28 Mar, 2020, 07:27 AM
Pongamos que hablo de Eric
Su matrimonio era perfecto, hacía ya como 5 años que estaba casado y ya pensaba en la posibilidad de tener un hijo.
Pero un dia descubrió que su mujer (encantadora, dulce y bella donde las haya) le estaba siendo infiel. El schok fue tremendo porque de ninguna de las maneras pudo adivinir la deslealtad de su esposa. No podía seguir con ella así que se separó. Hizo con su vida lo que no hizo cuando estaba con ella; parte fue inducido por el dolor y por la creencia de que todas las mujeres eran como su ex-esposa. Solía decir "todas son iguales".
Y así pasó el tiempo. Pero el dolor seguía dentro de él. No podía superar la mentira ni sabía cómo llenar el vacío que sentía en su interior. Y pensó en llamarla y verla otra vez.
Se preguntaba si todavía la amaba, se preguntaba qué era lo que sentía por ella, se preguntaba por la razón que le motivaba para querer volver.
No sabía, y eso le molestaba.
Y pensó que para saber qué sentía realmente tendría que volver con ella.
Y volvió, y recordó los buenos tiempos juntos, y le hizo bien eso. Y estuvo con ella unos pocos meses...los justos para que la hipocresía, el dolor, la mentira y la maldad volvieran a su corazón.
Sí, ahí estaba todo aquello que le atormentaba. Volvió a vivirlo, pero...pero esta vez ya no le dolió tanto.
Y de poco a poco fue dándose cuenta que lo importante no es pasar página, o borrar el pasado...sino superarlo, superarlo hasta que ya no sientas nada por todo eso.
Ni añoranza, ni amor...pero tampoco dolor.
Hasta que no deja de doler estás en sus manos.
¿Quieres volver?... Vuelve ¿por qué no?... Vuelve hasta que no sientas nada. Y cuando no sientas nada, entonces, serás libre de verdad.
Su matrimonio era perfecto, hacía ya como 5 años que estaba casado y ya pensaba en la posibilidad de tener un hijo.
Pero un dia descubrió que su mujer (encantadora, dulce y bella donde las haya) le estaba siendo infiel. El schok fue tremendo porque de ninguna de las maneras pudo adivinir la deslealtad de su esposa. No podía seguir con ella así que se separó. Hizo con su vida lo que no hizo cuando estaba con ella; parte fue inducido por el dolor y por la creencia de que todas las mujeres eran como su ex-esposa. Solía decir "todas son iguales".
Y así pasó el tiempo. Pero el dolor seguía dentro de él. No podía superar la mentira ni sabía cómo llenar el vacío que sentía en su interior. Y pensó en llamarla y verla otra vez.
Se preguntaba si todavía la amaba, se preguntaba qué era lo que sentía por ella, se preguntaba por la razón que le motivaba para querer volver.
No sabía, y eso le molestaba.
Y pensó que para saber qué sentía realmente tendría que volver con ella.
Y volvió, y recordó los buenos tiempos juntos, y le hizo bien eso. Y estuvo con ella unos pocos meses...los justos para que la hipocresía, el dolor, la mentira y la maldad volvieran a su corazón.
Sí, ahí estaba todo aquello que le atormentaba. Volvió a vivirlo, pero...pero esta vez ya no le dolió tanto.
Y de poco a poco fue dándose cuenta que lo importante no es pasar página, o borrar el pasado...sino superarlo, superarlo hasta que ya no sientas nada por todo eso.
Ni añoranza, ni amor...pero tampoco dolor.
Hasta que no deja de doler estás en sus manos.
¿Quieres volver?... Vuelve ¿por qué no?... Vuelve hasta que no sientas nada. Y cuando no sientas nada, entonces, serás libre de verdad.
"Si tienes razones para amar a una persona, no la amas" (Zizek)