21 Oct, 2020, 07:44 PM
(20 Oct, 2020, 10:52 AM)El Espectador escribió: Por estos lares no sé si sospecharon o que onda, pero a la cuenta que yo tenía acceso para colaborar, el anciano cambió de contraseña y pues esa nueva ya no me la dio, pero ya estoy trabajando en conseguir otra, para seguir filtrando lo que llegue por ahí.
El Espectador.
Muchas veces, en la mayoría de los casos, es la misma sucursal que manda al usuario a que cambie su contraseña, sobre todo cuando ellos sospechan de las filtraciones de los documentos de la jw.org. A ellos les puede resultar fácil rastrear a muchos usuarios de aquí; aparte del funcionamiento interno de la jw.org (de uso exclusivo de ellos) tienen programas específicos (creados por el equipo técnico de la Central) para realizar ciertas cosas, como escanear la IP de un enlace que tú pongas en un sitio o en cualquier web.
No se puede dudar de que quizás sepan el nombre de algunos usuarios de esta Comunidad. Cuando a mí me visitaron (dos miembros de la Sucursal, uno del Departamento de Servicio y otro del equipo asistencia de la jw.org), fueron a mi lugar de trabajo, me tomaron de sorpresa llamándome por mi nombre y apellido, y ya habían hablado con los ancianos de mi congregación por teléfono, aunque ya yo sospechaba, porque empezaron a cambiar todas las contraseñas de todos los usuarios del país, ya que eran muchas a la que yo tenía acceso, de diferentes parte del país. Aun así, yo seguía buscando vulnerabilidades de la jw.org; encontré una forma de cómo burlar el cambio de las contraseñas y seguí con el acceso a las mismas. Al ellos percatarse de esto, no les quedó otra opción que abordarme en persona, buscando una explicación de cómo era que yo podía hacer esto (revisaron todas las computadoras del local del trabajo). Así que cuando ellos me visitaron ya yo tenía sospecha de que sabían lo que yo estaba haciendo y que me estaban vigilando.
He aquí la inconsistencia, "les decían a los ancianos las cosas personales que yo hacía, más lo que ellos hacen clandestinamente no se lo dicen".
"Pero nada hay cuidadosamente ocultado que no haya de revelarse, ni secreto que no llegue a saberse" (Lucas 12:2 NM 1987).
"No hay energía peor usada que sostener una mentira o insistir en un error. Hay personas que por no admitir que se han equivocado, viven equivocadas y por mostrarse fuertes viven sin fuerza".