[Alejandra Rivera]

Mi esposo fue anciano por un tiempo (muy poco tiempo de echo), pues hubo unas semanas que llegaba bien tarde a la casa, claro que no me contaba nada de los comites que hacían, pero solo me llego a decir que sentía náuseas, bien incómodo y a veces decia que no podia ni dormir de las cosas que alli contaban los que eran juzgados y él solo estaba como de espectador porque supuestamente lo estaban "entrenando", y de veraz que en esos días lo llegue a ver bien preocupado como arrepentido de haber llegado a ser anciano.

Después de unos meses surgió un problema y le dieron de baja, pero a partir de allí lo he visto que ya no quiere de nuevo llegar a ser anciano, y siempre menciona que él no se imaginaba lo que pudiera pasar dentro de las congregaciones.

Yo espero que con esta experiencia que paso le haga abrir los ojos y vea lo mal que actúan los que llevan la delantera que realmente allí no hay "espíritu santo".