27 Mar, 2019, 07:05 AM
Recuerdo los días posteriores a cuando comuniqué mi decisión muy traumáticos. Tuve que hablar con mi familia testigo, muchos muy queridos, fue todo un drama. También me despedí de algunos amigos. Otros que consideraba mis mejores amigos ni siquiera fueron capaces de escribir un mensaje para despedirse, otros que eran amigos pero no tan cercanos me escribieron de forma que me llegaba, por que no me decían lo que debía hacer y expresaban respeto a mi decisión aunque ellos no la entendieran.
Especialmente traumático fue la despedida de una familiar que quiso verme y hablar conmigo cara a cara. Le explique mis motivos para las dos decisiones, y aunque no las apoyo, sé que me quiere muchísimo. Recuerdo la última frase que me dijo:
Ojalá que te hundas, que estés tan solo y mal, que así te des cuenta de lo que has echo y vuelvas a Jehová.
Es difícil entender como alguien que te quiere puede desearte eso de esa manera, pero sé que esta persona lo hizo porque cree que es lo mejor para mí.
También recuerdo como en mi trabajo, otra hermana madre de otra amiga me agarró de las manos y me dijo que me estarían esperando con los brazos abiertos. Fueron unos días muy difíciles. La presión era axfisiante.
Pero por otra parte también se lo dije a mi madre, con la cual había limitado mucho el trato. Ella no se alegro de lo que le contaba, por que sabía que lo estaba pasando muy mal, pero me dio todo su apoyo, cariño y comprensión. Sabía a lo que me estaba enfrentando por que años atrás lo tuvo que hacer ella y me advirtió que sería un camino difícil. Y tanto que lo era. En el fondo ella tuvo la sensación de haber recuperado un hijo perdido. A mi hermano no testigo también le conté. Desde aquí debo agradecer todo este tiempo a mi hermano. A pesar de que apenas he estado para el en la vida, el me dio todo lo que necesité, hasta me abrió su casa para que me quedara el tiempo necesario si quería. Me ha respetado siempre, a pesar de todos mis bandazos en la vida y sé que me quiere mucho.
Tras el anuncio, decidí bloquear a todo testigo de mis redes y de mi teléfono. Total, no me iban a hablar, tampoco quería que cotillearan qué hacía o dejaba de hacer. Bueno, a todos no, a mi esposa no podía, ahora quedaba muchos temas que tratar, sobre todo económicos y de separación y divorcio.
Día si y día también recibía mensajes suyos, de rencor y perdón a la vez. Uno de ira y otro de amor. Era un martirio. Yo no le deseaba nada malo, al revés, solo quería que le fueran las cosas bien, mejor que conmigo. Y a pesar de que iba avanzando mi relación con mi vecina , al poco tiempo me empezó a entrar mucha ansiedad .
Me empezaron a entrar todas las dudas del mundo. No con respecto a Jehová, pero si con respecto a mi esposa. Empezaba a extrañarla, que como podía haberle hecho eso, que ella no lo merecía, que si aún podíamos ser felices, que habíamos empezado muchos planes y como lo iba a dejar a medias ahora, que si hacía falta volvería a los testigos, pero verla así de mal me partía el corazón y no podía vivir con ello. Había algo que me torturaba de forma especial. Era el hecho de que desde siempre ella había querido tener al menos un hijo. Yo siempre le dije que mejor esperar, aprovechar el tiempo en viajar, conocer , hacer cosas juntos, y ya más adelante. Y justo cuando íbamos a dar el paso, ocurre todo esto. Yo sé que siendo ella testigo, hasta que se le pasara el duelo por el divorcio, conociera a otra person a y pudiera casarse iba a pasar bastante tiempo, y ya casi seguro que por edad ya no podría ser madre. Y todo por mi culpa. La persona que me dio su juventud y que más he querido y le hago eso. Era mucho para mi, yo no podía vivir con eso. Veía a la persona con la que estaba tan feliz conmigo, mientras que sabía que mi mujer estaba destrozada. La ansiedad se apoderaba de mi. Me sentía fatal por todo. Tenía que actuar.
Decido acabar con mi vecina, y decirle a mi mujer que si ella quiere estoy dispuesto a darnos otra oportunidad. Que la quiero mucho, y que vuelva a casa.
No se me puede olvidar como lloro la pobre de alegria, y la verdad yo también. Sé que la quería aún y que me había perdonado de corazón, y estaba dispuesto a ser el mejor marido del mundo. Esa misma semana vuelve a casa, y durante la primera semana todo es perfecto. Al acabar esa semana su abuelo cae muy enfermo, y tuve que ir al hospital con ella. El reencuentro con su familia testigo después de lo que había pasado no pudo ser más violento y a la vez más bueno. Todos lloramos, les pedí perdón, y me dijeron q lo importante es que estaba arrepentido, que no pasaba nada y que no lo volviera a hacer por favor. Se portaron muy muy bien.
Yo les dije que sí que quería volver a los testigos pero que era difícil, yo ahora pensaba de otra manera y me iba a costar más tiempo. Sabía q era necesario, pero aún no estaba preparado.
A la siguiente semana fallece el abuelo. Y aquí me enfrente a mi realidad. Tuve que volver a ver a todos los testigos de nuevo, pero ahora desde el lado oscuro.
En el tanatorio me senté apartado, a un lado de la sala. Así solo el que quisiera venir a darme sus condolencias lo haría y ni sería tan violento ni para ellos ni para mi. Ufff que decepción. De los siete ancianos que asistieron, tan solo uno vino a saludarme. Incluso uno de ellos siendo mi tío, no fue capaz. Algunos hermanos si vinieron, pero fue todo súper forzado e incómodo. Menos mal que vino mi madre y estuvo conmigo, así como mi padre y esposa.
Y mi cabeza empezó a darle vueltas a las cosas otra vez. Soy extremadamente inseguro, le doy vueltas a las cosas mucho y creo que ese es uno de mis fallos más grandes. Es aquí a donde quiero volver de verdad? Al lugar donde enseñan que no te pueden saludar ni siquiera en una situación humana como esta?
De pronto, como de la noche al día, empiezo a tener dudas de todo, hasta de volver con mi mujer. Y si había vuelto solo porque así sabía que iba a hacer feliz de nuevo a todo el mundo? Y si no era eso lo que yo quería realmente? Como podría vivir otra vez con eso después de que había dado el paso más difícil?
La cabeza me empezaba a doler, día tras día. Caí de nuevo en depresión, solo lloraba en casa, a veces con mi pobre mujer al lado. Tuve que ir al médico a que me diera algo por que el dolor de cabeza era insoportable y diario. Además la vecina había vuelto a contactar conmigo y yo no había sido capaz de dejar de hablarla. Al fin y al cabo de nuevo sería mi escapatoria y sabía que me quería. Estaba echo un lío, no sabía que quería en mi vida.
Mi mujer se entera de que había vuelto a hablar con esta chica, y me dijo que le había vuelto a engañar, por hablar con ella. Así que decide irse de nuevo y cortar la relación.
Ahora me pide el divorcio. Yo Retomo mi relación con la vecina, y las heridas son cada vez más grandes en unos y otros.
Pero mi cabeza sigue siendo un mar de dudas. Pienso que la relación ahora si va a funcionar, por que ahora es mi mujer la que se había ido, que ya no está diciéndome que volvamos ni nada.....pero yo no puedo estar bien de ninguna manera. Así que al poco decido cortar mi relación con mi vecina, otra vez.
Me voy a vivir con mi hermano, en busca de paz, de recolocar mis pensamientos, ver qué quiero, quien soy, tratar de perdonarme tanto daño ocasionado. Pero no consigo liberarme ni de mi esposa ni de mi vecina del todo. Decido regresar a casa.
En todo este tiempo he tratado de hacer nuevas amistades en especial con los compañeros del trabajo. Salgo con ellos cuando me dicen, y en especial con una de ellas. Siempre fue mi apoyo y mi confidente. Sabe todo lo que me pasa mejor que nadie, y siempre me ha ayudado muchísimo. Trata de preguntar qué tal estoy, con quien estaba ahora, y siempre trata de darme paz. Era en verdad la única persona que me daba tranquilidad en el mundo. Digo eso porque me sentía en el medio de dos bandos. Mi padre no cortó la relación conmigo del todo. Siempre que yo quería podía ir a su casa a verlo. Pero yo sabía que estaba sufriendo mucho y que se sentía mal . Le dijo a mi esposa que él había fracasado como marido y como padre. Imagínate como me puedo sentir cuando escucho semejante tontería. Jamás he pensado de él una cosa así. Pero no podía contarle lo que me pasaba por que le afectaba mucho. Y del otro lado mi madre, que solo quería que empezara mi vida con otra persona no testigo, para no perderme. Así que esta amiga, estaba en la zona neutral, me daba mucha calma y me hacía poner los pies en el suelo.
Yo seguía con mis idas y venidas con mi esposa, que si si, que si no. Y ella ya no sabía no que quería. Así como la primera vez que me perdona estaba segura, ya no podía estarlo, y es normal. Yo ya sentía que me había vuelto loco. No podía estar con ella y sin ella tampoco.
Algunos amigos me decían que a lo mejor no tenía que estar ni con mi mujer ni con mi vecina. Que ambas me hacían sentir mal, por distintos motivos.
Yo solo quería dejar de un lado mi ansiedad. No sabía quién era, me sentía solo, estaba muy mal, muy confundido.
Intente empezar una nueva historia con esta amiga, y el resultado? Pues os lo podéis imaginar, me empiezan a entrar los miedos de nuevo, las dudas, y al poco tengo que dejarlo, no puedo estar con nadie en ese plan, con el daño que conlleva hacia esa persona. La relación con esta amiga la empecé mientras firmaba el divorcio. Hasta que firme sentí que todo empezaba a calmarse, estaba empezando una vida nueva con alguien y me gustaba. Empezaba a sentir que era yo otra vez, después de mucho tiempo. Pero llego el día de firmar el divorcio. Fue muy doloroso. Firmamos y nos despedimos con un abrazo. No hay rencor de ninguna de las dos partes por nada. Pero vuelvo a cambiar otra vez . Mi amiga dice que que me pasa, que desde que he firmado soy otro totalmente distinto, y no para bien. Y tiene razón, otra vez me sentía perdido, no saber quien soy, no sentía que esa fuera mi vida, ufff una pesadilla.
Decido dejarlo y vuelvo otra vez a casa.
Me siento perdido, desorientado y sin rumbo. No le veo sentido a nada.
No dejaba de soñar con mi mujer, aún la extrañaba, y no me perdonaba lo que he hecho.
Así que a la semana le digo a mi padre que voy a volver a la reunión. Incluso me creo que lo hago por mi, que quería volver a estar con los hermanos, que haría sentir bien a mucha gente que así por fin yo me sentiría mejor conmigo de nuevo . Me pongo el traje y allí voy, mi padre todo orgulloso y feliz, y yo reconozco que no me sentí mal del todo. Pero al día siguiente empiezo a reprochármelo. Me había traicionado a mí mismo. Con lo difícil que fue salir, y estaba volviendo a dar mi tiempo a algo en lo que no creía, algo que me había complicado mucho mi vida y mis posibilidades de arreglar las cosas.
Decido no volver a ir la siguiente reunión, así que otra vez, decepción a mi padre.
¿Que pasa conmigo? ¿Solo soy capaz de hacer daño a todo el que me quiere? No me aguanto ni yo.
Aquí va a terminar ya mi historia ..... por ahora por que sigo viviéndola.
Mi estado actual cual es? He vuelto a hablar con mi mujer, por que he sentido que no puedo empezar ninguna relación con ninguna mujer. Cuando estoy con cualquier otra solo pienso en ella, pero soy consciente de que si no vuelvo a los testigos no puedo darle un futuro feliz a ella. No puedo darle una vida en la que ella quiera estar con su familia y amigos y no lo pueda compartir conmigo. No podemos tener un hijo y enseñar ella unas cosas y yo otras. Mi regreso con ella solo pasa por volver a los testigos, si no no puede ser. Pero mi problema es que aunque la quiero, dudo mucho si volver va a ser la solución. Hay días en los que lo haría, la quiero aún y daria todo por que todo fuera como antes, pero hay momentos en que me da mucho miedo que no lo soporte y la vuelva a hacer daño otra vez. Así estoy, desesperado, echo un lio, y sin saber que hacer. Llevo un año en el que cada paso que doy es un error y tengo la sensación de que así sigo y no puedo parar.
Por eso he querido contar mi experiencia. Si a alguien le puedo evitar errores, aunque sea a uno, habrá valido la pena. Yo sé que no creo en la organización, que no sé si creo en un dios, y si creo en uno, desde luego no es en el que nos han enseñado, es lo único que tengo claro. Sé que quiero a mi mujer o ex mujer. No sé si volver compensará, a mí y a los que me rodean. Yo le he dejado claro que si vuelvo es solo por ella, que yo no me creo nada y ella lo sabe. Y le he dicho que me diga que quiere, que eso es lo único que puedo ofrecer. Si me dice que le vale, pues tendré que empezar a hacer como que me he vuelto espiritual de repente, y si me dice que no, pues espero poder salir de este bucle infernal que me está arruinando mi vida y mi ser.
Gracias a todo por vuestro tiempo
Especialmente traumático fue la despedida de una familiar que quiso verme y hablar conmigo cara a cara. Le explique mis motivos para las dos decisiones, y aunque no las apoyo, sé que me quiere muchísimo. Recuerdo la última frase que me dijo:
Ojalá que te hundas, que estés tan solo y mal, que así te des cuenta de lo que has echo y vuelvas a Jehová.
Es difícil entender como alguien que te quiere puede desearte eso de esa manera, pero sé que esta persona lo hizo porque cree que es lo mejor para mí.
También recuerdo como en mi trabajo, otra hermana madre de otra amiga me agarró de las manos y me dijo que me estarían esperando con los brazos abiertos. Fueron unos días muy difíciles. La presión era axfisiante.
Pero por otra parte también se lo dije a mi madre, con la cual había limitado mucho el trato. Ella no se alegro de lo que le contaba, por que sabía que lo estaba pasando muy mal, pero me dio todo su apoyo, cariño y comprensión. Sabía a lo que me estaba enfrentando por que años atrás lo tuvo que hacer ella y me advirtió que sería un camino difícil. Y tanto que lo era. En el fondo ella tuvo la sensación de haber recuperado un hijo perdido. A mi hermano no testigo también le conté. Desde aquí debo agradecer todo este tiempo a mi hermano. A pesar de que apenas he estado para el en la vida, el me dio todo lo que necesité, hasta me abrió su casa para que me quedara el tiempo necesario si quería. Me ha respetado siempre, a pesar de todos mis bandazos en la vida y sé que me quiere mucho.
Tras el anuncio, decidí bloquear a todo testigo de mis redes y de mi teléfono. Total, no me iban a hablar, tampoco quería que cotillearan qué hacía o dejaba de hacer. Bueno, a todos no, a mi esposa no podía, ahora quedaba muchos temas que tratar, sobre todo económicos y de separación y divorcio.
Día si y día también recibía mensajes suyos, de rencor y perdón a la vez. Uno de ira y otro de amor. Era un martirio. Yo no le deseaba nada malo, al revés, solo quería que le fueran las cosas bien, mejor que conmigo. Y a pesar de que iba avanzando mi relación con mi vecina , al poco tiempo me empezó a entrar mucha ansiedad .
Me empezaron a entrar todas las dudas del mundo. No con respecto a Jehová, pero si con respecto a mi esposa. Empezaba a extrañarla, que como podía haberle hecho eso, que ella no lo merecía, que si aún podíamos ser felices, que habíamos empezado muchos planes y como lo iba a dejar a medias ahora, que si hacía falta volvería a los testigos, pero verla así de mal me partía el corazón y no podía vivir con ello. Había algo que me torturaba de forma especial. Era el hecho de que desde siempre ella había querido tener al menos un hijo. Yo siempre le dije que mejor esperar, aprovechar el tiempo en viajar, conocer , hacer cosas juntos, y ya más adelante. Y justo cuando íbamos a dar el paso, ocurre todo esto. Yo sé que siendo ella testigo, hasta que se le pasara el duelo por el divorcio, conociera a otra person a y pudiera casarse iba a pasar bastante tiempo, y ya casi seguro que por edad ya no podría ser madre. Y todo por mi culpa. La persona que me dio su juventud y que más he querido y le hago eso. Era mucho para mi, yo no podía vivir con eso. Veía a la persona con la que estaba tan feliz conmigo, mientras que sabía que mi mujer estaba destrozada. La ansiedad se apoderaba de mi. Me sentía fatal por todo. Tenía que actuar.
Decido acabar con mi vecina, y decirle a mi mujer que si ella quiere estoy dispuesto a darnos otra oportunidad. Que la quiero mucho, y que vuelva a casa.
No se me puede olvidar como lloro la pobre de alegria, y la verdad yo también. Sé que la quería aún y que me había perdonado de corazón, y estaba dispuesto a ser el mejor marido del mundo. Esa misma semana vuelve a casa, y durante la primera semana todo es perfecto. Al acabar esa semana su abuelo cae muy enfermo, y tuve que ir al hospital con ella. El reencuentro con su familia testigo después de lo que había pasado no pudo ser más violento y a la vez más bueno. Todos lloramos, les pedí perdón, y me dijeron q lo importante es que estaba arrepentido, que no pasaba nada y que no lo volviera a hacer por favor. Se portaron muy muy bien.
Yo les dije que sí que quería volver a los testigos pero que era difícil, yo ahora pensaba de otra manera y me iba a costar más tiempo. Sabía q era necesario, pero aún no estaba preparado.
A la siguiente semana fallece el abuelo. Y aquí me enfrente a mi realidad. Tuve que volver a ver a todos los testigos de nuevo, pero ahora desde el lado oscuro.
En el tanatorio me senté apartado, a un lado de la sala. Así solo el que quisiera venir a darme sus condolencias lo haría y ni sería tan violento ni para ellos ni para mi. Ufff que decepción. De los siete ancianos que asistieron, tan solo uno vino a saludarme. Incluso uno de ellos siendo mi tío, no fue capaz. Algunos hermanos si vinieron, pero fue todo súper forzado e incómodo. Menos mal que vino mi madre y estuvo conmigo, así como mi padre y esposa.
Y mi cabeza empezó a darle vueltas a las cosas otra vez. Soy extremadamente inseguro, le doy vueltas a las cosas mucho y creo que ese es uno de mis fallos más grandes. Es aquí a donde quiero volver de verdad? Al lugar donde enseñan que no te pueden saludar ni siquiera en una situación humana como esta?
De pronto, como de la noche al día, empiezo a tener dudas de todo, hasta de volver con mi mujer. Y si había vuelto solo porque así sabía que iba a hacer feliz de nuevo a todo el mundo? Y si no era eso lo que yo quería realmente? Como podría vivir otra vez con eso después de que había dado el paso más difícil?
La cabeza me empezaba a doler, día tras día. Caí de nuevo en depresión, solo lloraba en casa, a veces con mi pobre mujer al lado. Tuve que ir al médico a que me diera algo por que el dolor de cabeza era insoportable y diario. Además la vecina había vuelto a contactar conmigo y yo no había sido capaz de dejar de hablarla. Al fin y al cabo de nuevo sería mi escapatoria y sabía que me quería. Estaba echo un lío, no sabía que quería en mi vida.
Mi mujer se entera de que había vuelto a hablar con esta chica, y me dijo que le había vuelto a engañar, por hablar con ella. Así que decide irse de nuevo y cortar la relación.
Ahora me pide el divorcio. Yo Retomo mi relación con la vecina, y las heridas son cada vez más grandes en unos y otros.
Pero mi cabeza sigue siendo un mar de dudas. Pienso que la relación ahora si va a funcionar, por que ahora es mi mujer la que se había ido, que ya no está diciéndome que volvamos ni nada.....pero yo no puedo estar bien de ninguna manera. Así que al poco decido cortar mi relación con mi vecina, otra vez.
Me voy a vivir con mi hermano, en busca de paz, de recolocar mis pensamientos, ver qué quiero, quien soy, tratar de perdonarme tanto daño ocasionado. Pero no consigo liberarme ni de mi esposa ni de mi vecina del todo. Decido regresar a casa.
En todo este tiempo he tratado de hacer nuevas amistades en especial con los compañeros del trabajo. Salgo con ellos cuando me dicen, y en especial con una de ellas. Siempre fue mi apoyo y mi confidente. Sabe todo lo que me pasa mejor que nadie, y siempre me ha ayudado muchísimo. Trata de preguntar qué tal estoy, con quien estaba ahora, y siempre trata de darme paz. Era en verdad la única persona que me daba tranquilidad en el mundo. Digo eso porque me sentía en el medio de dos bandos. Mi padre no cortó la relación conmigo del todo. Siempre que yo quería podía ir a su casa a verlo. Pero yo sabía que estaba sufriendo mucho y que se sentía mal . Le dijo a mi esposa que él había fracasado como marido y como padre. Imagínate como me puedo sentir cuando escucho semejante tontería. Jamás he pensado de él una cosa así. Pero no podía contarle lo que me pasaba por que le afectaba mucho. Y del otro lado mi madre, que solo quería que empezara mi vida con otra persona no testigo, para no perderme. Así que esta amiga, estaba en la zona neutral, me daba mucha calma y me hacía poner los pies en el suelo.
Yo seguía con mis idas y venidas con mi esposa, que si si, que si no. Y ella ya no sabía no que quería. Así como la primera vez que me perdona estaba segura, ya no podía estarlo, y es normal. Yo ya sentía que me había vuelto loco. No podía estar con ella y sin ella tampoco.
Algunos amigos me decían que a lo mejor no tenía que estar ni con mi mujer ni con mi vecina. Que ambas me hacían sentir mal, por distintos motivos.
Yo solo quería dejar de un lado mi ansiedad. No sabía quién era, me sentía solo, estaba muy mal, muy confundido.
Intente empezar una nueva historia con esta amiga, y el resultado? Pues os lo podéis imaginar, me empiezan a entrar los miedos de nuevo, las dudas, y al poco tengo que dejarlo, no puedo estar con nadie en ese plan, con el daño que conlleva hacia esa persona. La relación con esta amiga la empecé mientras firmaba el divorcio. Hasta que firme sentí que todo empezaba a calmarse, estaba empezando una vida nueva con alguien y me gustaba. Empezaba a sentir que era yo otra vez, después de mucho tiempo. Pero llego el día de firmar el divorcio. Fue muy doloroso. Firmamos y nos despedimos con un abrazo. No hay rencor de ninguna de las dos partes por nada. Pero vuelvo a cambiar otra vez . Mi amiga dice que que me pasa, que desde que he firmado soy otro totalmente distinto, y no para bien. Y tiene razón, otra vez me sentía perdido, no saber quien soy, no sentía que esa fuera mi vida, ufff una pesadilla.
Decido dejarlo y vuelvo otra vez a casa.
Me siento perdido, desorientado y sin rumbo. No le veo sentido a nada.
No dejaba de soñar con mi mujer, aún la extrañaba, y no me perdonaba lo que he hecho.
Así que a la semana le digo a mi padre que voy a volver a la reunión. Incluso me creo que lo hago por mi, que quería volver a estar con los hermanos, que haría sentir bien a mucha gente que así por fin yo me sentiría mejor conmigo de nuevo . Me pongo el traje y allí voy, mi padre todo orgulloso y feliz, y yo reconozco que no me sentí mal del todo. Pero al día siguiente empiezo a reprochármelo. Me había traicionado a mí mismo. Con lo difícil que fue salir, y estaba volviendo a dar mi tiempo a algo en lo que no creía, algo que me había complicado mucho mi vida y mis posibilidades de arreglar las cosas.
Decido no volver a ir la siguiente reunión, así que otra vez, decepción a mi padre.
¿Que pasa conmigo? ¿Solo soy capaz de hacer daño a todo el que me quiere? No me aguanto ni yo.
Aquí va a terminar ya mi historia ..... por ahora por que sigo viviéndola.
Mi estado actual cual es? He vuelto a hablar con mi mujer, por que he sentido que no puedo empezar ninguna relación con ninguna mujer. Cuando estoy con cualquier otra solo pienso en ella, pero soy consciente de que si no vuelvo a los testigos no puedo darle un futuro feliz a ella. No puedo darle una vida en la que ella quiera estar con su familia y amigos y no lo pueda compartir conmigo. No podemos tener un hijo y enseñar ella unas cosas y yo otras. Mi regreso con ella solo pasa por volver a los testigos, si no no puede ser. Pero mi problema es que aunque la quiero, dudo mucho si volver va a ser la solución. Hay días en los que lo haría, la quiero aún y daria todo por que todo fuera como antes, pero hay momentos en que me da mucho miedo que no lo soporte y la vuelva a hacer daño otra vez. Así estoy, desesperado, echo un lio, y sin saber que hacer. Llevo un año en el que cada paso que doy es un error y tengo la sensación de que así sigo y no puedo parar.
Por eso he querido contar mi experiencia. Si a alguien le puedo evitar errores, aunque sea a uno, habrá valido la pena. Yo sé que no creo en la organización, que no sé si creo en un dios, y si creo en uno, desde luego no es en el que nos han enseñado, es lo único que tengo claro. Sé que quiero a mi mujer o ex mujer. No sé si volver compensará, a mí y a los que me rodean. Yo le he dejado claro que si vuelvo es solo por ella, que yo no me creo nada y ella lo sabe. Y le he dicho que me diga que quiere, que eso es lo único que puedo ofrecer. Si me dice que le vale, pues tendré que empezar a hacer como que me he vuelto espiritual de repente, y si me dice que no, pues espero poder salir de este bucle infernal que me está arruinando mi vida y mi ser.
Gracias a todo por vuestro tiempo