[Anciano Señalado]

El salón actual donde asistíamos en mi caso particular fue edificado hace pocos años, hace dos hubo una pequeña remodelación en el mismo, fruto de un deslizamiento de tierra. Para ser sincero, el proceso no fue largo como otros. Se compro el terreno, se pidieron grandes donaciones para costear la alimentación, hospedaje y “salidas” del grupo de construcción (Pidieron que se los lleve a pasear todos los fines de semana) y finalmente se dedicó. A pesar del bonito diseño que tiene el salón, con la pandemia el salón está siendo devorado por la humedad, goteras y otros problemas que han salido a la luz, fruto de la construcción original.

A comentario personal, en esos ayeres, llevaba las cuentas de la congregación y puedo decir que fue un dolor de cabeza lidiar con todos los gastos y los malos manejos administrativos y técnicos por parte del grupo de construcción. Cuando finalmente se fueron, llegue a sentir la misma paz que sentía antes que llegaran.

Cuando por mi zona vino el comité de construcción a edificar un salón, me comentaban los hermanos de aquella congregación que las partes de la reunión que se les asignaba a los hermanos del comite, las ocupaba el orador en turno para arengar a la congregación a que ellos solamente venían de apoyo, que querían ver más manos locales apoyando la construcción... Yo también construiría si me pagaran por dejar mi trabajo esos días, pero dar el dinero, poner la mano de obra para construir y que aparte la organización disponga del inmueble como ellos quieran no es sabio