22 Apr, 2021, 04:51 PM
(22 Apr, 2021, 12:13 PM)Charles Fiasco Rusell escribió: Una religión tan basada en obras y rituales como es los testigos de Jehová implica tener regulada toda la rutina diaria, hay actividades diarias, semanales, mensuales, anuales... aún así, hay cosas que se les manda hacer y casi nadie las hace... todos dan por hecho que son parte de la rutina testiguin, pero por nuestra experiencia personal sabemos no es así pongo unos ejemplos:
Prepararse con toda la reunión
Damos por hecho que hay que prepararse con toooooda la reunión e incluso hacernos disponibles si falta cubrir una asignación, pero en realidad es que la gran mayoría solamente se prepara si nos toca una asignación, esto es normal incluso en los nombrados (ancianetes y ministeriales)
Hacer oración
En realidad la mayoría solamente hace oraciones en público, se puede percibir que en realidad no tienen el hábito o siquiera el deseo de orar porque las oraciones testiguiles son muy repetitivas "Jehová te damos gracias por este día de vida... pedimos tu bendición para esta actividad... pedimos tu espíritu santo... bendice a tu organización, gracias por el cuerpo gobernante... en el nombre de Jesús... Amén" este speach lo llevo escuchando desde niño, tanto en reuniones para el servicio, de congregación, en asambleas...
¿Recuerdas alguna actividad que supuestamente hacen los TJ pero en realidad casi nadie hace?
Cuando estuve dentro de la secta.
No me preparaba para las reuniones, lo más, era darle una leída al artículo de "estudio", de por sí no era para nada un reto el estudio ese, así que no hacía falta.
Y respecto orar, a veces hasta me sentía un poco mal porque no oraba en las comidas con mi familia tjs, no orábamos; era sentarse a comer y punto; antes de ser tjs no teníamos ese hábito en nuestro entorno social, quizá por eso.
Solo en público con hermanos que nos visitaban en casa y convivíamos, o las reuniones, etc, a fin de cuentas para quedar bien con los que observan. Yo pensaba que solo yo actuaba así.
Recuerdo como en las revistas se mostraba a por ejemplo jóvenes comiendo en un lugar público y haciendo oración, con miradas de gente sorprendida.
Cuando yo acompañaba al anciano y un ministerial a algún asunto de trámite, pasábamos a comer a un pequeño restaurante, y nada ni por asomo hacíamos oración, se sobreentendía que no queríamos que nos vieran raro.