14 Oct, 2017, 07:27 PM
Dentro de los TJ jamás te van a decir lo que resultaría lo más lógico y obvio respecto a las relaciones románticas: Si te ama y respeta profundamente y tú correspondes a esos sentimientos, esa es la persona para ti.
Al final del día, los que nos casamos con quién quisimos (yo me casé con un expulsado) somos mucho más felices que quienes se casaron con quiénes tienen privilegios dentro de la congregación que evidentemente no son una representación de alguien como persona (sin duda, habrá excepciones, pero nunca las he visto, los privilegios representan poder y en general el poder corrompe).
Lástima que eso pocos lo ven, por poner un ejemplo, hay un joven en mi congregación que es precursor regular y siervo ministerial, además de ello participa en campañas de predicación y construcción de salones del Reino y por último tiene excelentes habilidades de oratoria, cómo se imaginarán el chico es un cotizado en el circuito, pero en realidad es un verdadero patán y machista, he comprobado (porque nadie me contó, yo lo he visto) que le encanta estar en plan de conquista con cuántas chicas le sea posible, le fascina que las hermanas le inviten y que le paguen todo (que aunque estoy a favor de la igualdad, tampoco hay que ser abusivo) porque supuestamente él lleva una vida muy "sencilla y espiritual" que no le permite ganar mucho dinero para salidas recreativas, pero eso sí, él y otros jóvenes en la congregación se ponen tremendas borracheras frecuentemente y para eso sí da la "vida sencilla".
En fin, yo sólo tengo compasión por la pobre chica que se convierta en su esposa. Y así están las cosas en esta sociedad religiosa retorcida, muy poco importa la persona que eres, lo que haces por los demás y las cualidades que tienes, si no tienes privilegios no eres nada.
Somos unos afortunados los que pudimos librarnos a tiempo de esa programación mental, y pudimos realmente decidir por nosotros mismos con quién compartir la vida.
Al final del día, los que nos casamos con quién quisimos (yo me casé con un expulsado) somos mucho más felices que quienes se casaron con quiénes tienen privilegios dentro de la congregación que evidentemente no son una representación de alguien como persona (sin duda, habrá excepciones, pero nunca las he visto, los privilegios representan poder y en general el poder corrompe).
Lástima que eso pocos lo ven, por poner un ejemplo, hay un joven en mi congregación que es precursor regular y siervo ministerial, además de ello participa en campañas de predicación y construcción de salones del Reino y por último tiene excelentes habilidades de oratoria, cómo se imaginarán el chico es un cotizado en el circuito, pero en realidad es un verdadero patán y machista, he comprobado (porque nadie me contó, yo lo he visto) que le encanta estar en plan de conquista con cuántas chicas le sea posible, le fascina que las hermanas le inviten y que le paguen todo (que aunque estoy a favor de la igualdad, tampoco hay que ser abusivo) porque supuestamente él lleva una vida muy "sencilla y espiritual" que no le permite ganar mucho dinero para salidas recreativas, pero eso sí, él y otros jóvenes en la congregación se ponen tremendas borracheras frecuentemente y para eso sí da la "vida sencilla".
En fin, yo sólo tengo compasión por la pobre chica que se convierta en su esposa. Y así están las cosas en esta sociedad religiosa retorcida, muy poco importa la persona que eres, lo que haces por los demás y las cualidades que tienes, si no tienes privilegios no eres nada.
Somos unos afortunados los que pudimos librarnos a tiempo de esa programación mental, y pudimos realmente decidir por nosotros mismos con quién compartir la vida.
“Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de forma errónea es mejor que no pensar”.
- Hipatía de Alejandría.
"No todos los que vagan sin rumbo están perdidos".
- J.R.R. Tolkien.