27 Apr, 2021, 04:58 PM
En este espacio me gustaría que contaran experiencias propias o vistas, de trato ridículo, absurdo o extremo a expulsados.
En mi caso recuerdo dos situaciones
El primero una persona expulsada por haberse casado con un no creyente, después de unos años y con tres hijos pequeños, todos menos de cinco años, decide restablecerse, obviamente los ancianos le piden que dé obrar propias de arrepentimiento, entre ellas asistir a las reuniones, etc... pues se venía una asamblea regional y en primer lugar se dio un gran debate entre los ancianos sobre si era correcto venderle boletos para el autobús alquilado por la congregación, se decidió que sí... por tener tres hijos pequeños la madre traía un sin fin de cosas: pañalera, una carriola compacta, su bolso de publicaciones, cobertores... y nadie, dejo claro que tampoco yo, nadie de los presentes le ayudamos a subir sus cosas al autobús, cómo me arrepiento de que mi adoctrinamiento me haya llevado a eso.
El segundo, un anciano recién llegado a la congregación y su servidor tuvimos una diligencia, y después de eso fuimos a su casa por documentos, al llegar veo a un muchacho y a la esposa del hermano platicando afuera de la casa, el hermano me dice "ese muchacho es mi hijo, fue expulsado hace años por empezar a fumar y no dejar el vicio, mi esposa sabe que tiene estrictamente prohibido que él entre a la casa", había sabido de casos similares en donde no dejan entrar a la casa cuando el familiar en cuestión es "fornicador", lo cual de por si ya me parece extremo, ahora por ser fumador también? Que loco.
¿Tienes algún relato que nos recuerde lo absurdo y extremo que es el trato hacia los expulsados?
En mi caso recuerdo dos situaciones
El primero una persona expulsada por haberse casado con un no creyente, después de unos años y con tres hijos pequeños, todos menos de cinco años, decide restablecerse, obviamente los ancianos le piden que dé obrar propias de arrepentimiento, entre ellas asistir a las reuniones, etc... pues se venía una asamblea regional y en primer lugar se dio un gran debate entre los ancianos sobre si era correcto venderle boletos para el autobús alquilado por la congregación, se decidió que sí... por tener tres hijos pequeños la madre traía un sin fin de cosas: pañalera, una carriola compacta, su bolso de publicaciones, cobertores... y nadie, dejo claro que tampoco yo, nadie de los presentes le ayudamos a subir sus cosas al autobús, cómo me arrepiento de que mi adoctrinamiento me haya llevado a eso.
El segundo, un anciano recién llegado a la congregación y su servidor tuvimos una diligencia, y después de eso fuimos a su casa por documentos, al llegar veo a un muchacho y a la esposa del hermano platicando afuera de la casa, el hermano me dice "ese muchacho es mi hijo, fue expulsado hace años por empezar a fumar y no dejar el vicio, mi esposa sabe que tiene estrictamente prohibido que él entre a la casa", había sabido de casos similares en donde no dejan entrar a la casa cuando el familiar en cuestión es "fornicador", lo cual de por si ya me parece extremo, ahora por ser fumador también? Que loco.
¿Tienes algún relato que nos recuerde lo absurdo y extremo que es el trato hacia los expulsados?