Pero no era capaz de parar eso. Era tonto y débil, y no era capaz de pararlo. Hace un año de esto y aún hoy me pongo muy triste recordándolo. Pero como dije antes, la conciencia se puede aliviar , pero solo un tiempo. Después de un mes engañando a mi mujer y con esta doble vida, por que yo seguía mi rutina normal de predicar, reuniones, etc...
mi cabeza tenía ya una tensión que no podía soportar, un dolor que no se iba, ya no podía aguantar más toda esta mentira y falsedad que estaba viviendo yo y mi mujer al ocultarle todo lo que estaba pasando.
Fue un sábado por la tarde cuando estábamos en casa viendo una película, mientras yo le daba vueltas a todo a la cabeza, cuando el tema de la película me hizo sentir identificado. La historia de un hombre q le va mal en su matrimonio, que no se siente feliz, y que una compañera de trabajo mucho más joven se le acerca y la engaña. Vamos, lo que estaba viviendo yo en ese momento. Me tuve que dar la vuelta en el sofá por que se me saltaban las lágrimas. Pero mi mujer me lo noto y pregunto si me pasaba algo. Le dije que no, que no se preocupara. Pero yo ya no podía más con esa situación. No estaba siendo honesto ni conmigo ni con mi mujer ni con mi vecina ni con jehova ni con nadie, esto no había quien lo soportara más. Así que al día siguiente, domingo, día de reunión decido terminar con todo y que salga el solo por donde quiera
Como dije, algo hizo que mi mundo cambiara de la noche a la mañana prácticamente. Mi mujer de vacaciones con su familia, y yo solo en casa, en la mañana me disponía a ir a trabajar, como cada día. Pero justo cuando salía de mi garaje, vi que una de mis vecinas salía a trabajar, y que iba tarde. Sé que iba tarde no por que la hubiera estado controlando ni nada así, apenas la había visto en un año 3 veces, pero mi mujer Justo hacía dos semanas me comentó que siempre se iba a cierta hora y ese día pues era más tarde, por que si no no hubiéramos coincidido. Dudo entre si decirle algo o no, pero como vivíamos en un pueblo cercano a la capital, le comentó que voy al centro, que si le va bien le puedo bajar, yo pensando que iba tarde. Y ella dudando al final me dice que si, que le va bien, que ya iba a llegar tarde porque había perdido el bus anterior. Así que eso hago. Una conversación de lo más normal hasta que llegamos a la ciudad y hay queda la cosa. Yo le digo amablemente que si alguna vez vuelve a perder el bus, que yo salgo a esa hora, y que no me cuesta nada acercarle alguna vez q necesite, y nos damos los teléfonos para avisar en caso de que ocurra.
Para mí no es nada extraño, muchas veces he acercado a compañeros y compañeras a casa desde el trabajo o al revés, no vi nada malo en ello.
A media mañana recibo un mensaje de esta persona dándome las gracias, que la había sacado del apuro, y que quería agradecérmelo invitándome a un café en el pueblo. Leí el mensaje pero no contesté. No sabía muy bien que decir la verdad. Al rato vuelve a escribir diciendo que espera q no me haya tomado a mal el mensaje, que solo era una cordialidad, que si no quería ir que tranquilo q no pasaba nada. Y yo, que estaba solo, y más aburrido que ni sé, acepto tomar el café. Así podría conocer mejor a mis vecinos, ya que casi llevábamos un año viviendo al lado y apenas sabíamos nada de ellos. Y justo aquí, en este momento es donde empieza mi locura.
Quedamos en un bar, y hablamos un rato. Primero de cosas triviales, del pueblo, las casas, los vecinos, etc. Y luego empezamos con temas más personales. Que si ella acaba de dejarlo con su novio, que ella había visto que yo tenía pareja. Yo le dije que si, pero que esta semana estaba fuera. Y claro, le dije que aunque no pasa nada por tomar un café, perferia que no se enterara para q no pensara cosas raras. Me dice que claro, que es mejor así, que lo entiende. Y después de una hora de hablar de nuestras cosas, nos vamos cada uno a su casa. Ella me dijo q ese sábado se iba a ir con las amigas x ahí a salir para olvidarse del novio. Reconozco que disfrute mucho hablando con ella y que ella confiara sus cosas como si me conociera de toda la vida.
Yo hablo con mi mujer, y le comentó que esta mañana había acercado al centro a la vecina, y no le pareció raro ni nada. Pero del café no le dije nada, no quise darle importancia.
Y llega el fin de semana. Yo en casa solo, ya que mis amigos de la congregación parece que el sábado no existe, y no hay nunca ningún plan, en el trabajo nadie dijo nada, que hubiera podido ir a cenar o algo con ellos y me habría librado de este horrible año, así que me dispongo a pasar solo otra emocionante tarde de sábado sin hacer nada más que jugar a la play y tomarme alguna copa solo.
No quiero justificar nada de esto, solo lo cuento como yo lo pensé en ese momento, a día de hoy sé que estuvo fatal,pero dentro de mi en ese momento lo viví así.
Esta chica vivía con su hermana y su cuñado. Y su sobrina de menos de un año de edad. Les ayudaba cuidando a la niña, y de momento vivía allí. En esto que por la ventana veo que su hermana y cuñado se van con el coche el sábado por la tarde, y pienso: pues ya se le estropeó el plan, por que le va a tocar quedarse con la niña ....
y después de pensarlo mucho, y yo que sé por que , el aburrimiento, que aún estaba resentido con mi mujer o por estupido total e imprudente, y desoyendo todas las alarmas de mi conciencia, y con algo de alcohol en mi cuerpo, decido escribir un mensaje en plan simpático.
Pues se te ha estropeado el plan, eh? Jejeje o algo así. Y ella rápido me responde que no, que volverían rápido a casa y podría salir. Pero que había quedado tarde, si me apetecía ir antes a tomar algo. Y yo, tonto de mi, acepte. Digo tonto de mi no por aceptar, sino porque mi intención era esa, si ella no me lo dice sé lo hubiera dicho yo igualmente.
En hora y algo quedamos y nos vamos a comer algo x aquí cerca de casa. Seguimos hablando, nos sentíamos muy cómodos los dos, riéndonos hablando nuestras cosas, y aquí fue donde le comentó que yo no estaba pasando tampoco un buen momento con mi mujer, incluso le comentó que soy testigo de Jehová, pero que ya no creía, y ella parece comprenderme a la perfección. Yo que sé, sentí algo que hacía mucho que no sentía. Una mujer bastante más joven que yo, guapa, atractiva, que estaba tan agusto conmigo, se reía conmigo, no sé, llamadme tonto, pero sentí una conexión rara o eso quise ver. No me acordaba de mi mujer para nada. En esto que dice que una amiga le ha mandado un mensaje que se cancelaba la salida, que si no me importaba ir a tomar una copa x aquí. Mis alarmas sonaban, pero yo ya no quería oírlas. Me sentía tan bien en ese momento, que no fui capaz.
Y eso hacemos. Me confiesa que se había fijado en mí desde que me vio la primera vez al lado de casa, que si le parecía muy atractivo, que sentía algo especial en ese momento conmigo ... y todas esas cosas que te dicen y que hacen sentirte uffff, no sé ni cómo decirlo. Llega el alcohol, un par de copas, y a pesar de que yo antes había dicho que era casado, que no quería nada más que pasar un buen rato tomando algo y ya, me dice que le encantaría un beso nada más, que sentía mucha curiosidad. Dentro de mi mi razonamiento, para auto justificarme, fue que un beso tampoco iba a pasar nada, y lo hice. Un beso envenenado. Le vuelvo a explicar que no quiero nada más, que ya eso me hacía sentir un poco mal, que si algo más pasara no podría ni volver a mirarme en el espejo, que lo sentía mucho pero que hasta ahí. Ella me dice que lo entiende, pero que lo siente mucho. Que le hubiera gustado mucho estar más íntimamente conmigo. Nos vamos a casa después de algún beso más, bailar y pasarla bien. Y el veneno ya lo tenía inyectado en la cabeza.
La mente intenta justificar mi comportamiento, en plan, es normal, tu mujer ya no te hace ni caso, no tenéis apenas relaciones, no te hace sentir valorado ni querido, y bla bla bla .
Llegado aquí quiero decir por si a alguien que me lee le sirve, que son sólo autoengaños. La mente te dice eso para poder sentirte mejor y aliviar tu carga y conciencia, pero un alivio no es una curación, y la conciencia tarde o temprano va a actuar. Y si esto lo hace con gente que no hace ni caso a la biblia, imagínate a los que hemos sido educados y criados dentro de los testigos de Jehová.
Mi mujer regresaría a casa en dos dias, y yo me habia resuelto dentro de mi para aliviar mi pesar, a estar más atento a ella, a estar más cerca y hacerla sentir más querida que antes. Me sentía mal por lo que había hecho y quería sentirme mejor.
Ella regresó el encuentro fue lo más opuesto a lo que esperaba. Parecía que en vez de estar una semana sin vernos, viniera de comprar el pan. Todo muy frío, y claro, rápidamente me acorde de cómo me sentí el fin de semana y que diferente era. La vecina vuelve a querer quedar a tomar un café, y yo lo acepto. Café tras café, hablando vamos acercándonos cada vez más y más. Hasta que al final pasa lo que os imagináis. En casa me sentía mal, y con esta persona muy bien. Y decido dar el paso. Vuelta a la justificación, total solo una vez, me lo como solito, y ya. Ya estoy harto de cómo estoy en casa, que no me merezco eso, que si ella no me quiere dar lo que le pido pues q se lo ha buscado, y mil y una justificaciónes para algo que no tiene justificación alguna. Si alguien está en ese punto, ahí otras formas de hacer las cosas, está no es, no existe justificación.
Y empiezan las mentiras continuas, los miedos a que te vean hermanos x ahí con otra persona tomando café, los engaños de voy aquí o allá , cuando estás con otra persona, el no separarme del móvil en ningún momento, mentiras mentiras y más mentiras. Mi mujer nunca sospechó nada, por que cada uno hacíamos bastantes cosas de forma independiente, a mí me gustaba mucho el deporte, y a ella no, y yo dedicaba tiempo a estar practicándolo y ella prefería dormir la siesta o en el sofá viendo la tele. Y ahí tenía mi coartada para mis encuentros, y más fácil y teniendo a la otra persona tan cerca de casa. Solo nos separaba un cristal en el balcón a mi vecina y a mi, así que imaginad la situación.
Pero poco a poco me voy sintiendo mal, y cada vez peor. Me empiezan a venir los remordimientos, y el mal que le estoy haciendo a mi mujer. También egoístamente me había quedado enganchado de mi vecina, y empiezo a creer que con ella sería más feliz. Podría tener una vida sin testigos, y con alguien al que le gusto y me lo demuestra cada día. Y empiezo a fantasear con la idea. Pero no podía ser. Solo con pensar en el daño que haría a los demás y a mi mujer especialmente se me ponía el pelo de punta. Pero no era capaz de parar eso. Era tonto y débil, y no era capaz de pararlo. Hace un año de esto y aún hoy me pongo muy triste recordándolo. Pero como dije antes, la conciencia se puede aliviar , pero solo un tiempo. Después de un mes engañando a mi mujer y con esta doble vida, por que yo seguía mi rutina normal de predicar, reuniones, etc...
mi cabeza tenía ya una tensión que no podía soportar, un dolor que no se iba, ya no podía aguantar más toda esta mentira y falsedad que estaba viviendo yo y mi mujer al ocultarle todo lo que estaba pasando.
Fue un sábado por la tarde cuando estábamos en casa viendo una película, mientras yo le daba vueltas a todo a la cabeza, cuando el tema de la película me hizo sentir identificado. La historia de un hombre q le va mal en su matrimonio, que no se siente feliz, y que una compañera de trabajo mucho más joven se le acerca y la engaña. Vamos, lo que estaba viviendo yo en ese momento. Me tuve que dar la vuelta en el sofá por que se me saltaban las lágrimas. Pero mi mujer me lo noto y pregunto si me pasaba algo. Le dije que no, que no se preocupara. Pero yo ya no podía más con esa situación. No estaba siendo honesto ni conmigo ni con mi mujer ni con mi vecina ni con jehova ni con nadie, esto no había quien lo soportara más. Así que al día siguiente, domingo, día de reunión decido terminar con todo y que salga el solo por donde quiera