[forista652]

Camino al trabajo pasé por el salón del reino donde estaban en la puerta un par de hermanos que se acaban de jubilar. Los conozco bien. Les aprecio. Se les veía comprometidos con su trabajo. Estaba uno limpiando y el otro terminando de reparar unos desconchones en la fachada. Se les veía felices. Me pregunté si sabrían de las andanzas del Morris III, de lo de Australia y otras historias. Imagine que no. Pero si fuese el caso creo saber como reaccionarían.
Me pregunté si debería contarles algo (obviamente no) y pensé, ¿para qué? Déjalos que se sientan útiles, valorados, felices. Déjalos en su nube. Al fin y al cabo ¿a quien le están haciendo daño?. Sin embargo cuando sigo reflexionando en todo lo que envuelve la JW siento escalofríos cuando pienso en aquella atalaya que hablaba sobre los apóstatas y que debido a las leyes de los gobiernos no pueden matarnos como se haría en el viejo Israel. Y me giro, les miro y me pregunto: ¿seríais capaces de quemarme en la hoguera si se dieran las condiciones para ello?

Lo mejor es no desanimarlos por el momento, es mejor esperar, las circunstancias, te aseguro que si te preguntarán de Morris, no los engañarias, hay que esperar para ayudar, y no lastimar más.

Algo que recuerdo de la matrix es que, solo a algunos se les puede ayudar, y no juntos.

Saludos despertad.