11 Feb, 2022, 03:40 AM
Tiempo atrás, en mi ciudad se hizo una exposición de diferentes ONG, todos salían a ver quien mostraba el ser humano mas desgraciado.
Todos tenían pancartas publicitarias de sus pobres, entregando folletos a la gente buscando a nuevos socios que aportasen cuotas. Todo el tinglado tenía un costo, el humano podían ser voluntarios pero las carpas, mesas y propaganda valen dinero. Al final el dinero recaudado se va, al igual que en muchas iglesias, para pagar sueldos de sus líderes y estructuras. Todo era marketing a costa de mostrar fotos inmorales de sufrimiento humano que era su producto, expuesto a la venta. Unos venden Dios y otros desgraciados.
Desde aquel día no he querido saber nada de ONGes de ninguna clase.
A la hora de vender el ser humano no tiene limites. Homo venditor
Todos tenían pancartas publicitarias de sus pobres, entregando folletos a la gente buscando a nuevos socios que aportasen cuotas. Todo el tinglado tenía un costo, el humano podían ser voluntarios pero las carpas, mesas y propaganda valen dinero. Al final el dinero recaudado se va, al igual que en muchas iglesias, para pagar sueldos de sus líderes y estructuras. Todo era marketing a costa de mostrar fotos inmorales de sufrimiento humano que era su producto, expuesto a la venta. Unos venden Dios y otros desgraciados.
Desde aquel día no he querido saber nada de ONGes de ninguna clase.
A la hora de vender el ser humano no tiene limites. Homo venditor
“La luz excesiva es la mayor oscuridad… " Peer Gynt de Henrik Ibsen