17 Aug, 2017, 09:01 AM
Off Topic, solo para dar guerra...
“Sé mi seguidor.” Esta fue la invitación que Jesús extendió a algunos de los que demostraron fe en él (Mateo 9:9; 19:21). Para entender qué conlleva ser seguidor de Jesús, veamos la respuesta a tres preguntas claves.
¿Cómo deben los cristianos tratar al prójimo?
▪ Los seguidores de Cristo siguen los principios que él enseñó sobre cómo tratar a los demás. Por ejemplo, Jesús dijo: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos”. Ahora bien, ¿cómo debe actuar el cristiano cuando surgen problemas? Jesús aconsejó: “Ocúpate en arreglar prestamente los asuntos con el que se queja contra ti”. Además, les dijo a sus discípulos: “Si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes” (Mateo 5:25; 6:15; 7:12).
Por otra parte, Jesús dio la siguiente advertencia a los casados: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. Estas palabras muestran que el cristiano tiene que hacer que las enseñanzas de Jesús influyan en su mente y en su corazón (Mateo 5:27, 28).
A imitación de Jesús, los verdaderos cristianos están dispuestos a renunciar a su propia comodidad a fin de ayudar a los demás. Para ilustrarlo, veamos lo que ocurrió durante una gira de predicación de Jesús y sus apóstoles. Como estaban agotados y ni siquiera habían tenido tiempo de comer algo, se retiraron en una barca a un sitio apartado para descansar. Sin embargo, la gente se enteró del lugar adonde iban y se les adelantó. El relato bíblico cuenta: “Al salir, él vio una muchedumbre grande, y se enterneció por ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Y comenzó a enseñarles muchas cosas” (Marcos 6:30-34). Los seguidores de Jesús siguen su ejemplo y por eso se esfuerzan por hacer siempre la voluntad de Dios, incluso cuando va en contra de sus intereses personales.
¿Por qué deben predicar las buenas nuevas?
▪ Jesús envió a sus discípulos a difundir las buenas nuevas. Por ejemplo, a sus apóstoles les dijo: “Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’” (Mateo 10:7). El mensaje que llevan los cristianos es de mucho valor, pues Jesús aseguró en una oración a Dios: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero” (Juan 17:3).
Además, Cristo predijo que sus seguidores realizarían una obra en la que actualmente participan millones de personas: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones” (Mateo 24:14). Cuando vamos aprendiendo más sobre el Reino de Dios y sobre la Biblia, es natural querer compartir los nuevos conocimientos con otras personas. Muchos discípulos de Jesús han visto que una buena manera de comenzar es hablando a sus propios familiares (Juan 1:40, 41).
¿Por qué deben bautizarse?
▪ Al parecer, cuando Jesús se bautizó en el río Jordán, le dijo a su Padre: “He venido [...] para hacer tu voluntad, oh Dios” (Hebreos 10:7). Así pues, quien desee hacer la voluntad de Dios también tiene que bautizarse. De hecho, Jesús mismo dio este mandato: “Hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos” (Mateo 28:19).
¿Qué responsabilidades y beneficios trae consigo el bautismo? En primer lugar, los discípulos bautizados de Jesús han de servir a Dios con toda el alma. Así cumplen con las siguientes palabras de la Ley de Dios, que Jesús citó: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Por otro lado, Jesús dijo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo” (Mateo 16:24). El bautismo simboliza la decisión de “repudiarse” a uno mismo, es decir, renunciar a sus propios intereses y dedicar su vida a hacer la voluntad de Dios. Además, quienes disfrutan de esta valiosa relación con Dios pueden pedirle que les perdone sus pecados y les conceda una conciencia limpia (1 Pedro 3:21).
Si desea más información, consulte el capítulo 18 de este libro, editado por los testigos de Jehová.
“Sé mi seguidor.” Esta fue la invitación que Jesús extendió a algunos de los que demostraron fe en él (Mateo 9:9; 19:21). Para entender qué conlleva ser seguidor de Jesús, veamos la respuesta a tres preguntas claves.
¿Cómo deben los cristianos tratar al prójimo?
▪ Los seguidores de Cristo siguen los principios que él enseñó sobre cómo tratar a los demás. Por ejemplo, Jesús dijo: “Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos”. Ahora bien, ¿cómo debe actuar el cristiano cuando surgen problemas? Jesús aconsejó: “Ocúpate en arreglar prestamente los asuntos con el que se queja contra ti”. Además, les dijo a sus discípulos: “Si no perdonan a los hombres sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes” (Mateo 5:25; 6:15; 7:12).
Por otra parte, Jesús dio la siguiente advertencia a los casados: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. Estas palabras muestran que el cristiano tiene que hacer que las enseñanzas de Jesús influyan en su mente y en su corazón (Mateo 5:27, 28).
A imitación de Jesús, los verdaderos cristianos están dispuestos a renunciar a su propia comodidad a fin de ayudar a los demás. Para ilustrarlo, veamos lo que ocurrió durante una gira de predicación de Jesús y sus apóstoles. Como estaban agotados y ni siquiera habían tenido tiempo de comer algo, se retiraron en una barca a un sitio apartado para descansar. Sin embargo, la gente se enteró del lugar adonde iban y se les adelantó. El relato bíblico cuenta: “Al salir, él vio una muchedumbre grande, y se enterneció por ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Y comenzó a enseñarles muchas cosas” (Marcos 6:30-34). Los seguidores de Jesús siguen su ejemplo y por eso se esfuerzan por hacer siempre la voluntad de Dios, incluso cuando va en contra de sus intereses personales.
¿Por qué deben predicar las buenas nuevas?
▪ Jesús envió a sus discípulos a difundir las buenas nuevas. Por ejemplo, a sus apóstoles les dijo: “Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’” (Mateo 10:7). El mensaje que llevan los cristianos es de mucho valor, pues Jesús aseguró en una oración a Dios: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero” (Juan 17:3).
Además, Cristo predijo que sus seguidores realizarían una obra en la que actualmente participan millones de personas: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones” (Mateo 24:14). Cuando vamos aprendiendo más sobre el Reino de Dios y sobre la Biblia, es natural querer compartir los nuevos conocimientos con otras personas. Muchos discípulos de Jesús han visto que una buena manera de comenzar es hablando a sus propios familiares (Juan 1:40, 41).
¿Por qué deben bautizarse?
▪ Al parecer, cuando Jesús se bautizó en el río Jordán, le dijo a su Padre: “He venido [...] para hacer tu voluntad, oh Dios” (Hebreos 10:7). Así pues, quien desee hacer la voluntad de Dios también tiene que bautizarse. De hecho, Jesús mismo dio este mandato: “Hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos” (Mateo 28:19).
¿Qué responsabilidades y beneficios trae consigo el bautismo? En primer lugar, los discípulos bautizados de Jesús han de servir a Dios con toda el alma. Así cumplen con las siguientes palabras de la Ley de Dios, que Jesús citó: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Por otro lado, Jesús dijo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo” (Mateo 16:24). El bautismo simboliza la decisión de “repudiarse” a uno mismo, es decir, renunciar a sus propios intereses y dedicar su vida a hacer la voluntad de Dios. Además, quienes disfrutan de esta valiosa relación con Dios pueden pedirle que les perdone sus pecados y les conceda una conciencia limpia (1 Pedro 3:21).
Si desea más información, consulte el capítulo 18 de este libro, editado por los testigos de Jehová.
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