25 Aug, 2019, 06:06 PM
A la filosofía cristiana se le ha criticado el no ser una verdadera filosofía, pues al otorgar un rango prioritario a la fe, da por supuestas una serie de verdades antes de investigarlas racionalmente. A mí esta actitud me recuerda cierta leyenda de la tradición cristiana según la cual había una vez un ermitaño que corría por el desierto gritando:
—¡Tengo una respuesta, tengo una respuesta! ¿Quién tiene una pregunta?
EL ÚNICO SABIO DEL REINO
El 8 de marzo de 1759, el Consejo Real ordenó prohibir y confiscar la Enciclopedia alegando que «las ventajas que pudieran derivarse de una obra así para las artes y las ciencias nunca compensarían el daño irreparable infligido a la moral y a la religión». Sin embargo, podría decirse que incluso en las circunstancias más adversas la Enciclopedia no dejó de ganar batallas. Así, algún tiempo después de su confiscación, ésta tuvo oportunidad de ganar otra batalla en la propia corte del rey Luis XV de Francia. Fue durante una cena en la que el duque de Nivernois, hablando de la pólvora, comentó que, a pesar de ser tan habitual su uso, no conocía a nadie que supiera explicarle en qué consistía realmente. Madame de Pompadour, la amante oficial del rey, manifestó que en el fondo así ocurre con casi todas las cosas de este mundo.
—Yo, por ejemplo —apostilló—, no sabría explicar de qué se compone el carmín que uso habitualmente ni podría decir cómo están hechas mis medias de seda.
Intervino entonces el duque de la Vallière para lamentarse por la confiscación de la Enciclopedia, pues a buen seguro allí encontrarían las respuestas a este tipo de preguntas.
El rey defendió la confiscación alegando que la Enciclopedia representaba un peligro para las buenas costumbres del país, pero consintió en ponerla a prueba y mandó a unos lacayos a buscar algún ejemplar. Y, en efecto, en aquellos libros el duque de Nivernois encontró descrita la fórmula de la elaboración de la pólvora y madame de Pompadour descubrió de qué se compone el carmín y cómo se fabrican las medias de seda. Tras ello, la Pompadour le dijo al rey:
—¡Qué libro tan delicioso! ¿Acaso lo habéis mandado confiscar para disfrutar de él a solas y ser el único sabio del reino?
PD. Deberían ser más importantes los que tienen dudas, a juzgar por el contexto , ya que son más frágiles, emocional y psicológica mente, es la razón de la existencia del foro, ayudar a los más necesitados.
—¡Tengo una respuesta, tengo una respuesta! ¿Quién tiene una pregunta?
EL ÚNICO SABIO DEL REINO
El 8 de marzo de 1759, el Consejo Real ordenó prohibir y confiscar la Enciclopedia alegando que «las ventajas que pudieran derivarse de una obra así para las artes y las ciencias nunca compensarían el daño irreparable infligido a la moral y a la religión». Sin embargo, podría decirse que incluso en las circunstancias más adversas la Enciclopedia no dejó de ganar batallas. Así, algún tiempo después de su confiscación, ésta tuvo oportunidad de ganar otra batalla en la propia corte del rey Luis XV de Francia. Fue durante una cena en la que el duque de Nivernois, hablando de la pólvora, comentó que, a pesar de ser tan habitual su uso, no conocía a nadie que supiera explicarle en qué consistía realmente. Madame de Pompadour, la amante oficial del rey, manifestó que en el fondo así ocurre con casi todas las cosas de este mundo.
—Yo, por ejemplo —apostilló—, no sabría explicar de qué se compone el carmín que uso habitualmente ni podría decir cómo están hechas mis medias de seda.
Intervino entonces el duque de la Vallière para lamentarse por la confiscación de la Enciclopedia, pues a buen seguro allí encontrarían las respuestas a este tipo de preguntas.
El rey defendió la confiscación alegando que la Enciclopedia representaba un peligro para las buenas costumbres del país, pero consintió en ponerla a prueba y mandó a unos lacayos a buscar algún ejemplar. Y, en efecto, en aquellos libros el duque de Nivernois encontró descrita la fórmula de la elaboración de la pólvora y madame de Pompadour descubrió de qué se compone el carmín y cómo se fabrican las medias de seda. Tras ello, la Pompadour le dijo al rey:
—¡Qué libro tan delicioso! ¿Acaso lo habéis mandado confiscar para disfrutar de él a solas y ser el único sabio del reino?
PD. Deberían ser más importantes los que tienen dudas, a juzgar por el contexto , ya que son más frágiles, emocional y psicológica mente, es la razón de la existencia del foro, ayudar a los más necesitados.