27 Jun, 2019, 08:36 PM
PARTE 6: Desconfianza en la congregación
Salón del Reino de la Congregación Zaragoza-Apodaca, Apodaca México
Mediados de enero de 2013
En aquel inicio de año mi mejor amigo y quien me invitó a ser su auxiliar de capitán en la asamblea de distrito salió de la ciudad y fue a su tierra natal en Orizaba, Veracruz. Él era encargado de las cuentas de la congregación y yo era su auxiliar, cuando terminó la reunión entre semana los hermanos comenzaron a retirarse del salón y quedábamos pocos varones, me acerqué al coordinador y le pregunté si yo podía sacar las donaciones y que otro hermano me ayudara y firmara el recibo como segundo testigo, me autorizó ha hacerlo y recogí las donaciones que me llevé a mi casa.
La siguiente reunión fue en día sábado y al llegar al salón del reino el coordinador lo primero que me dijo fue: "¿Traes las donaciones?". Le dije que no porque el sobre en el que las deposité lo había dejado en otro maletín y el que llevé conmigo a la reunión ese día era con el que acostumbro salir a predicar. El me miró con desconfianza como insinuando que tal vez me las había robado, me hizo sentir incómodo y esa reunión me dijo que no sacara las donaciones y que tampoco ayudara a NADIE a firmar los recibos como segundo testigo.
En la próxima reunión le entregué las donaciones y a partir de ese momento quedé fuera del departamento de contabilidad en la congregación.
Ese hermano el coordinador trabajaba en aquellos años cuando era superintendente de contabilidad en las asambleas de circuito y distrito/regionales, como auditor de prevención de fraudes en una Cooperativa Financiera, la palabra dinero le cambiaba la mirada creo para él todos eran rateros (ladrones) en potencia.
"El peor enemigo de la Sagrada Escritura es la imaginación humana", El Zelote