21 Feb, 2021, 07:51 AM
Es un tema que algunos asusta por ponernos delante de la muerte.
Hace unos años, no se ahora supongo que irá por países, el suicidio estaba penado por la ley. Si intentabas suicidarte y no lo lo conseguías, te encerraban en prisión.
La iglesia Católica tenía un lugar aparte para el entierro de los suicidas, e incluso negar el entierro dentro del lugar familiar, como ocurrió en mi familia no dejando enterrar a una hermana de mi madre por no estar bautizada, mi abuelo ex seminarista, confecciono la caja
"Se denomina corralito, corralino (en Ex.), corral de los ahorcados o corral de los suicidas al espacio anejo al cementerio católico en que, conforme al Ritual Romano de Pablo V (1605-1621), https://es.wikipedia.org/wiki/Corralito_(cementerio)
Al pueblo se le ha tenido como una propiedad ya sea de la nación o reino o la misma Iglesia Católica. Por esto te condenaban por intento de suicidio.
Ahora en la actualidad asumimos el derecho de la propiedad de nuestra vida. La vida es nuestra, tanto si la malgastamos como si terminamos con ella. Realmente es nuestra única propiedad, pudiendo vivirla como queramos con libertad y con el límite de la libertad de los demás. Puedo vivirla fumando o bebiendo y más, con lo que nos estamos matando poco a poco o suicidándonos lentamente.
Pero no podemos matarnos, está mal visto. Mientras los gobiernos declaran guerras en las que mueren más de uno
No hago apología del suicidio no estoy ni a favor ni en contra, si no que cada cual haga cuando y como lo que crea oportuno, incluso si se quiere matar por aburrimiento o porque no le gusta lo que ve.
Ahí entra la eutanasia, es una libertad. No se pretende obligar a nadie a usarla.
En cuanto a las vacunas, soy partidario de ellas cuando están debidamente testadas, pero ante la del Covid, cuando llegue el momento escogeré una de ellas y si no puedo escoger, ninguna. Considero que de igual manera que puedo escoger a mi presidente con mi voto, puedo escoger la vacuna que quiera, aunque no sea ni medico ni politólogo. En ambos casos es cuestión de confianza
Hace unos años, no se ahora supongo que irá por países, el suicidio estaba penado por la ley. Si intentabas suicidarte y no lo lo conseguías, te encerraban en prisión.
La iglesia Católica tenía un lugar aparte para el entierro de los suicidas, e incluso negar el entierro dentro del lugar familiar, como ocurrió en mi familia no dejando enterrar a una hermana de mi madre por no estar bautizada, mi abuelo ex seminarista, confecciono la caja
"Se denomina corralito, corralino (en Ex.), corral de los ahorcados o corral de los suicidas al espacio anejo al cementerio católico en que, conforme al Ritual Romano de Pablo V (1605-1621), https://es.wikipedia.org/wiki/Corralito_(cementerio)
Al pueblo se le ha tenido como una propiedad ya sea de la nación o reino o la misma Iglesia Católica. Por esto te condenaban por intento de suicidio.
Ahora en la actualidad asumimos el derecho de la propiedad de nuestra vida. La vida es nuestra, tanto si la malgastamos como si terminamos con ella. Realmente es nuestra única propiedad, pudiendo vivirla como queramos con libertad y con el límite de la libertad de los demás. Puedo vivirla fumando o bebiendo y más, con lo que nos estamos matando poco a poco o suicidándonos lentamente.
Pero no podemos matarnos, está mal visto. Mientras los gobiernos declaran guerras en las que mueren más de uno
No hago apología del suicidio no estoy ni a favor ni en contra, si no que cada cual haga cuando y como lo que crea oportuno, incluso si se quiere matar por aburrimiento o porque no le gusta lo que ve.
Ahí entra la eutanasia, es una libertad. No se pretende obligar a nadie a usarla.
En cuanto a las vacunas, soy partidario de ellas cuando están debidamente testadas, pero ante la del Covid, cuando llegue el momento escogeré una de ellas y si no puedo escoger, ninguna. Considero que de igual manera que puedo escoger a mi presidente con mi voto, puedo escoger la vacuna que quiera, aunque no sea ni medico ni politólogo. En ambos casos es cuestión de confianza
“La luz excesiva es la mayor oscuridad… " Peer Gynt de Henrik Ibsen