22 Aug, 2019, 10:49 AM
La vertiente más radical de la mística medieval sostenía que el hombre no puede acceder a Dios por métodos racionales, pero sí puede comunicarse con él gracias al éxtasis. Claro que los místicos son parcos en palabras a la hora de explicar qué aspecto tiene el Dios cuyo trato frecuentan y en vez de decirnos algo de él se limitan a imitar el balbuceo de los bebés o a soltar una retahila de todas las cosas que Dios justamente no es, o, en el mejor de los casos, a expresar de una manera poética la idea de que todo es uno y por tanto Dios está en todas partes. Así lo dejó dicho el Maestro Eckhart: «Los ojos con que vemos a Dios son los mismos con que Él nos mira»