17 Jul, 2019, 09:44 PM
Parte 11: Primera Asamblea en la Arena Monterrey
Aquella tarde me desalenté porque NADIE depositó en la cajita que tenía a mi cargo ni 20 pesos (US$ 1), pero si eran muy buenos para pasar caminando frente a mis narices y sonreírme, en fila india bajamos la escalera para descender al primer nivel, adelante de mí estaban las hermanas del tercer nivel ya que comenzaban a retirar cajitas siempre de arriba hacia abajo. Esperamos como 5 minutos en la escalera y pude ver a través del cristal transparente hacia el estacionamiento del Parque Fundidora, llovía a cantaros como en el diluvio pero no había relámpagos; pensé: "¿qué sería de nosotros si estuviéramos en el estadio de beisbol?". Me habían dicho que la Arena Monterrey no podían rentarla a los Testigos de Jehová porque los dueños del local y la Arquidiócesis de Monterrey se oponían, eso es lo que yo sabía de oídas pero obviamente no tenía forma de comprobar esas palabras.
![[Imagen: 09.jpg]](http://www.zignialive.com/enews/2014/junio/assets/img/buchanans/09.jpg)
Esta fotografía es la Sección Diamante donde los altos mandos se deleitan sin la chusma, al fondo a la derecha como a 5 metros es donde yo estuve parado con mi cajita.
Bajamos al primer nivel y como la mayoría de las cajitas tenían dinero depositado decidieron no ingresarlas en la oficina de resguardo donde las entregan y se vacía el dinero. Fueron más inteligentes ya que se temía que miembros del personal de seguridad de la Arena estuvieran coludidos con personal ajeno a la asamblea para apoderarse del money, eso escuché como 2 o 3 ocasiones. En la Arena Monterrey si se ingresa a través de la avenida Fundidora y por la entrada de la derecha se puede ver a simple vista un pasillo que parece no llevar a ninguna parte...
pero en ese mismo pasillo a la derecha hay una puerta blanca muy discreta que dice: "solo personal autorizado".

Al entrar por esa puerta hay un ascensor o elevador depende el país hispanohablante como llamarlo, a la izquierda una escalera de piedra que lleva al sótano ubicado 2 pisos más abajo, nosotros ingresamos al elevador y bajamos al sótano esa fue mi primera y última vez en ese lugar pero les platico lo que vi: al abrirse la puerta salimos del elevador y a la izquierda caminamos en fila india a través de un pasillo que nos llevó justamente abajo del escenario donde cantan los artistas y famosos, miré al techo y estaba como a 10 0 15 metros por encima de mi cabeza, a la derecha estaban ubicadas oficinas improvisadas creadas con paredes de tablaroca, la segunda a la izquierda era donde se contaba el dinero con pesos y centavos. Dejamos las cajitas en la primera oficina y se nos pidió retirarnos. Al volver al elevador y cerrarse la puerta un hermano de mi congregación y nombrado siervo ministerial el mismo día que yo dijo: "esto es lo que sucede tras bambalinas, elevadores, escaleras y pasadizos secretos".
Me sentí como miembro de una "sociedad secreta" .
"El peor enemigo de la Sagrada Escritura es la imaginación humana", El Zelote