03 Mar, 2021, 02:58 AM
por neo 9/2/2017, 12:54 am
PROLOGO
En algún momento de nuestras vidas nos detenemos y reflexionamos en lo que hemos hecho y que posibilidades tenemos para nuestro futuro, que planes, metas o logros como afrontar los fracasos y como minimizar los riesgos en las decisiones que tomaremos, una gran cantidad de esas decisiones definirán el curso de nuestras vidas, a veces es previsible a veces no, muchas veces sin querer construimos en nuestra mente escenarios maravillosos, posibilidades magnificas, y damos un tanto más a fantasías de cuento de hadas; desconozco la cantidad de personas que desde temprana edad hayan planeado su vida y esta haya tenido el resultado que soñaron; lo que si se, es que lo más probable es que los planes van cambiando a razón de lo que vamos aprendiendo de lo que nos van recomendando, de las malas experiencias de otras personas o de los buenos resultados de otros más; de algo estoy seguro: nada está escrito, nosotros somos los responsables de nuestra vida y de quien permitimos que influya en ella o se convierta en parte de ella.
Nos vaya bien o mal, un gran porcentaje de ese resultado será responsabilidad de nosotros mismos, es verdad que influirá nuestra educación, valores , recursos, la familia, la sociedad, etc., pero no podemos negar que un gran determínate en esa toma de decisiones es: la religión, sin duda nuestro esquema de creencias determinara que hacer y de que abstenernos, cuanto otorgaremos a nuestras propias vidas y de que la privaremos, a veces creemos que tenemos el completo control de nuestra vida pero no es así, casi siempre delegamos.
Escribo este relato que sin duda es muy similar al de muchos Testigos de Jehová que nacieron dentro de esta religión o que la conocieron a corta edad, incluso para aquellos que ya siendo adultos y con vidas y familias completamente hechas y formadas y que el curso de sus vidas se vio delimitado por los conceptos de la religión, en especial de esta.
No pretendo elaborar un relato amargo marcado por el resentimiento, como muchos llegan a pensar que los motivos que impulsan a alguien a escribir algo así es por querer desinformar o dejar en mal a personas o inclusive a la propia institución religiosa, solo relatare lo que conozco, lo que viví lo que vi, cuando algo no me conste, pero sea necesario para a completar la historia lo aclarare.
Con toda dedicación a mis camaradas disidentes, compañeros de lucha, activistas que están el frente dando la cara, a mis hijos.
“…porque simplemente no podemos seguir guardando silencio”
(Frase propia)
"En la guerra como en toda empresa
hay que dar dos tercios a la razón y un tercio al azar:
aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes,
aumentad la segunda y seréis temerarios."
Napoleón Bonaparte
PROLOGO
En algún momento de nuestras vidas nos detenemos y reflexionamos en lo que hemos hecho y que posibilidades tenemos para nuestro futuro, que planes, metas o logros como afrontar los fracasos y como minimizar los riesgos en las decisiones que tomaremos, una gran cantidad de esas decisiones definirán el curso de nuestras vidas, a veces es previsible a veces no, muchas veces sin querer construimos en nuestra mente escenarios maravillosos, posibilidades magnificas, y damos un tanto más a fantasías de cuento de hadas; desconozco la cantidad de personas que desde temprana edad hayan planeado su vida y esta haya tenido el resultado que soñaron; lo que si se, es que lo más probable es que los planes van cambiando a razón de lo que vamos aprendiendo de lo que nos van recomendando, de las malas experiencias de otras personas o de los buenos resultados de otros más; de algo estoy seguro: nada está escrito, nosotros somos los responsables de nuestra vida y de quien permitimos que influya en ella o se convierta en parte de ella.
Nos vaya bien o mal, un gran porcentaje de ese resultado será responsabilidad de nosotros mismos, es verdad que influirá nuestra educación, valores , recursos, la familia, la sociedad, etc., pero no podemos negar que un gran determínate en esa toma de decisiones es: la religión, sin duda nuestro esquema de creencias determinara que hacer y de que abstenernos, cuanto otorgaremos a nuestras propias vidas y de que la privaremos, a veces creemos que tenemos el completo control de nuestra vida pero no es así, casi siempre delegamos.
Escribo este relato que sin duda es muy similar al de muchos Testigos de Jehová que nacieron dentro de esta religión o que la conocieron a corta edad, incluso para aquellos que ya siendo adultos y con vidas y familias completamente hechas y formadas y que el curso de sus vidas se vio delimitado por los conceptos de la religión, en especial de esta.
No pretendo elaborar un relato amargo marcado por el resentimiento, como muchos llegan a pensar que los motivos que impulsan a alguien a escribir algo así es por querer desinformar o dejar en mal a personas o inclusive a la propia institución religiosa, solo relatare lo que conozco, lo que viví lo que vi, cuando algo no me conste, pero sea necesario para a completar la historia lo aclarare.
Con toda dedicación a mis camaradas disidentes, compañeros de lucha, activistas que están el frente dando la cara, a mis hijos.
“…porque simplemente no podemos seguir guardando silencio”
(Frase propia)
"En la guerra como en toda empresa
hay que dar dos tercios a la razón y un tercio al azar:
aumentad la primera fracción y seréis pusilánimes,
aumentad la segunda y seréis temerarios."
Napoleón Bonaparte
"Nada te ata excepto tus pensamientos; nada te limita excepto tu miedo; nada te controla excepto tus creencias." ( Marianne Williamson.)