29 Sep, 2019, 12:59 PM
William Miller, predicador bautista, este señaló el año 1843 E.C., como la fecha de la segunda venida de Cristo. Ellos esperaban en ese año ver a Cristo bajando del cielo entre las nubes. Este hombre era un apasionado de las profecías apocalípticas y pasa a ser el principal precursor de los cálculos realizados para determinar, según él, la segunda venida de Cristo. Él creía, tal y como lo narran los evangelios, que Cristo vendría como lo describe Mateo 24:30; en carne y hueso. Entonces debemos saber que el primer concepto entendido por este hombre fue este y luego, ante el fracaso profético, la palabra venida tuvo que ser cambiada por presencia en dicho texto. Pero ¿cómo llegó Miller a determinar las fechas? Utilizando el libro de Daniel. Sin embargo veremos que su profecía no estaba desarrollada en base a un solo capítulo de este libro, él utilizó varios capítulos para dar forma y realizar una conexión con lo relatado en Lucas. Aunque sus cálculos no eran nuevos, sus bases estaban tomadas de otros predicadores apocalípticos. http://www.earlysda.com/miller/views2.html
“Y llegué a oír a cierto santo hablando, y otro santo procedió a decir a aquel que estaba hablando: “¿Cuánto durará la visión del [rasgo] constante y de la transgresión que causa desolación, para hacer tanto [del] lugar santo como [del] ejército cosas para hollar?”. De modo que él me dijo: “Hasta 2,300 tardes [y] mañanas; y [el] lugar santo ciertamente será llevado a su condición correcta.” (Daniel 8:13, 14).
Aquí los 2,300 días son convertidos a 2,300 años. Utilizando el capítulo 9 de Daniel, en donde se mencionan las 70 semanas, él explica que esto significan 490 años. Según su entendimiento, estas 70 semanas profetizan la primera venida Cristo y su muerte en el año 33 E.C. Sus cálculos son los siguientes: [2,300 – 490 = 1,810 años]. Partiendo del año 33 le suma estos 1,810 años dando por resultado el año 1843 E.C. Hay algo muy importante aquí y es que la palabra pisoteado utilizada en Daniel 8:13 es la que serviría luego para conectar con lo escrito en Lucas 21:24. Miller utilizó otros relatos más los del libro de Daniel y las fechas de la siguiente manera:
“Y empecé a oír al hombre que estaba vestido del lino, quien estaba arriba sobre las aguas de la corriente, mientras él procedió a levantar la [mano] derecha y la [mano] izquierda a los cielos y a jurar por Aquel que está vivo para tiempo indefinido: “Será por un tiempo señalado, tiempos señalados y medio. Y tan pronto como haya habido un fin del hacer añicos el poder del pueblo santo, todas estas cosas llegarán a su fin.” (Daniel 12:7).
Los 3 tiempos y medio representaban 1,260 años de persecución Papal - de 538 E.C., a 1798 E.C.
“Y desde el tiempo en que el [rasgo] constante haya sido removido, y haya habido una colocación de la cosa repugnante que está causando desolación, habrá 1,290 días.” (Daniel 12:11).
Los 1,290 días representaban 1,290 años de 508 E.C., a 1798 E.C.
“¡Feliz es el que se mantiene en expectación y que llega a los 1,335 días!” (Daniel 12:12).
Los 1,335 días representaban 1,335 años de 508 E.C., a 1843 E.C. En Daniel 4, donde se mencionan los 7 tiempos que estaría Nabucodonosor apartado de su trono y viviendo en el campo como una bestia, son convertidos en 2,520 días y estos nuevamente son convertidos en 2,520 años, más adelante veremos que patrones se utilizaron. Contando desde que Asurbanipal, rey de Asiria lleva a Manasés con grilletes a Babilonia y las tribus de Israel fueron arrasadas por Esarhaddon.
Todos estos sucesos son fechados por él y le asigna el año 677 a.E.C., y si sacamos cuentas llegamos al año 1843 E.C. [-677 + 2,520 = 1,843]. Todos sabemos la historia, llegado este año nada de lo predicho sucedió, a este año se le llamó “la gran decepción”, Cristo no llegó. De esta decepción nacieron los Adventistas del Séptimo Día.
El predicador Nelson Barbour fue uno de los tantos decepcionados, sin embargo, él argumentaba que los puntos de partida utilizados por William Miller fueron incorrectos y por esto la profecía falló. Mantiene su confianza de que los cálculos son correctos y se decide corregirlos. Él se pregunta:
“¿Por qué no se utiliza el mismo año de partida (538 E.C.) para los cálculos de Daniel 12:7, 11 y 12? Entre 538 y 508 hay 30 años de diferencia, así que aplicando esta regla, le suma a 1,843 + 30 años = 1,873” (Recodemos que este año [1843] sale de la suma de los 1,335 años [Daniel 12:12] contados desde el 508).
“En 1876, después de leer por primera vez un ejemplar de la revista El Heraldo de la Mañana, Russell se percató de que en aquel tiempo había otro grupo que creía que la vuelta de Cristo sería invisible y que asociaba aquella vuelta con bendiciones para todas las familias de la Tierra. El Sr. Barbour, editor de aquella publicación, persuadió a Russell a creer que la presencia invisible de Cristo había comenzado en 1874.” — Proclamadores, página 133.
“Realmente, Barbour había dado indicación de sus cálculos ya para junio de 1875 en la edición del Heraldo de la Mañana, declarando que los tiempos de los gentiles comenzaron con el fin del reinado de Sedequías en el 606 a.E.C., aunque él no mencionó la fecha terminal directamente. En la edición de julio, él declaró que los tiempos de los gentiles “continuarían todavía aún por 40 años”. Aunque parecía señalar al 1915, está claro por las ediciones subsecuentes que Barbour tenía el año 1914 en mente. La edición 42 de agosto contiene un artículo de la “Cronología” (en la página 38 los tiempos de los gentiles no son discutidos. La fecha del 1914 se menciona directamente por primera vez en la edición de septiembre de 1875 dónde la declaración siguiente se encuentra en la página 52: “Yo creo que aunque la dispensación del evangelio acabará en 1878, los judíos no se restaurarán a Palestina, hasta 1881; y que los ‘tiempos de los gentiles’, es decir, sus 7 tiempos proféticos, de 2,520 años, o dos veces 1,260 años empezaron donde Dios le entregó todo, en las manos de Nabucodonosor en el 606 a.E.C.; no acabarán hasta el 1914 E.C.; o 40 años a partir de aquí”. Una extensa discusión del cálculo fue entonces publicada en la edición de octubre de 1875).” — Los tiempos de los gentiles reconsiderados, de Carl Olof Jonson, página 18.
Vemos entonces como poco a poco los pasajes del libro de Daniel utilizados por Miller son descartados y finalmente todo se centra en Daniel 4; de esta manera la intención de Miller de hacer coincidir lo escrito en Lucas 21 con Daniel 8 queda también descartado.
“Y llegué a oír a cierto santo hablando, y otro santo procedió a decir a aquel que estaba hablando: “¿Cuánto durará la visión del [rasgo] constante y de la transgresión que causa desolación, para hacer tanto [del] lugar santo como [del] ejército cosas para hollar?”. De modo que él me dijo: “Hasta 2,300 tardes [y] mañanas; y [el] lugar santo ciertamente será llevado a su condición correcta.” (Daniel 8:13, 14).
Aquí los 2,300 días son convertidos a 2,300 años. Utilizando el capítulo 9 de Daniel, en donde se mencionan las 70 semanas, él explica que esto significan 490 años. Según su entendimiento, estas 70 semanas profetizan la primera venida Cristo y su muerte en el año 33 E.C. Sus cálculos son los siguientes: [2,300 – 490 = 1,810 años]. Partiendo del año 33 le suma estos 1,810 años dando por resultado el año 1843 E.C. Hay algo muy importante aquí y es que la palabra pisoteado utilizada en Daniel 8:13 es la que serviría luego para conectar con lo escrito en Lucas 21:24. Miller utilizó otros relatos más los del libro de Daniel y las fechas de la siguiente manera:
“Y empecé a oír al hombre que estaba vestido del lino, quien estaba arriba sobre las aguas de la corriente, mientras él procedió a levantar la [mano] derecha y la [mano] izquierda a los cielos y a jurar por Aquel que está vivo para tiempo indefinido: “Será por un tiempo señalado, tiempos señalados y medio. Y tan pronto como haya habido un fin del hacer añicos el poder del pueblo santo, todas estas cosas llegarán a su fin.” (Daniel 12:7).
Los 3 tiempos y medio representaban 1,260 años de persecución Papal - de 538 E.C., a 1798 E.C.
“Y desde el tiempo en que el [rasgo] constante haya sido removido, y haya habido una colocación de la cosa repugnante que está causando desolación, habrá 1,290 días.” (Daniel 12:11).
Los 1,290 días representaban 1,290 años de 508 E.C., a 1798 E.C.
“¡Feliz es el que se mantiene en expectación y que llega a los 1,335 días!” (Daniel 12:12).
Los 1,335 días representaban 1,335 años de 508 E.C., a 1843 E.C. En Daniel 4, donde se mencionan los 7 tiempos que estaría Nabucodonosor apartado de su trono y viviendo en el campo como una bestia, son convertidos en 2,520 días y estos nuevamente son convertidos en 2,520 años, más adelante veremos que patrones se utilizaron. Contando desde que Asurbanipal, rey de Asiria lleva a Manasés con grilletes a Babilonia y las tribus de Israel fueron arrasadas por Esarhaddon.
Todos estos sucesos son fechados por él y le asigna el año 677 a.E.C., y si sacamos cuentas llegamos al año 1843 E.C. [-677 + 2,520 = 1,843]. Todos sabemos la historia, llegado este año nada de lo predicho sucedió, a este año se le llamó “la gran decepción”, Cristo no llegó. De esta decepción nacieron los Adventistas del Séptimo Día.
El predicador Nelson Barbour fue uno de los tantos decepcionados, sin embargo, él argumentaba que los puntos de partida utilizados por William Miller fueron incorrectos y por esto la profecía falló. Mantiene su confianza de que los cálculos son correctos y se decide corregirlos. Él se pregunta:
“¿Por qué no se utiliza el mismo año de partida (538 E.C.) para los cálculos de Daniel 12:7, 11 y 12? Entre 538 y 508 hay 30 años de diferencia, así que aplicando esta regla, le suma a 1,843 + 30 años = 1,873” (Recodemos que este año [1843] sale de la suma de los 1,335 años [Daniel 12:12] contados desde el 508).
“En 1876, después de leer por primera vez un ejemplar de la revista El Heraldo de la Mañana, Russell se percató de que en aquel tiempo había otro grupo que creía que la vuelta de Cristo sería invisible y que asociaba aquella vuelta con bendiciones para todas las familias de la Tierra. El Sr. Barbour, editor de aquella publicación, persuadió a Russell a creer que la presencia invisible de Cristo había comenzado en 1874.” — Proclamadores, página 133.
“Realmente, Barbour había dado indicación de sus cálculos ya para junio de 1875 en la edición del Heraldo de la Mañana, declarando que los tiempos de los gentiles comenzaron con el fin del reinado de Sedequías en el 606 a.E.C., aunque él no mencionó la fecha terminal directamente. En la edición de julio, él declaró que los tiempos de los gentiles “continuarían todavía aún por 40 años”. Aunque parecía señalar al 1915, está claro por las ediciones subsecuentes que Barbour tenía el año 1914 en mente. La edición 42 de agosto contiene un artículo de la “Cronología” (en la página 38 los tiempos de los gentiles no son discutidos. La fecha del 1914 se menciona directamente por primera vez en la edición de septiembre de 1875 dónde la declaración siguiente se encuentra en la página 52: “Yo creo que aunque la dispensación del evangelio acabará en 1878, los judíos no se restaurarán a Palestina, hasta 1881; y que los ‘tiempos de los gentiles’, es decir, sus 7 tiempos proféticos, de 2,520 años, o dos veces 1,260 años empezaron donde Dios le entregó todo, en las manos de Nabucodonosor en el 606 a.E.C.; no acabarán hasta el 1914 E.C.; o 40 años a partir de aquí”. Una extensa discusión del cálculo fue entonces publicada en la edición de octubre de 1875).” — Los tiempos de los gentiles reconsiderados, de Carl Olof Jonson, página 18.
Vemos entonces como poco a poco los pasajes del libro de Daniel utilizados por Miller son descartados y finalmente todo se centra en Daniel 4; de esta manera la intención de Miller de hacer coincidir lo escrito en Lucas 21 con Daniel 8 queda también descartado.