[Yuri Andropov]

Pues resulta que en la graduación de Galaad de este año, que como ya sabemos ahora se graba entera y se transmite al testigo de a pie, uno de los graduados es al parecer hijo del buen Alcoholi Morris.

Con mucha emoción, el presentador de los diplomas dice: El matrimonio Morris ha sido asignado a seguir en Estados Unidos, en el caso del hermano, será parte del comité de sucursal de Estados Unidos.

Después reciben sus diplomas por parte del mismísimo Alcoholi Morris. Cuando se lo entrega al varón le dice: Ven acá hijo, y lo abraza más efusivamente que al resto de los participantes.

En algún canal apostata que en este momento no recuerdo, se hace mención de que este Morris es efectivamente hijo de nuestro buen amigo hermano de Cristo. No considero casualidad que lo haya llamado hijo y que el espíritu Santo lo haya "asignado" a Estados Unidos en un puesto encumbrado para no estar separado de la familia y poder seguir siendo considerado por Morris Padre para heredar el manto sagrado, como Elías a Eliseo, como Alejandro Borgia intentó hacer con su hijo César, como Fred Franz quiso con Raymond hasta que esté adquirió conciencia propia.

¿Qué opinan?

Es natural dentro de las relaciones humanas, que los padres para asegurar continuar con su prestigio y poder ,cedan puestos de jerarquía a los hijos (sobre todo varones), a lo largo de la historia se ha visto desde Reyes, dictadores o emperadores siguiendo esa línea , así como en ámbitos comerciales, no hay nada sorprendente en eso, en la Sociedad , lo mismo, hasta Russel tenía sus hombres de confianza para puestos de responsabilidades aunque no tuviera descendencia, igual en el dúo Knor-Franz, en las mismas congregaciones ocurre lo mismo, padres ancianos delegando sus puestos importantes a sus hijos, dejándoles de lado a otros jóvenes responsabilidades menos vistosas como limpieza y afirmando que no es por ellos que son nombrados, que ellos como padres no influyen, cuando la realidad es otra, lo único seguro es que el sujeto en cuestión ya esta asegurando el futuro de su retoño en un buen puesto corporativo.