11 Feb, 2022, 06:15 AM
—Tú mandas bien —protestó Paul—. Gobiernas bien. Los hombres te siguen por su propia voluntad y te quieren.
—Mis servicios de propaganda están entre los mejores —dijo el Duque. Se volvió de nuevo para estudiar el paisaje, allá fuera—. Hay grandes posibilidades para nosotros, aquí en Arrakis, muchas más de las que nunca haya sospechado el Imperio. Y pese a todo hay veces en que pienso que hubiéramos hecho mejor huyendo, convirtiéndonos en renegados. A veces desearía que fuera posible hundirnos en el anonimato entre la gente, estar menos expuestos a...
—¡Padre!
—Si, estoy cansado —dijo el Duque—. ¿Sabes que estamos usando ya los residuos de la especia como materia prima para fabricar película virgen?
—¿Señor?
—No podemos hacer menos que esto —dijo el Duque—. De otro modo, ¿cómo podríamos inundar los pueblos y las ciudades con nuestras informaciones? La gente debe saber lo bien que la gobierno. ¿Y cómo puede saberlo si nosotros no se lo decimos?
Capitulo XIV
Herbert, Frank - Saga de Dune - Libro 1 - Dune
—Mis servicios de propaganda están entre los mejores —dijo el Duque. Se volvió de nuevo para estudiar el paisaje, allá fuera—. Hay grandes posibilidades para nosotros, aquí en Arrakis, muchas más de las que nunca haya sospechado el Imperio. Y pese a todo hay veces en que pienso que hubiéramos hecho mejor huyendo, convirtiéndonos en renegados. A veces desearía que fuera posible hundirnos en el anonimato entre la gente, estar menos expuestos a...
—¡Padre!
—Si, estoy cansado —dijo el Duque—. ¿Sabes que estamos usando ya los residuos de la especia como materia prima para fabricar película virgen?
—¿Señor?
—No podemos hacer menos que esto —dijo el Duque—. De otro modo, ¿cómo podríamos inundar los pueblos y las ciudades con nuestras informaciones? La gente debe saber lo bien que la gobierno. ¿Y cómo puede saberlo si nosotros no se lo decimos?
Capitulo XIV
Herbert, Frank - Saga de Dune - Libro 1 - Dune
Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto